Trump envía al Ejército a la frontera con México
La caravana conocida como “viacrucis migrante”, la marcha de más de 1.000 centroamericanos que recorre México, terminará su recorrido en Ciudad de México, la capital del país, ha informado este miércoles la ONG Pueblo sin Fronteras. La intención inicial de la caravana, que se lleva a cabo anualmente desde hace una década, era llegar a la frontera de Estados Unidos para visibilizar el sufrimiento de los migrantes centroamericanos en su paso por México y que se dirigen al país norteamericano. Sin embargo, la dimensión de la caravana “los ha superado”, ha reconocido Irineo Mujica, director de Pueblo sin Fronteras.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha enviado al Ejército a la zona sur del país, en la frontera con México, para evitar el ingreso de «inmigrantes clandestinos», ha anunciado la Secretaria de Seguridad Interna, Kirstjen Nielsen.
«El Departamento de Defensa y el Departamento de Seguridad Interna han sido orientados a trabajar con los gobernadores para desplegar al Ejército en nuestra frontera sur y así ayudar a la patrulla fronteriza», ha señalado Nielsen en la Casa Blanca. Este martes, Donald Trump pidió a México la detención de la caravana migrante, integrada en su mayoría por hondureños y en su minoría por salvadoreños, nicaragüenses y guatemaltecos y dijo que descartaba la posibilidad de enviar al Ejército a la frontera. Aunque Nilesen no ha señalado este miércoles que el envío de las tropas tenga relación directa con la caravana.
A pesar de esto, la caravana conocida como “viacrucis migrante”, una marcha de más de 1.000 centroamericanos que recorre México, terminará su camino en Ciudad de México, la capital del país, ha informado este miércoles la ONG Pueblo Sin Fronteras. La intención inicial de la caravana, que se lleva a cabo anualmente desde hace una década, era llegar a la frontera de Estados Unidos. Su objetivo consistía en la crítica a la política migratoria de Donald Trump y en la visibilización del sufrimiento de los migrantes centroamericanos en su paso por México y que se dirigen al país norteamericano. Sin embargo, la dimensión de la caravana migrante “los ha superado”, ha reconocido Irineo Mujica, director de Pueblo Sin Fronteras.
La marcha arrancó el 25 de marzo en Tapachula con 1.500 personas. “Viajan demasiados niños, unos 450, y hay muchos bebés. La posibilidad de subirnos al tren, como hacíamos antes, sería una locura”, ha añadido. Decenas de migrantes que viajan en este «viacrucis migrante», que se encuentra desde el pasado fin de semana en la comunidad de Matías Romero del estado sureño de Oaxaca, tendrán que viajar por su cuenta porque Pueblo Sin Fronteras ya no lidera la caravana. “Nuestro trabajo termina en Ciudad de México. Si hay migrantes que necesitan acompañamiento, tenemos equipo de apoyo en la frontera”, ha informado Mujica.
Pueblo Sin Fronteras ha compartido una publicación en Facebook con el siguiente mensaje: «sigue la lucha, seguimos caminando».
Nielsen también había comunicado previamente que México ha repatriado a cientos de manifestantes que participaban en el «viacrucis» a Centro América y que está ofreciendo el estatus de refugiado a algunos de ellos.
I’ve been advised by Mexican officials that the caravan is dissipating. GOM has repatriated several hundred participants to Central America and is offering refugee status to others who qualify. I thank the GOM for their partnership on this and other security issues.
— Sec. Kirstjen Nielsen (@SecNielsen) 3 de abril de 2018
Por su parte, el secretario de Relaciones Exteriores de México, Luis Videgaray, ha escrito en Twitter que la caravana migrante se ha dispersado y que la política migratoria de México no se dejará influenciar por amenazas extranjeras.
La caravana “Víacrucis del Migrante” se dispersó gradualmente por decisión de sus participantes. La política migratoria mexicana se ejerce de manera soberana y conforme a derecho, y no a partir de presiones o amenazas externas.
— Luis Videgaray Caso (@LVidegaray) 3 de abril de 2018