Un científico sugiere que el coche que Musk envió al espacio contaminará Marte de vida bacteriana
Hace unas semanas, SpaceX, la compañía aeroespacial de Elon Musk, lanzó al espacio el vehículo espacial Falcon Heavy, el más potente hasta el momento, con el único tripulante de su coche deportivo Tesla Roadster, que vaga por el espacio con un maniquí al que apodó Starman. Ahora, Jay Melosh, profesor de Ciencias Planetarias y de la Tierra en la Universidad de Purdue, sostiene que hay altas probabilidades de que el deportivo esté inundado de vida bacteriana, fruto de su paso por la Tierra, y represente la mayor colección de bacterias terrestre que se ha enviado al espacio hasta ahora.
Hace unas semanas, SpaceX, la compañía aeroespacial de Elon Musk, lanzó al espacio el vehículo espacial Falcon Heavy, el más potente hasta el momento, con el único tripulante de su coche deportivo Tesla Roadster, que vaga por el espacio con un maniquí al que apodó Starman. Ahora, Jay Melosh, profesor de Ciencias Planetarias y de la Tierra en la Universidad de Purdue, sostiene que hay altas probabilidades de que el deportivo esté inundado de vida bacteriana, fruto de su paso por la Tierra, y represente la mayor colección de bacterias terrestre que se ha enviado al espacio hasta ahora.
Melosh explica que habitualmente las cargas de los cohetes espaciales se esterilizan y que no basta con limpiar a conciencia el exterior: el motor estaría igualmente impregnado de bacterias. “Los coches no los ensamblan limpios”, explica el profesor en una publicación universitaria. “E incluso si estuvieran limpios, no es lo que mismo que si estuvieran esterilizados”.
El experto preguntó a la compañía si procedieron a la esterilización, y admite que todavía no ha recibido una respuesta. Esto le hace sospechar que SpaceX ha cometido un acto que podría contaminar Marte si el coche llega a este objetivo, algo que los científicos de la NASA han evitado siempre que lanzan un cohete al espacio. Sin ir más lejos, la agencia estadounidense tiene incluso la Oficina de Protección Planetaria, cuyo objetivo consiste en asegurarse de que no se alteren los ambientes de otros planetas, principalmente para no confundirla con vida extraterrestre en investigaciones posteriores y para evitar posibles plagas microbianas.
La probabilidad de que el Tesla Roadster alcance Marte es, en cualquier caso, absolutamente remota y tardaría miles de años. Por esta razón, la profesora Alina Alexeenko, especializada en Astronomía por la misma universidad que Melosh, sostiene que el deportivo de Musk es más una “copia de seguridad de la vida en la Tierra” o “un museo de bacterias” que un riesgo en sí mismo.