Se eleva a cuatro el número de muertos por el tiroteo de Estrasburgo
La ciudad de Estrasburgo ha retomado este viernes una «vida normal» con la reapertura de su famoso mercado navideño después de que la policía abatiera el jueves por la noche a Chérif Chekatt, autor del atentado que dejó tres muertos y más de una decena de heridos. Desde el ataque del martes, el emblemático mercado de esta ciudad mantenía cerradas sus cabañas de madera, pero esta mañana han vuelto a abrir al público, informa AFP.
Un nuevo fallecimiento este viernes ha elevado a cuatro el número de muertos por el tiroteo en Estrasburgo, informa AP, que cita fuentes de la Fiscalía.
El deceso se conoce después de que la ciudad reabriera su famoso mercado navideño y de que la policía abatiera el jueves por la noche a Chérif Chekatt, autor del atentado, que ha dejado, además de los cuatro fallecidos, más de una decena de heridos. Desde el ataque del martes, el emblemático mercado de esta ciudad mantenía cerradas sus cabañas de madera, pero esta mañana han vuelto a abrir al público, informa AFP.
«Esperemos que la gente regrese y que no tenga miedo», ha dicho a AFP Jean-Louis Hubert, un vendedor de gorros de Navidad que estaba «feliz» de reabrir sus puertas a 10 días de Nochebuena.
La muerte de Chekatt, 48 horas después del ataque, ha sido un alivio para los residentes y los numerosos turistas que deambulan habitualmente en el mercado. «Facilitará el regreso a una vida normal», ha dicho el alcalde de Estrasburgo, Roland Ries.
Chérif Chekatt, de 29 años y supuestamente radicalizado, fue localizado el jueves alrededor de las nueve de la noche cuando una patrulla de policía lo vio en una calle del barrio de Neudorf, donde fue visto por última vez después del ataque. La policía, que había solicitado la colaboración ciudadana, recibió cerca de 800 llamadas después de que el miércoles se publicaran el nombre y la foto del atacante.
Dos de las llamadas fueron «decisivas» para dar con su paradero, ha señalado viernes el fiscal Remy Heitz. Tres agentes que patrullaban en la zona lo localizaron. Al verlos, Chekatt intentó escapar entrando a un edificio, pero, al ver que la puerta estaba cerrada, se giró y disparó a los agentes que lo abatieron, ha indicado el fiscal en una conferencia de prensa en Estrasburgo.
Dos personas fueron arrestadas el jueves por la noche para ser interrogadas, lo que eleva a siete el número de detenidos, incluidos los padres de Chekatt y sus dos hermanos, ha dicho Heitz. «La investigación va a continuar para identificar a posibles cómplices o coautores que pudieron haberlo ayudado o alentado para que pasara al acto», ha señalado el fiscal.
«Oportunista»
El ministro del Interior, Christophe Castaner, que ha viajado a Estrasburgo para la reapertura del mercado, estima que la reivindicación del atentado por parte del grupo yihadista Estado Islámico es «totalmente oportunista». La agencia de propaganda del grupo, Amaq, declaró el jueves que Chekatt era un «soldado del Estado Islámico». Pero, según Castaner, el atacante era un hombre «consumido por el mal». El presidente francés, Emmanuel Macron, actualmente en Bruselas, se trasladará a Estrasburgo por la tarde para rendir un homenaje a las víctimas del ataque y felicitar la labor de las fuerzas del orden.
Aún se desconoce cómo Chekatt pudo eludir el estricto perímetro de seguridad establecido alrededor del mercado navideño, que es un objetivo de los grupos yihadistas. Alrededor de 500 policías, agentes de seguridad y soldados controlan el acceso en los puentes que conducen al centro histórico, que está asentado en una isla llamada Gran Isla, donde está el mercado. El objetivo es «crear una burbuja con registros en los puntos de entrada», ha dicho el alcalde tras el atentado.
Sin embargo, muchos residentes no estaban sorprendidos de que Chekatt lograra pasar los controles con una pistola y un cuchillo. «No me sorprende», ha dicho Emeline, de 38 años, que trabaja en el centro de la ciudad. «Puedes esconder un arma bajo un abrigo grueso o al fondo del bolso», estimó.
El adjunto al alcalde de Estrasburgo, Alain Fontanel, ha admitido que «los riesgos pueden reducirse, pero no eliminarse». «No podemos cachear y registrar a todo el mundo, sólo llevar a cabo controles aleatorios», ha dicho. Ha añadido también que las grandes filas en los puestos de control solo crearían un nuevo objetivo potencial para los terroristas. «Alguien que quiera entrar en un área tan grande con un arma puede hacerlo», ha dicho.
Francia está en alerta terrorista desde el inicio de una ola de ataques yihadistas en 2015.
