Las costas de Marte arrasadas por dos megas tsunamis
El trabajo, publicado en Scientific Reports, se remonta a hace unos 3.400 millones de años y se basa en imágenes tomadas por tres generaciones de sondas de exploración marciana lanzadas por la NASA. Tras analizar el material, científicos de seis países, incluida España, concluyen que hay rastros geológicos inconfundibles de dos grandes tsunamis que fueron provocados por el impacto de asteroides de unos 30 kilómetros de diámetro, unas tres veces mayores que el meteorito que impactó en la península de Yucatán y acabó con los dinosaurios. “Las olas provocadas por los tsunamis podrían haber alcanzado los 120 metros de altura en la línea de costa, penetrando en el continente distancias de hasta 700 kilómetros”, según explican Mario Zarroca y Rogelio Linares, investigadores del departamento de Geología de la Universidad Autónoma de Barcelona.
Un nuevo estudio reafirma la existencia de que hace miles de millones de años el Planeta Rojo albergó un gran océano. Una teoría dudosa hasta el momento debido a que en ninguna de las misiones espaciales que han visitado la zona han encontrado ni rastro de la línea de costa. Ahora, esta nueva investigación aporta una explicación sorprendente para esta ausencia: dos enormes tsunamis destrozaron por completo las costas del planeta.
El trabajo, publicado en Scientific Reports, se remonta a hace unos 3.400 millones de años y se basa en imágenes tomadas por tres generaciones de sondas de exploración marciana lanzadas por la NASA. Tras analizar el material, científicos de seis países, incluida España, concluyen que hay rastros geológicos inconfundibles de dos grandes tsunamis que fueron provocados por el impacto de asteroides de unos 30 kilómetros de diámetro, unas tres veces mayores que el meteorito que impactó en la península de Yucatán y acabó con los dinosaurios. “Las olas provocadas por los tsunamis podrían haber alcanzado los 120 metros de altura en la línea de costa, penetrando en el continente distancias de hasta 700 kilómetros”, según explican Mario Zarroca y Rogelio Linares, investigadores del departamento de Geología de la Universidad Autónoma de Barcelona.