Las dos menores marroquíes detenidas por besarse quedan absueltas
El artículo 489 del Código Penal marroquí sanciona “los actos licenciosos y contra natura con personas del mismo sexo” con penas de seis meses a tres años de cárcel, pero en este caso, el primero protagonizado por dos jóvenes lesbianas en el país, las menores han resultado absueltas. Sus abogados y organizaciones de derechos humanos están de acuerdo en señalar que si la noticia de su detención no hubiera llegado a suscitar tal polémica en medios internacionales, lo más probable es que las dos menores continuaran en la cárcel en estos momentos. La directora ejecutiva del grupo Human Rights Watch (HRW) para el Norte de África y Oriente Medio, Sarah Leah Whitson, expresó su esperanza de que este veredicto represente el final de «una prueba» que las dos adolescentes no deberían haber vivido, aunque subrayó que la sentencia es contradictoria, dado que el juez dice absolverlas y entregarlas a sus familiares «para reformar su comportamiento», tratando la homosexualidad como una anomalía perseguible por la ley.
Las dos chicas marroquíes, de 16 y 17 años, que fueron detenidas y encarceladas el pasado octubre por besarse en Marrakech, acaban de ser absueltas sin cargos. Tras la gran polémica que ha suscitado el caso, el juez ha decidido que las menores deberán permanecer con sus padres «para reformar su comportamiento», desestimando así las penas de cárcel que fueron contempladas en un principio.
El artículo 489 del Código Penal marroquí sanciona “los actos licenciosos y contra natura con personas del mismo sexo” con penas de seis meses a tres años de cárcel, pero en este caso, el primero protagonizado por dos jóvenes lesbianas en el país, las menores han resultado absueltas. Sus abogados y organizaciones de derechos humanos están de acuerdo en señalar que si la noticia de su detención no hubiera llegado a suscitar tal polémica en medios internacionales, lo más probable es que las dos menores continuaran en la cárcel en estos momentos.
La directora ejecutiva del grupo Human Rights Watch (HRW) para el Norte de África y Oriente Medio, Sarah Leah Whitson, expresó su esperanza de que este veredicto represente el final de «una prueba» que las dos adolescentes no deberían haber vivido, aunque subrayó que la sentencia es contradictoria, dado que el juez dice absolverlas y entregarlas a sus familiares «para reformar su comportamiento», tratando la homosexualidad como una anomalía perseguible por la ley.