Una jueza del condado de Los Ángeles ha rechazado la reclamación del cineasta Roman Polanski para ser readmitido en la Academia de Hollywood, de donde fue expulsado en 2018 por las numerosas acusaciones de agresiones sexuales en su contra. Medios locales recogen la decisión de la jueza Mary Strobel, que estimó que Polanski no tenía razón al argumentar que la Academia, que le había expulsado por no cumplir las normas de conducta de la organización, le echó de la institución sin avisarle antes y sin seguir el proceso debido.
En contexto: la expulsión está directamente relacionada con el movimiento #MeToo, que desencadenó numerosos cambios en la industria, y con la huida de EEUU en los 70 tras haberse declarado culpable de violación a una adolescente.
El cineasta, ganador del Óscar al mejor director por El pianista (2002), presentó la demanda contra su expulsión en abril de 2019. Su abogado, Harland Braun, ha asegurado a la revista Variety que no apelarán la decisión.
En 1977, Polanski, de 43 años en ese entonces, drogó y obligó a Geimer, de 13 años, a mantener relaciones sexuales después de una sesión fotográfica. Polanski se declaró culpable y pasó 42 días en la cárcel, pero, estando en libertad bajo fianza y ante el temor de tener que volver a prisión para cumplir una condena mucho más severa, huyó de EEUU a finales de 1978.
El cineasta presentó en 2017 una serie de documentos legales para regresar al país y cerrar el caso, siempre y cuando contara con la garantía de que no pasaría más tiempo entre rejas. Sin embargo, las autoridades estadounidenses no aceptaron esas condiciones.
Este embrollo judicial ha restringido la libertad de movimiento del director por todo el mundo durante décadas por miedo a que EEUU reclamara su extradición. Pero la de Geimer no es la única acusación sexual revelada públicamente en contra de Polanski.
Entre estas acusaciones aparecen una mujer identificada como Robin M., que denunció que el cineasta abusó de ella en 1973 cuando era una adolescente de 16 años; la pintora Marianne Barnard, que aseguró que fue acosada por el realizador en 1975 durante una sesión fotográfica cuando tenía 10 años; o la actriz Charlotte Lewis, que declaró que el director había abusado de ella en 1982 cuando tenía 16 años.