El Festival Internacional de Cine Fantástico de Sitges arranca este jueves con la película española Malnazidos, de Javier Ruiz Caldera, en un año marcado por la pandemia de coronavirus, en formato híbrido, con aforos en las salas en torno al 66% y entre 15.000 y 20.000 entradas menos a la venta. La directora de la Fundación Sitges, Mònica García, explicó que, aunque tienen permitido un aforo máximo del 80%, la organización ha acordado situar en torno al 66% la ocupación máxima de todas las salas para agilizar entradas y salidas y evitar aglomeraciones. En el caso del Auditori, la mayor de las salas, con 1.380 butacas, está previsto que por sesión se ocupen unas 900, numeradas -igual que en el resto de cines- y será obligatorio el uso de mascarilla durante toda la proyección.
Qué destacamos: en el año que tiene como eje temático el centenario de la película El gabinete del doctor Caligari, se reconocerán las figuras del norteamericano David Lynch, así como a Najwa Nimri, Paco Plaza, Manuel de Blas y Oriol Tarragó. Y se podrán ver filmes internacionales como Possessor Uncut, de Brandon Cronenberg; Mandíbulas, del francés Quentin Dupiex; la apocalíptica She Dies Tomorrow, de la realizadora Amy Seimetz; o la coreana Península, dirigida por Yeon Sang-ho.
Habrá más tiempo entre sesión y sesión de lo que es habitual para que haya una desinfección profesional de los diferentes espacios y se pasarán vídeos antes de las proyecciones para recordar las medidas de seguridad. Por otra parte, la ya tradicional Zombie Walk, que reunía a hordas de «zombies» por las calles del municipio durante el primer sábado del festival, este año se ha suspendido.
Aun tratándose de una edición adaptada a las actuales circunstancias sanitarias, la organización sostiene que continúa, sin embargo, «la imaginación, el terror, el fantástico, algo que nos ha mantenido muy vivos en esta situación que es más de ciencia ficción que nunca». Durante la presentación de Sitges 2020, el director del certamen que concluye el próximo 18, Ángel Sala, insistió en su apuesta por la autoría nacional con la película inaugural de Ruiz Caldera, así como el nuevo largometraje, Baby, de Juanma Bajo Ulloa; una sesión especial de la nueva serie 30 monedas, de Álex de la Iglesia; o el estreno mundial de No matarás, de David Victori, con Mario Casas de protagonista, con «una visión muy potente de una Barcelona nocturna y oscura».
La consellera de Cultura, Àngels Ponsa, defendió que va a ser una «edición más segura que nunca» de un festival «que es una de las mejores ventanas internacionales de Cataluña en el mundo, que nos posiciona», el «mejor festival de cine fantástico que existe».
