THE OBJECTIVE
Cultura

El Blocao de la Muerte: la historia detrás del nuevo cuadro de Augusto Ferrer-Dalmau

El pintor catalán ha presentado su nuevo lienzo, basado en un episodio protagonizado por la Legión en la Guerra del Rif

El Blocao de la Muerte: la historia detrás del nuevo cuadro de Augusto Ferrer-Dalmau

'Voluntarios para morir'. | Augusto Ferrer-Dalmau

‘Voluntarios para morir’. Ese es el título del último cuadro del pintor de batallas Augusto Ferrer-Dalmau. Se trata, como es habitual en el artista barcelonés, de una composición grupal en la que pueden verse a varios soldados españoles defendiendo una posición.

En concreto, los soldados son legionarios, un cuerpo que el año pasado celebró su centenario, por lo que el cuadro se antoja un homenaje a la fuerza fundada por Millán-Astray en este aniversario.

El episodio que muestra el lienzo tuvo lugar en septiembre de 1921 durante la Guerra del Rif, un conflicto surgido a raíz de la sublevación de las tribus que habitaban la región montañosa del mismo nombre, al norte de Marruecos. Aunque la victoria final en la guerra cayó del lado español (con colaboración francesa), los inicios de la contienda fueron difíciles para las tropas de nuestro país.

El blocao de Dar Hamed

En el verano de 1921, se había producido el desastre de Annual, una batalla en la que perdieron la vida más de 11.000 soldados del ejército español. La guerra, por tanto, se encontraba en un momento crítico, y así se llegó al episodio que narra el cuadro de Ferrer-Dalmau, la defensa del Blocao de la Muerte.

El blocao era el nombre con el que se conocían las posiciones defensivas que las tropas españolas situaban en territorio marroquí, construidos a base de sacos terreros y otros elementos del terreno. Uno de estos blocaos era el de Dar Hamed, establecido en la ladera este del monte Gurugú, una posición levantada para refrenar las acometidas de los rifeños desde el barranco de Sidi Musa. El gran número de bajas que sufrían los pelotones allí destinados le dieron el sobrenombre del «blocao malo».

Tras su victoria en Annual, los rifeños prosiguieron su avance hacia Melilla, lo que hacía necesario que tomasen la posición clave del blocao de Dar Hamed.

Apenas una veintena de hombres, comandados por el teniente José Fernández Ferrer, defendía la posición, un número irrisorio para enfrentar a las tropas rifeñas, que no daban tregua con sus continuos ataques. Así pues, Fernández Ferrer mandó a uno de sus hombres a que saliera corriendo del blocao para tratar de conseguir algún refuerzo.

Voluntarios para morir

El soldado consiguió llegar hasta el Atalayón, la posición más cercana a Dar Hamed. Allí, el teniente Eduardo Agulla se presentó voluntario para correr en ayuda de los defensores al mando de su tropa. Sin embargo, el alto mando le denegó su petición considerando que el Atalayón debía permanecer suficientemente dotado de hombres. Únicamente le permitieron que pidiera voluntarios para socorrer a los que defendían el blocao.

Lo que seguramente no esperaba el alto mando es que todos y cada uno de los hombres de Agulla se presentaran voluntarios, como así sucedió. Fue así como el teniente tuvo que hacer una selección de quince hombres, que sabían que iban a una muerte segura.

La misión suicida fue mandada finalmente por el cabo Suceso Terrero López. Se sabe que los quince hombres que se disponían a partir hacia Dar Hamed escribieron a sus madres y novias, y que uno de ellos, Lorenzo Camps, quiso donar su última soldada a la Cruz Roja.

El pelotón de voluntarios se abrió paso a golpe de bayoneta hasta el maltrecho blocao, donde aún aguantaban unos pocos de los defensores. Los rifeños recrudecieron su ofensiva durante la noche y así fueron cayendo primero el teniente Fernández Ferrer y más tarde otros oficiales que fueron sucediéndole al frente de la defensa. Finalmente, el cabo Terrero asumió el mando.

Durante horas resistieron aquellos hombres, ya con varios muertos y heridos entre ellos, las acometidas de los rifeños por los cuatro costados del blocao. Sobre las tres y media, sin embargo, los marroquís consiguieron tomar la posición y pasaron a cuchillo a los últimos supervivientes.

Así fue como el blocao «el malo» pasó a llamarse para siempre el Blocao de la Muerte.

Publicidad
MyTO

Crea tu cuenta en The Objective

Mostrar contraseña
Mostrar contraseña

Recupera tu contraseña

Ingresa el correo electrónico con el que te registraste en The Objective

L M M J V S D