Reivindicación necesaria
La Historia de la humanidad no se puede explicar sin la aportación de España. Y qué necesario es reivindicarlo entre tanta ignorancia y desconocimiento. Para que nada de esto caiga en el olvido. Una gesta única e increíble
Esta semana he tenido la ocasión de ver en el cine el documental ‘España, la primera globalización’. Llevaba ya unos días queriendo verlo, con sólo contemplar el cartel ya despertaba mi interés. En primer lugar, no fueron pocos los que me lo recomendaron. Y, en segundo lugar, me fascinaba la idea de contemplar un filme en la gran pantalla que, vaya, no hablaba de lo terrible que era la Inquisición española o del genocidio que llevaron a cabo unos descendientes de los godos, crueles e ignorantes, en la civilizada América.
Oh, qué sorpresa, un documental que no narra las miserias de una nación tan decadente como España. Y esa palabra que asoma en su título, tan en boga en el mundo actual, asfixiado por Instagram o Tik-Tok: globalización. Tan certera como increíble. Pero en el Siglo XV y a través de unos barquitos de madera cruzando la inmensidad del océano Atlántico. España, como bien explican, acabó conectando el mundo entero, con verdadera vocación de englobar todo el territorio conocido hasta entonces en torno a su propia empresa.
No sólo eso. Dicho trabajo, dirigido por José Luis López-Linares, desmonta con habilidad y, sobre todo, con documentación, además de un elenco inmejorable de expertos e historiadores, las mentiras sobre la difusión propagandística del siglo XVI que forjaron la leyenda negra española. Hechos contra falacias. Verdades contra interpretaciones torticeras.
Llega en un muy buen momento, justo en plena ebullición de descrédito entre ciertos sectores de la izquierda española y su particular guerrilla cultural, cultivando desde hace años la imagen de una España de Leyenda Negra. De una nación manchada con sangre por su pasado imperial y colonial por el que, al parecer, tiene que pedir perdón, como demandaba no hace mucho el nefasto e inculto presidente mexicano López Obrador.
Cristóbal Colón, los hermanos Pinzón, Hernán Cortés, Andrés de Urdaneta, Miguel López de Legazpi, fray Junípero Serra, Francisco Pizarro, Blas de Lezo, Juan Sebastián Elcano… Son personajes que desprenden un carrete infinito de gestas y logros. Injustamente juzgados con los ojos pueriles del Siglo XXI. ¡Y desconocidos para muchos españoles!
Cualquier país del mundo estaría pagando con sus mejores tributos durante toda su existencia con tal de tener un solo ápice de la destreza y valentía de estos héroes. Y serían incontables las películas producidas narrando sus proezas. Ya no les digo si fueran estadounidenses. Crearían otro Hollywood sólo para esos filmes.
Es importante salir de esa espiral de manipulación y medias verdades. Y este documental, además de los numerosos libros que en los últimos años están contribuyendo a destruir el muro de mitos, ayuda mucho a ello. Porque muchos de esos mitos han sido asumidos, principalmente, por los propios españoles, que ignoramos profundamente la historia de nuestro país y, en la gran mayoría de las veces, con un sentimiento de culpa por “lo malvados y crueles que fuimos en el pasado”. De nuevo, esa inútil premisa de contemplar con los ojos de peluche del mundo que hoy habitamos el de hace 500 años. Si a eso le añadimos el discursito lleno de tópicos negrolegendarios, ya tenemos el cóctel perfecto.
La Historia de la humanidad no se puede explicar sin la inestimable aportación de España. El término ‘revisión’, en este caso, no es pertinente. No hay nada que revisar. Sería, más bien, reivindicar. Y qué necesario es reivindicarlo entre tanta ignorancia y desconocimiento. Para que nada de esto caiga en el olvido. Una gesta única e increíble.