Carmen Mola, la polémica literaria del año
Continúa la serie especial ‘LOS 10 DE 2021’ de THE OBJECTIVE con su segunda entrega: Carmen Mola, el pseudónimo detrás del último premio Planeta
La sorpresa fue enorme y la polémica aún mayor. El 16 de octubre de 2021, La bestia, firmada por el seudónimo Carmen Mola, ganó el premio Planeta. El galardón implicaba ventas en todos los países de habla hispana, una más que previsible adaptación televisiva y un millón de euros. Como eran tres a repartir no quedó otra que subir la dotación del premio. La sorpresa no venía tanto por el nombre ganador, sino por quién estaba detrás. Carmen Mola era conocida en el mundo editorial por las excelentes ventas, y la notable factura de sus tres anteriores novelas, protagonizadas por la comisaria Elena Blanco y situadas en época actual. El éxito de la trilogía de Elena Blanco fue tal que consiguieron traducciones en 15 países y estancias eternas en las listas de ventas. La próxima novela del trío también estará protagonizada por la comisaria Blanco. Así pues, La bestia queda como una rara avis, como una isla en un proyecto centrado en la novela negra contemporánea. Según Jorge Díaz, la decisión de trasladar la acción de La bestia a 1834 se tomó durante el confinamiento, ante la incertidumbre de lo que ocurriría. Si optaban por una nueva novela ambientada en el presente el resultado quedaría antiguo. No solo nadie sabe cómo será el futuro sino que nadie sabe cómo será el presente inmediato.
Se sabía que Carmen Mola era un seudónimo, pero nadie sospechaba que tras ella no hubiera una mujer, ni siquiera un hombre, sino tres. De hecho, en sus entrevistas públicas el seudónimo siempre había mostrado su condición femenina. Son tres hombres de mediana edad: Jorge Díaz, nacido en 1962, consiguió un notable éxito con su novela Cartas a palacio y es también autor de la magnífica Los números del elefante, que narra la vida de un emigrante gallego en Brasil de los años 50. Antonio Mercero, nacido en 1969, es hijo de un pionero de la televisión, creador junto con Jorge Díaz de la mítica serie Hospital Central, y un buen novelista negro. Agustín Martínez, nacido en 1975, también cuenta con experiencia guionística y narrativa y es el más joven de los tres.
La publicidad para Planeta, siempre tan hábil con el marketing, fue enorme y a ello ayudó el tremendo enfado de parte de la izquierda arcoíris, irritada con que tres señoros –así les denominan- hubiesen supuestamente aprovechado la marginación femenina para publicar su obra. Se sentían estafadas y ofendidas. A ello también contribuyó que ni el trío ni Planeta mostraran ni la menor culpa ni el menor arrepentimiento. Lógicamente, como siempre ocurre, la tormenta pasó y sirvió para dar una impagable proyección a la novela. Respecto de la polémica, Jorge Díaz afirma que Twitter no es la vida real, que ellos en la calle no perciben que a la gente le importe en absoluto quién está detrás del seudónimo. No le da importancia a los insultos, incluso algunos le parecieron divertidos.
Un ágil thriller histórico
La bestia es un ágil thriller histórico, emplazado en el Madrid de Fortunata y Jacinta, a mediados del Siglo XIX, en una ciudad sucia, agitada por el cólera –claro trasunto del covid, tal y como reconoce Jorge Díaz-, rodeada por los carlistas y con una división social digna del apartheid. Pese a su condición de best seller, no solo tiene una alta calidad literaria, sino que es una de las novelas más crudas y arriesgadas que han recibido el premio. Dentro de su envoltorio de thriller histórico contiene, como las anteriores entregas de Carmen Mola, una profunda indagación en las raíces del mal. La influencia de Pierre Lemaitre, Fred Vargas o el sueco Niklas Natt Och Dag es reconocida por el trío y resulta muy original en el panorama español. Tiene en común con sus precedentes la violencia, el ritmo, la precisión del montaje y la investigación. Además, el paisaje de los durísimos suburbios del Madrid del XIX ya había aparecido en las Cartas a Palacio de Jorge Díaz. Sin embargo, Jorge afirma que la idea no proviene de su novela, sino de una matanza de frailes que tuvo lugar en 1834. La causó una fake news de la época: el pueblo creía que los frailes envenenaban el agua de la ciudad para provocar el cólera. Nada menos que 73 frailes fueron asesinados por una noticia falsa. Las noticias falsas no son nuevas. Lo único distinto es el medio que las difunde.
La revitalización de un premio
La bestia ya lleva cuatro ediciones –esto de las ediciones implica poco, una edición puede ser de 100 ejemplares o de 100.000 – y ha supuesto una fuerte revitalización de un premio al que empezaban a pesar las décadas. No olvidemos que el primer Premio Planeta se entregó en 1952 y que el imaginario colectivo lo asocia con enormes colecciones propias de las estanterías ordenadas de los padres. En cuanto a si el premio es limpio o no, desconozco qué es la limpieza en estos ámbitos. No sé si existe algún editor que se arriesgue a dar un millón de euros y el mayor lanzamiento del año a un autor elegido por un jurado.
Las novelas colectivas no son frecuentes, pero los guiones sí. En el ámbito audiovisual el concepto de autoría queda más diluido y se prima más la obra. Los guionistas son hábiles desarrollando tramas y, sin duda, son los mejores dialoguistas. Además están acostumbrados a colaborar. Carmen Mola me recuerda a los injustamente tratados Dominique Lapierre y Larry Collins, que tanto dieron de sí en los lejanos 70. Al acuerdo, comenta Jorge Díaz, ayuda que sean tres, ya que nunca hay empate. Trabajan como un equipo de guionistas. Tienen reuniones continuas en las que surgen las ideas. Una novela, sigue diciendo, son cientos de ideas juntas y al final contribuyen los tres por igual. Jorge también afirma que ha hecho cursos de escritura, pero de quien más ha aprendido en su vida es de sus compañeros. Ante los conflictos, toman dos caminos: por un lado aplican la humildad y reconocen cuando es necesario que la idea de otro es mejor que la suya, por otro, buscan la unanimidad y, como son tres, siempre hay una mayoría. Además llevan años trabajando juntos y eso es bueno no solo para saber hasta dónde llega cada uno, sino también cómo decirse las verdades.
La novela es solo el primer paso de La bestia, pronto vendrá la serie de televisión, y una nueva entrega de la inspectora Blanco. El desvelamiento de la autoría les obliga a dar un paso adelante porque uno de los misterios -quién había detrás del seudónimo- ya no existe. Ahora deberán incrementar la intriga en las páginas. Han pasado a una nueva dimensión.