El Día de los Inocentes: por qué se celebra hoy y por qué se gastan bromas
El origen de esta fiesta es doble: la historia bíblica de los niños asesinados por Herodes y un festejo popular de la Francia medieval
El origen de esta fiesta es doble: la historia bíblica de los niños asesinados por Herodes y un festejo popular de la Francia medieval
Como todos los años, este 28 de diciembre se celebra el día de los Santos Inocentes, una jornada que en España y otros países de Hispanoamérica está marcada por las llamadas inocentadas, las bromas y chanzas que gastamos a los que nos rodean y que, incluso, durante muchos años estaban presentes en los medios de comunicación.
Esta celebración viene de la fiesta cristiana de los Santos Inocentes, que no es otra cosa que la conmemoración de unos niños a los que la Iglesia Católica considera mártires, ya que murieron en lugar de Jesús, cuando el rey Herodes quiso matar al Niño que había nacido en Belén.
Así lo cuenta el evangelista Mateo: “Entonces, Herodes, al ver que los Magos le habían engañado, se irritó mucho y mandó matar a todos los niños que había en Belén y toda su comarca, de dos años para abajo, con arreglo al tiempo que cuidadosamente había averiguado de los Magos. Se cumplió entonces lo dicho por medio del profeta Jeremías: ‘Una voz se oyó en Ramá, llanto y lamento grande: es Raquel que llora por sus hijos, y no admite consuelo, porque ya no existen’”.
Una feria medieval
Este origen bíblico es conocido por muchos, pero enseguida surge la pregunta: ¿por qué en este día son tradicionales las bromas cuando lo que recordamos es el asesinato de unos niños inocentes? Lo cierto es que no tenemos absoluta certeza sobre ello, pero parece que la cosa se remonta a la Fête des Fous, la fiesta de los locos, un festival que se celebraba en Francia en la Edad Media y que consistía en una mascarada que tenía lugar en los templos católicos pocos días después de la Navidad, en concreto el 26, 27 y 28 de diciembre.
Al parecer, la feria derivaba de las Saturnalia romanas y se celebró entre los siglos XII y XVII. En ella tenían lugar desfiles, bufonadas y representaciones teatrales, todo con un marcado tono festivo y hasta irreverente. Hasta el punto de que la celebración se prohibió durante algunos años.
Como es natural, los festejos populares en la Francia medieval y las tradiciones actuales en torno al Día de los Inocentes tienen poco que ver, pero a fin de cuentas es este un fenómeno habitual en la evolución de todo tipo de fiestas y celebraciones.