Conociendo a la señora March, el fenómeno de Virginia Feito que arrasa en Estados Unidos
La escritora española, que debutó en el país americano por todo lo alto con la historia de esta mujer obsesiva del Upper East Side, presenta en España esta primera novela que Elisabeth Moss adaptará al cine
Fue en febrero de 2019 cuando la vida de Virginia Feito dio un vuelco. Publicista de profesión, decidió dejarlo todo para cumplir un viejo sueño. «Me parecía muy arriesgado no hacerlo porque me estaba empezando a asustar mucho no escribir nunca, que era algo que siempre había querido hacer», comparte. Un par de años más tarde, La señora March -que publica ahora Lumen en España con traducción de Gemma Rovira-, llegaba con sus medias y sus abrigos de pieles del Upper East Side a copar algunas listas de los más vendidos en Estados Unidos, despertando incluso el interés de la actriz Elisabeth Moss.
De nombre Virginia por el estado americano, Feito se formó desde muy pequeña en la cultura anglosajona. «Mis padres –aunque españoles- vivieron durante un tiempo en Estados Unidos antes de que yo naciera –relata la escritora-. Cuando volvieron a España se trajeron de allí toda la cultura: los especiales de Navidad en VHS, los libros, los cómics… hasta los caramelos eran americanos». Es por eso que, aunque le hace especial ilusión ver su libro en su idioma materno, Feito explica que ella siempre ha escrito en inglés. «Todo lo que absorbo, toda la cultura, el cine, las series y la literatura que leo está en inglés. Me siento más cómoda en ese idioma. En castellano siento que no controlo tan bien las reglas gramaticales».
Pero, ¿quién es esta señora del Upper East Side que ha seducido a Elisabeth Moss y cómo ha llegado antes a Estados Unidos que a España? Cuenta Feito que fue un diciembre mientras escuchaba El cascanueces, cuando la vislumbró por primera vez, «vestida de pieles, con un bolsito pequeño y un moño feo, andando por una calle de Nueva York con mucha ansiedad». La señora March había llegado a su vida. «Pero eso es lo único que se me ocurrió. No sabía qué historia era esa», remarca. Hasta que un día viendo Las horas, una escena con Meryl Streep le dio el contexto. ¿Qué pasaría si alguien, por ejemplo su marido, hubiera escrito un libro basado en ella o que ella creyera que se inspiraba en ella? Y a partir de ahí, sembraría la duda. ¿Qué era auténtico en la vida que compartía con su pareja y qué secretos le ocultaba este? ¿Hasta qué punto se conocían?
Un mundo regido por las apariencias
Bajo esa premisa, entre el humor negro y el suspense, Feito construye una novela sobre la identidad o la falta de ella en un mundo dominado por las apariencias. «A la señora March la definiría como una mujer muy ansiosa, que se está rompiendo lentamente, que se niega a mirarse –describe Feito-. El libro está lleno de espejos pero se niega a verse. Pero por encima de todo es una mujer muy angustiada y muy obsesiva, muy frágil. Una mujer que se rige exclusivamente por apariencias, hasta el punto de que no tiene ni si quiera una identidad propia. No se lo permite, justo por eso ni siquiera tiene nombre de pila».
De nuevo la escritora reconoce que puede sonar exagerado, casi de otros tiempos, pero matiza que esta realidad no se aleja tanto de nuestros días. «Al fin y al cabo vivimos en una época donde ser influencer es un trabajo. Literalmente solo les pagan por la apariencia, y les pagan muy bien además. A mí eso me suena más a esas mujeres perfectas que había en la década de los 50. En ese sentido me parece muy interesante preguntarles a los lectores por qué creen que es tan anticuada en realidad. Si es porque le importan tanto las apariencias, ¿no creen que vivimos en una sociedad en que importan demasiado? ¿O es solo por sus medias y sus pieles? Creo que hay cosas que siguen siendo relevantes para la mujer de hoy en día, por desgracia, más de lo que pueda parecer».
«En el mundo influencer hay muchas reglas que uno tiene que acatar para que todo encaje. Y eso mata la creatividad, la imaginación necesita libertad»
Veterana y reconocida publicista -ha trabajado durante años en importantes agencias publicitarias y ganado varios premios en festivales nacionales e internacionales-, Feito reflexiona que su profesión le ha enseñado a contar historias de manera distinta pero diciendo lo mismo. «Supongo que mucha gente lo llamaría manipulación, pero a mí me parece contar cuentos. La publicidad tiene mucha más profundidad detrás de lo que parece, detrás hay muchas horas pensando cómo dar la vuelta a un mensaje que encaje con todas las reglas. Eso es lo que más me molestaba de trabajar ahí, las normas. También me da la sensación de que en el mundo influencer hay muchas reglas que uno tiene que acatar para que todo encaje. Y eso mata la creatividad, la imaginación necesita libertad».
La señora March, estrella de cine
En La señora March, Feito deja en manos del lector la última decisión sobre su relato. ¿Es la señora March víctima o responsable de su situación? «Cuál sea esa opinión habla más del lector que de mí», defiende. Ahora bien, aviso a navegantes, tal vez tenga que enfrentarse a su defensora número uno, la actriz Elisabeth Moss.
Este es otro de los giros sorprendentes de esta historia, pues la intérprete fue una de sus primeras lectoras, y defensoras, antes incluso de publicar la novela. «Creo que mi primera frase con ella fue: ¿Es esta la sala correcta?», bromea la escritora sobre lo primero que le preguntó en una videollamada por Zoom. A ambas les puso en contacto su agente tras el interés de la intérprete por adaptar su novela al cine. «Fue surrealista, pensé que no la volvía a ver nunca más y fue una maravilla. Empezó a hablarme de mi libro como si fuera un libro de verdad. En ese momento no se había ni publicado –aclara-. Que una de las primeras lectoras fuera Elizabeth Moss aún me parece increíble».
Aunque el proceso todavía va para largo, el proyecto ya cuenta con la productora Blumhouse y será la propia Feito quien se ponga al frente del guion. «He escrito guiones de publicidad para la televisión, pero no es lo mismo. Aunque entiendo el formato bien y conozco sus reglas, porque cuando era pequeña, y mi madre no me dejaba ver las películas para mayores, me leía los guiones».
«No sé cómo repetir este éxito, ni creo que deba intentarlo. Si ya era improbable una vez, una segunda es casi imposible»
Y, ¿mientras tanto? Feito confiesa que , aunque es algo que le asusta, está ya trabajando en su segunda novela, que no será sobre la señora March, pero sí tendrá su oscuridad, «quizás demasiada» y sus buenas dosis de humor. «Me da miedo por la presión que tengo encima. No sé cómo repetir este éxito, ni creo que deba intentarlo. Si ya era improbable una vez, una segunda es casi imposible».
Comparada por la prensa americana con Patricia Highsmith, la escritora comparte que se reconoce «en la oscuridad y en lo macabro» de la estadounidense. «Me encanta leer autoras como Highsmith, sobre todo sus historias cortas que son terriblemente macabras, porque siento que me da permiso para hacerlo yo también. También a Shirley Jackson que ha ejercido el mayor impacto sobre mí para escribir esta novela. Perderme una y otra vez en sus historias en las que las mujeres lo pasan fatal haciendo cosas como ir al dentista o coger el autobús, me fascina. Adoro cómo lentamente te va metiendo ese miedo que parece que no da miedo pero luego sales a la calle y todo es turbio», concluye la autora.