THE OBJECTIVE
Cine

De cómo el rodaje de 'La matanza de Texas' fue una verdadera pesadilla 

Netflix estrena una secuela de este clásico del terror y para celebrarlo recordamos el disparate macabro y torturador que fue el rodaje original

De cómo el rodaje de ‘La matanza de Texas’ fue una verdadera pesadilla 

La masacre de Texas. | Fotograma

Hay algo que definitivamente se puede afirmar, incluso sin tener las pruebas en la mano: el rodaje de la nueva La matanza de Texas, que Netflix estrena el 18 de febrero, fue, de seguro (incluso contando con una pandemia global de por medio) mucho menos caótico y desquiciado que el de la película original.

La continuación -en que volvemos a vernos las caras (aunque nadie realmente desee vérsela nunca) con Leatherface y con unas de las final girls por excelencia, Sally Hardesty (interpretada por otra actriz, Olwen Fouéré)- recrea el horror de esta historia, pero sin la desfachatez, suciedad y desparpajo cruento de su inspiración setentera. Así que antes de que vuelvas a este mundo (uno más pulido) te invitamos a revisitar el original… porque la historia de cómo se hizo La matanza de Texas es otro tipo de horror, uno que vivió el reparto y el equipo en uno de los peores rodajes de la historia. 

Eran otros tiempos, unos de muy bajos presupuestos, rodajes altamente peligrosos, improvisación sobre la marcha y drogas. Corrían los primeros años de los setenta y Tobe Hooper, un veinteañero desconocido, estaba al frente de la producción de lo que se convertiría en una obra maestra de horror. La matanza de Texas nació de una serie de eventos afortunados y de la ingenuidad de un Hooper que solo había rodado una minúscula película de cine verité durante su tiempo universitario.

El origen de la historia (que engaña aún diciendo que está basada en hechos reales y, no, no lo está) es una suma de experiencias: cotidianas, violentas y rutinarias. El orden en que Hooper lo narraba (murió en 2013) era el siguiente: una Navidad, dentro de una tienda en un centro comercial y siendo incapaz de salir entre la multitud, vio una estantería con sierras eléctricas e imaginó abrirse paso descuartizando a los ansiosos consumidores. Lo siguiente que cita como influencia fue su presencia en la Universidad de Texas cuando se produjo el peor tiroteo en la historia estadounidense (un hombre disparó aleatoriamente desde la torre del reloj de la universidad y mató a 18 personas e hirió a 31). ¿Lo tercero? Las enormes colas que se formaron en la entrada de los cines con La noche de los muertos vivientes; ese clásico del horror de bajo presupuesto que le dijo a Hooper que podía retratar a un Estados Unidos dividido, iracundo y perdido a través de ese género y con poco dinero. 

Lo siguiente fue una suma de casualidades y ganas. El poco estructurado guion se alimentó de historias de asesinos y caníbales reales -incluido uno que desenterraba muertos y se vestía con su piel-, del cuento de Hansel y Gretel, y la de perturbadora historia que un estudiante de medicina le contó al cineasta: un Halloween le cortó la cara a un cadáver con los que practicaba y se hizo una máscara como disfraz.

Todos los involucrados eran jóvenes y estaban emocionados por participar en un proyecto que se rodaba en su ciudad y que parecía interesante. Marilyn Burns (que falleció en 2014) era una jovencita asistente en la productora que deseaba, sobre todo, hacer una película… así llegó Sally. Gunnar Hansen, aka Leatherface, no era la primera opción para el papel. El intenso poeta de origen escandinavo reemplazó a otro actor luego de que se emborrachara, sufriese una crisis y no saliera de su habitación. Los demás actores, y equipo, llegaron más o menos bajo las mismas condiciones poco estructuradas: eran amigos, estudiantes y curiosos con poca o ninguna experiencia

Imagen promocional de 1974 | Foro para Movie Poster Image Art via IMDB.

En julio de 1973 comenzó el rodaje con un presupuesto original de 60.000 dólares. En resumen: muchísimo calor, poquísimo dinero. Desde el principio las cosas prometían no ir bien. El rodaje comenzó y el encargado de atrezzo no tenía una sierra eléctrica (ni una). Tampoco había dinero para vestuario, por lo que desde muy temprano fue claro que los actores debían usar la misma ropa (sin lavar) para mantener continuidad. Los días eran de 18 horas y se rodaba los siete días de la semana. Y había una ola de calor que dejaba los termómetros diariamente en no menos de 38 grados (llegaba a 46 grados en los interiores sin ventilación). Todo esto rodeados de cadáveres y esqueletos reales de animales que se pudrían bajo el calor, desprendiendo un olor putrefacto que hacía correr a vomitar a los actores en cuanto se decía la palabra corte. 

En resumen: durante cinco semanas los actores usaron la misma ropa maloliente y llena de sangre real, estuvieron rodeados de animales muertos en descomposición y sufrieron una ola de calor especialmente cruel. 

¿Estaba actuando o esto sucedió en la pausa? | Imagen de ‘La masacre de Texas’ original.

¿Otros ejemplos del calvario del rodaje? Durante la filmación de la escena de la cena (que duró 27 horas) todos los actores estaban encerrados en un espacio ardiente y opresivo tapado con telas negras (afuera el sol ardía) y con olor a matadero. Cuando tocó el turno de la escena en que Leatherface le corta el dedo a Sally para que el abuelo beba su sangre… el tubo de sangre falsa no funcionó, así que, sin aprobación de Marilyn, dio la orden de que la cortaran de verdad. Durante esas largas horas la actriz ha confesado que, debido al calor, el olor y el cansancio, perdió el contacto con la realidad y llegó a pensar que moriría de verdad. 

No fue lo único que sufrió. Estuvo amarrada durante horas, llena de sangre real. Fue arrastrada, golpeada con un martillo y con palos y perseguida sin descanso. Durante la golpiza que recibe, la dirección era que le pegasen más fuerte (para que se viese más realista). Burns terminó llena de moretones. 

El sudor, la sangre y las lágrimas fueron muy, muy reales | Imagen de ‘La matanza de Texas’ (1974).

Por su parte, Hansen ha confesado que su estado emocional empeoró sustancialmente durante el paso de los días. El director insistía en que no se relacionara con los demás (a él también le parecía adecuado, dado su personaje), pero llegó un momento en que se sentía aislado e iracundo, sintió que estaba enloqueciendo.

Mucho más puede contarse: el reparto estaba hambriento, insomne y rabioso (de hecho no mantendrían ninguna relación tras el rodaje), el último día de rodaje comieron brownies con marihuana sin saberlo (Hansen tenía que cortar una puerta con una sierra real y se sentía mareado), había un solo baño para 40 personas, el director cambiaba sobre la marcha lo que quería… pero no hay mejor resumen de lo horrible que tiene que haber sido todo el proceso que las declaraciones del actor que interpreta a Hitchhicker, Edwin Neal, en que afirmó que el rodaje había sido más miserable que su experiencia en la Guerra de Vietnam

Si solo supieran todo lo que venía… | Imagen de ‘La masacre de Texas’ (1974).

El actor Edwin Neal afirmó que el rodaje había sido más miserable que su experiencia en la Guerra de Vietnam. 

Tras terminar el calvario, Hooper tardó ocho meses en terminar el montaje. Y aunque la película fue un éxito, los torturados miembros del reparto (que de seguro necesitaban por lo menos ayuda psicológica) no recibieron casi un centavo. Debido al poco presupuesto habían cedido sus sueldos por participaciones en la película, pero la mitad de los derechos pertenecía a la productora… así que sus partes fueron ínfimas.

No es de extrañar, sabiendo todo esto, que la película genere esa reacción visceral en el espectador que la ha hecho un clásico indiscutible y, se podría decir, una obra de arte. Los gritos de una Sally que sobrevive, pero que nunca será la misma, ya no parecen actuados… sino un ejercicio de catarsis.

Publicidad
MyTO

Crea tu cuenta en The Objective

Mostrar contraseña
Mostrar contraseña

Recupera tu contraseña

Ingresa el correo electrónico con el que te registraste en The Objective

L M M J V S D