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'Instinto básico' o cómo ser controvertido incluso 30 años después

Instinto básico se estrenó en marzo de 1992 entre protestas y exhalaciones de shock por sus explícitas escenas de sexo y violencia. Repasamos cómo llegó a la pantalla y toda la controversia que aún la rodea

‘Instinto básico’ o cómo ser controvertido incluso 30 años después

Sharon Stone | Imagen de 'Instinto básico' vía IMDB

Hace 30 años, el picahielo ganó un nuevo sentido. Ya no era un objeto (bastante inseguro, no lo vamos a negar) para romper grandes trozos de agua congelada, era también algo nuevo: un arma homicida realmente memorable.

Cuando Instinto básico se estrenó el 20 de marzo de 1992 (después de su preestreno en Los Ángeles dos días antes) era una apuesta arriesgada. Llena de explícitas escenas de sexo (ya hablaremos más adelante de la polémica escena que se rodó sin consentimiento de Sharon Stone) y violencia, la película podía triunfar o arruinar a los involucrados. Lo cierto es que tras un fin de semana quedaba claro que pasaría lo primero. De hecho, tras su paso por los cines del mundo la película se convirtió en la séptima en recaudación ese año, con 352 millones de dólares de taquilla (para un presupuesto de poco más de 40 millones). 

Pero, ¿cómo llegó a hacerse este thriller que marcaría un género, una época y a todos los involucrados? Todo empezó cuando Carolco Pictures (responsable de éxitos de taquella como Desafío total, Rambo, Terminator II, antes de disolverse en 1996) compró el guion por tres millones de dólares. El escritor, Joe Eszterhas (Flashdance, Sliver), había terminado la historia en 13 días.

La sexual escritora de misterio sospechosa de asesinato y el detective peligrosamente seducido por lo oscuro están basados en personas reales

«Escuchaba las voces en mi cabeza, me costaba seguirles el ritmo», dijo a Entertainment Weekly en su momento. De hecho tuvo que tirar dos máquinas de escribir (o eso dijo) por romperlas al tipear tan rápido. Sus personajes, la sexual escritora de misterio sospechosa de asesinato y el detective peligrosamente seducido por lo oscuro, estaban basados en personas reales. Eszterhas había sido periodista de sucesos antes de ser guionista y había conocido a un policía que «siempre terminaba metido en un tiroteo, sospechaba que le gustaba demasiado». Por su parte, Catherine estaba basada en una go-go dancer con la que el guionista se fue a un hotel, donde ella le sacó un revolver y le preguntó, apuntándole, «dame una razón para no hacerlo». La mujer estaba cansada del trato de los hombres, el escritor conversó con ella hasta que guardó el arma. 

Imagen promocional de ‘Instinto básico’ vía IMDB.

Ya una vez adquirido el guion, el Eszterhas pidió trabajar con Paul Verhoeven, un director holandés que en ese momento era conocido por el éxito de Desafío total. Michael Douglas se unió pronto, estaba en busca tanto de un thriller erótico como de algo arriesgado, le atrajo la historia… y luego todo comenzó a ir mal. Los tres hombres discutían constantemente sobre el enfoque y sobre el personaje de Nick Curran (Douglas). De hecho el guionista llegó a dejar el proyecto, solo para volver luego. Mientras tanto Douglas y Verhoeven tenían encontronazos sobre la pasividad que el actor percibía en su personaje (algo que con personajes femeninos sigue pasando sin que nadie parezca inmutarse) ante Catherine, la que realmente dirigía la acción. 

Sharon Stone, en ese momento una relativa desconocida, se ganó el papel tras el rechazo de varias actrices más famosas a un rol que pedía desnudez y escenas de sexo muy explícitas. Verhoeven la conocía desde Desafío total. Y aunque Douglas quería compartir el riesgo con alguien más famoso (o tanto como él), al final el director logró traer a Stone al proyecto. 

Michael Douglas y Sharon Stone en la mansión de 52 millones de dólares. | Escena de ‘Instinto básico’ vía IMDB.

Ya estaban todos los jugadores, lo que quedaba era comenzar a rodar. Los nervios que Douglas había sentido (y su ego) solo se hicieron más grandes en el rodaje. De hecho estaba tan obsesionado con que su personaje estaba controlado por las acciones del de Stone que en una escena se negó a dar un paso hacia ella y en cambio pidió que ambos diesen medio paso, el uno hacia el otro… para no verse débil. 

Todos los actores, también Jeanne Tripplehorn, rodaron sus escenas de sexo sin dobles de ningún tipo y siendo dirigidos al milímetro por Verhoeven. «La mayoría de los hombres sabe cómo follan las mujeres, pero no saben cómo follan otros hombres. Así que cuando haces una escena de sexo, como un actor o una actriz, probablemente haces lo que haces en casa. Y puede que a alguien no le guste eso. Puede que el director te diga: ¡por dios! No soporto eso. ¿Qué estás haciendo?», diría el cineasta en su momento (llegó a decir que no le convencía el excesivo movimiento de «penetración» de Douglas). Lo cierto es que la más famosa escena de sexo de la película se rodó con una coreografía milimétrica y durante unos largos cinco días

Imagen de ‘Instinto básico’ vía IMDB.

Pero la escena más famosa, sin duda, es la que viene a la cabeza de todo ser viviente cuando se nombra el título de la película: el interrogatorio de la escritora, en que cruza lentamente las piernas para dejar ver que no tiene bragas a los policías que intentan intimidarla y terminan siendo controlados por ella. Ese día Verhoeven le pidió a Stone que rodase sin bragas, pero, lo que se ha sabido muchos años después es que en ningún momento le comunicó que haría enfoque en sus partes íntimas y luego lo incluiría en la película. De hecho la actriz se ha quejado desde el estreno de lo que sucedió. La escena no estaba en el guion. Se la inventó el propio director y según él la discutió con Stone. Según Stone, que lleva décadas reclamando el incidente, Verhoeven le pidió que se quitara la ropa interior porque reflejaba la luz y le mostró la toma en un monitor de baja resolución (donde no se veía nada). Luego, ya con la película terminada, Stone se vio en la pantalla, según cuenta en su autobiografía, y fue a la cabina de proyección, abofeteó al director y llamó a su abogado. 

La icónica escena de Sharon Stone ha sido criticada, imitada, homenajeada, burlada y en definitiva… ha pasado a la historia. | Imagen vía IMDB.

Treinta años después, y con el escándalo de una escena tan íntima incluida sin consentimiento explícito de la actriz, esta película sigue siendo tan controvertida como lo fue en su momento (hubo protestas tanto feministas como LGBTQ+ porque el personaje de Catherine, una peligrosa sospechosa de asesinato violento, es bisexual). Su femme fatale entre empoderada y explotada por una visión masculina de la sexualidad femenina, su detective incapaz de controlar sus deseos carnales (esa idea tan peligrosa de que los hombres no tienen capacidad de control ante una mujer) y seducido por una mujer mucho más interesante y abierta que él… Instinto básico es un manojo de contradicciones y es también reflejo de un momento, un género y una era. Y lo cierto es que es una película que no desaparecerá de los anales del cine. 

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