¿Qué va a pasar con el streaming ahora que todo el mundo quiere ahorrar?
Las acciones de Netflix bajaron, consultoras prevén una caída de 150 millones de suscriptores en todos los servicios en 2022… ¿qué va a pasar con el streaming?
En tiempos difíciles el ocio es un escape, pero, cuando se paga, puede ser también un lujo. Actualmente, con la subida de la inflación y los descabellados precios de la energía muchos hogares han tenido que replantearse sus gastos. ¿Comer, el alquiler, los servicios? Necesarios. ¿Tener todos los servicios de streaming? No. Y, ¿qué significa esto para todas las plataformas?
Si se han fijado en las últimas noticias sobre el tema, Netflix ha anunciado que por primera vez en más de una década ha perdido (y no ganado) suscriptores. De hecho, el dato es bastante malo: la previsión era ganar dos millones de suscriptores en los primeros meses del año, en cambio perdieron 200.000. Y preven perder dos millones más en lo que queda de año. Sus acciones bajaron 37% en la bolsa. Y este es el gigante del streaming. El primero, el precursor, el Goliat. Es el servicio que todo el mundo tiene… o eso parecía. Lo cierto es que Netflix es también el único de los servicios sin un enorme conglomerado mediático que lo respalde. Y también ha subido sus precios. Y también ha dejado que le quiten gallinas de los huevos de oro (a la hora de ganar suscriptores) como Friends, por ejemplo. Pero Netflix no es el único que afronta una posibilidad real de perder suscriptores.
Hace unos pocos años el panorama del streaming era amplio y la competencia poca. Con el éxito de Netflix, gigantes tecnológicos o del entretenimiento como Amazon, Disney o Apple se plantearon entrar en el negocio de la televisión via plataforma, de desarrollar su propio contenido, y, en el caso de Disney, de utilizar su enorme catálogo a su favor. Y ahora no solo existen esos servicios, hay muchos más. La competencia ya no solo existe, es reñida. Y cada servicio exige, cómo no, un pago mensual. Y esa suma, la de tener por lo menos cuatro o cinco, implica alrededor de 50 euros al mes.
En 2022 habrá bajas de hasta 150 millones de suscriptores en el streaming en todo el mundo
Ya lo prevía The Guardian para los suscriptores británicos: darse de baja será la tendencia. Y citaba a Dominic Sunnebo, de Kantar Worldpanel, la firma de estudios de mercado y tendencias que publica el reporte sobre Entertainment on Demand: «Muchos servicios de streaming vivieron una subida en sus suscripciones durante lo peor del Covid, pero ahora habrá una estabilización. La evidencia sugiere que en los hogares británicos se están buscando maneras de ahorrar y la suscripción a estos servicios está viendo los efectos de estos recortes». Por su parte, la consultoría Deloitte estima que en 2022 habrá bajas de hasta 150 millones de suscriptores en el streaming en todo el mundo.
¿Y qué pasará? Es difícil saberlo. Estas compañías no obtienen ganancias reales más que de las suscripciones y su prestigio (que genera valor en bolsa) y, de hecho, tienen enormes deudas -estás sí reales- generadas por sus costos de producción y promoción. En el caso de servicios como Disney+ (que tiene detrás a lo que es básicamente un monopolio de la industria) la posibilidad de problemas es menor.
Para servicios como Apple TV, su producción de contenido -aunque de precios estratosféricos- es reducida, su prestigio crece a pasos agigantados (véase Ted Lasso, pero también el fenómeno de culto que es Separación) y tiene detrás a Apple, una empresa trillonaria que no depende en absoluto de las ganancias (o pérdidas) de su rama de streaming.
Algo similar pasa con Amazon Prime Video, uno de los servicios más estables (la suscripción viene con la de Amazon Prime, eso ayuda bastante). HBO Max, por su parte, tiene los estrenos solo 45 días después de su estreno en salas de las películas de Warner que pasan por el cine, así como su enorme prestigio histórico… que sigue manteniendo no solo con su catálogo sino cono éxitos como Sucesión.
¿Y Netflix? De momento los premios Oscar la siguen evadiendo (no así a AppleTV) y la compañía ha informado que generará una opción del servicio con publicidad para obtener mayores beneficios y eso dice mucho.
Pero también hay otros factores. Lo cierto es que, por su parte, Netflix (y HBO-Max) tienen, por su longevidad, una fidelidad que los nuevos servicios -aunque adinerados y poderosos- no tienen. También cuenta quién tiene fenómenos virales en su catálogo y quién gana premios.
Lo cierto, es que la competencia está a punto de ser mucho más feroz. ¿Qué se puede esperar? Hay dos vertientes posibles: una, reducir los gastos y solo invertir en éxitos probados (pero eso ya lo hacen los estudios de cine y las producciones de streaming son justo una especie de respuesta más interesante, arriesgada y diversa a eso) o lanzarse de lleno a generar contenido que atraiga tanto a los espectadores que tengan que quedarse en el servicio.
Vienen tiempos interesantes. La era del Peak TV por fin ve algo más que destellos dorados. Veremos qué tan preparados están todos para algo más que el crecimiento desmesurado.