El Primavera Sound cierra la edición con una nueva polémica por su Brunch On The Beach
Muchos espectadores se han quedado sin poder entrar a los conciertos diurnos en la playa de Sant Adrià del Besòs
El Primavera Sound se ha despedido este domingo de Barcelona con Bruch On The Beach, una serie de conciertos diurnos en la playa de Sant Adrià del Besòs, que han estado marcados por la polémica porque muchos espectadores se han quedado sin poder entrar. Los organizadores han culpado de este nuevo inconveniente, que llega después del caos sucedido al principio del festival, al Ayuntamiento de la localidad, según informa Efe.
Nika Kraviz, Amelie Lens, Peggy Gou, Monolink y Nicola Cruz han sido algunos de los artistas que han actuado en los dos escenarios situados juntos al mar, aunque separados de él por unas vallas para que los asistentes no se bañen. El público tampoco ha podido pisar descalzo la arena porque está prohibido desde que el Ayuntamiento detectó elementos tóxicos que pueden ser cancerígenos.
En esta playa urbana, con las tres chimeneas de la central térmica de Sant Adrià al fondo, se han despedido del festival las 15.000 personas que han podido acceder. Muchas otras se han quedado fuera porque todos los que disponían de abono para alguno de los dos fines de semana de conciertos en el Parc del Fòrum tenían, en principio, derecho a entrar.
Durante los últimos 12 días, cerca de medio millón de personas han asistido a los conciertos del Fòrum, por lo que, previendo que habría overbooking, los organizadores avisaron el pasado jueves de la necesidad de reservar entrada para el Bruch On The Beach. Esta noticia propició las quejas de los asistentes al Primavera, porque las reservas se agotaron rápidamente y muchas personas aseguran que nadie les avisó de que era necesario llevar a cabo este trámite para poder entrar.
Algunos de los que consiguieron entradas, que eran gratuitas con el abono, las han ofrecido hoy en la reventa de internet a otras personas con abono pero que no pudieron reservar, lo que ha vuelto a levantar quejas.
Por su parte, Primavera Sound ha culpado al Ayuntamiento de Sant Adrià de que mucha gente se haya quedado fuera porque, según ha asegurado su codirector Gabi Ruiz, tenían previsto habilitar una zona de conciertos para 30.000 personas, pero en el último momento el consistorio cambió de opinión y lo limitó a 15.000.
Este punto ha sido desmentido por la alcaldesa de Sant Adrià de Besòs, Filo Cañete, que ha asegurado que el Primavera Sound tenía autorizado un aforo en el área de su municipio de 15.000 personas, que «en ningún momento» el consistorio había permitido uno de 30.000 y que, para ediciones futuras, «no pensamos incrementarlo, sino en todo caso disminuirlo».
Para compensar a las personas que se han quedado fuera de esta fiesta en la playa, Primavera Sound anunció el sábado una treintena de actuaciones extra esta noche en las salas Razzmatazz y Apolo, que han empezado a las 18:00 y acabarán a las 05:00 de la madrugada.