'El desaliento', un 'thriller' de espías entre el sur español y el global
Un doble asesinato en la Embajada española de un país imaginario de África es el punto de partida de la última novela del escritor Rafael García Maldonado
Un doble asesinato en la embajada española de Sembia, un país imaginario de África, reúne treinta años después de los hechos al inspector español que se ocupó sin éxito del caso y a una inspectora francesa de origen marroquí. Los crímenes, ocultados por la diplomacia y los servicios secretos, constituyen el punto de partida de El desaliento, una novela que, por su sinopsis, puede parecer un thriller de espías pero que, nada más comenzar la lectura, se convierte en mucho más.
La historia se estructura en torno a la cita entre el español y la francesa, en un largo diálogo, o más bien monólogo, a través del cual se van deslizando pistas y situaciones que ayudan al lector a reconstruir, a través de la memoria del narrador, los horribles crímenes, así como otras aristas de la atormentada vida del protagonista: el amor, la muerte o la vejez se deslizan entre los recuerdos y reflexiones del policía.
El desaliento, publicada por la editorial Anantes, es la última obra del escritor malagueño Rafael García Maldonado (1981), que vuelve a la novela tras resultar finalista del Premio Andalucía de la Crítica en la modalidad de relato con Si yo de ti me olvidara, Jerusalén.
El autor nos recibe en su casa de Fuengirola («Luz de agosto»), y nos define la obra como una «novela de espionaje escrita por el envés», una obra sobre «los abismos de la memoria y el dolor» donde lo importante no son los hechos investigados sino «las emociones, los sentimientos, la psicología de los personajes» que, de una u otra manera, acaban involucrados en tan escabrosos sucesos.
La obra de García Maldonado se ha gestado tras su experiencia como cooperante en Senegal
El personaje principal desahoga sus fantasmas a través de una larguísima confesión, donde hay más dudas y sombras que certezas, pero se complementa de forma polifónica con las voces de otros intervinientes en la trama que, en conjunto, facilitan al lector las herramientas necesarias para fabricar el final de la historia pues, en esta obra compleja e intensa, la verdad reluce tras el estudio de los testimonios de las diferentes voces, asomándonos por el camino a «todo lo que hay en la psique humana y no se ve». Los asesinatos, a pesar de la intriga que provocan, son para el autor una excusa para retratar el trauma de unas personas que, por diversos motivos, «ven la cara a la muerte» provocándoles un conflicto existencial y una herida que marca su vida.
La obra de García Maldonado se ha gestado durante más una década, tras su experiencia como cooperante en Senegal, que inspira el país imaginario donde se sitúa la trama. Lo autobiográfico está presente también en uno de los personajes de la novela, un médico que acaba compartiendo el horror con los policías enviados desde España. Es esta palabra, el horror, así como otros detalles que el lector perspicaz captará durante la lectura, la que emparenta la obra con El viaje al corazón de las tinieblas, de Joseph Conrad.
El escritor, que en esta y otras obras muestra su predilección por Benet, al que ha dedicado un ensayo, no puede dejar de sumar a sus influencias, quizás la más importante, la de Faulkner. Definiéndose así mismo como «escritor sureño», a través de las páginas de El desaliento se desarrolla un paralelismo, maravilloso desde el punto de vista estilístico, entre la América sureña y esclavista que retratase Faulkner, la Andalucía del bajo Guadalquivir, un sur excelentemente retratado a donde llegan los africanos a trabajar como jornaleros, y el sur del mundo que es Sembia.
«Una prosa insólita, bellísima, de una riqueza y exigencia extraordinarias», como bien lo ha definido César Antonio Molina, en la línea de Faulkner, Onetti y Benet, como ha comentado Félix de Azúa, Rafael García Maldonado ya está terminando un nuevo diario que verá la luz el año próximo y que sigue la senda de obras como El trapero del tiempo (2013), Tras la guarida (2015) y Por un perro sin tumba (2017), el volumen de relatos Cuaderno de incertidumbre (2016), el ensayo Benet. La ambición y el estilo (2018) y el dietario Diario de cabotaje. Una inmensa soledad (2020).