Entre el chotis y los superhombres: así es '¡García!', la nueva producción española de HBO

El género fantástico español está de enhorabuena: HBO Max ha estrenado recientemente en su plataforma la versión adaptada a la pequeña pantalla de ¡García!, una novela gráfica muy cañí que bebe directamente de la sátira política y el thriller de acción. Con sabor muy español.

Bajo la dirección de Eugenio Mira, ¡García! nos presenta a un superagente de los servicios franquistas de inteligencia criogenizado durante décadas. Creado en un laboratorio por un científico loco y nazi en los años 50, García despierta en la España de hoy gracias a Antonia, una periodista de investigación que, por accidente, se ve envuelta en una conspiración para acabar con la democracia.

Hablamos de esta serie ahora porque, aunque se estrenó hace algo más de un mes, ya tenemos cinco capítulos disponibles, por lo que podemos comentar con conocimiento de causa una producción que está a punto de dar por finalizada su primera temporada.

El juego entre el pasado y el presente

Esta serie nos recuerda por momentos El Ministerio del Tiempo, el éxito rotundo de Televisión Española que nos acercaba a una institución secreta que velaba por mantener intacta la historia española. No es casualidad: uno de sus guionistas, Carlos de Pando –la otra es Sara Antuña, su colaboradora habitual–, fue el autor de casi una docena de episodios de la ya mítica serie de TVE.
El agente García, este «portento», este superhombre de la España más rancia, es la excusa perfecta para realizar este viaje en el tiempo.

Nuestro protagonista despierta en la España de 2022, diversa, moderna, y repleta –también– de corrupción política. Experimenta un shock inicial que va alargándose durante toda la serie, en mayor o menor medida. Vemos a un hombre que murió en pleno franquismo y que se encuentra con una sociedad tecnológica en la que se respetan los derechos de los homosexuales, en la que las mujeres ya no viven bajo la tutela de sus maridos y en la que el enemigo, que antes era sencillamente el rojo, se difumina.

Poco a poco vamos conociendo mejor la historia de García, nuestro superhombre cañí, pero lo que queda claro desde el principio es que, aunque chapado a la antigua, este superagente es, sobre todo, una buena persona. En realidad, no sabemos si es una persona, pero sea lo que sea tiene un buen corazón.

Acción y espías a la española

Esta versión live action de la novela gráfica de Santiago García y Luis Bustos es un proyecto ambicioso desde el punto de vista de la producción. El encargado de llevarlo a puerto ha sido Eugenio Mira, creador de unas cuantas obras de culto del fantástico patrio. Ha trabajado mucho en el extranjero y en ¡García! se nota. A través de la fotografía y de la banda sonora asistimos a un continuo homenaje al cine clásico de superhéroes, un guiño a los referentes de este tipo de películas, pero en Madrid.

El estilo es muy americano, sí, pero la producción es totalmente española y el tono muy cañí. Asistimos a manifestaciones que parecen sacadas del mismísimo 15-M, viajamos a una verbena de La Paloma de los 50 en la que se bailan chotis, vemos a políticos con parecidos razonables… Es una película de espías en la que los espías tienen DNI español, sin complejos.

Más allá de la ejecución técnica, que con el respaldo de un gigante como es HBO Max se esperaba que fuera excelente, el guion está muy logrado. La serie se toma su tiempo para ahondar en la mayoría de personajes, especialmente –claro– en los protagonistas. Tal vez sea confusa la parte de los flashbacks, muy recurrentes en esta historia que está a medio camino entre el presente y el pasado. Pero lo que más cojea es, seguramente, el apartado de la interpretación.

Los actores son, en su mayoría, principiantes en estas lides. No es que sean debutantes, pero la mayoría no ha participado en ninguna gran producción internacional como esta –que, aunque sea española, se distribuye en todo el mundo a través de HBO–. Salvo el de Emilio Gutiérrez Caba, el de Silvia Abascal y el de Lola Herrera, el resto de nombres son más o menos desconocidos para la mayoría de la audiencia. Un reparto muy joven con muchas ganas, pero cuyas interpretaciones a veces le restan un poco de veracidad a unos papeles que, eso sí, están muy bien escritos.