Los Museos Vaticanos devolverán fragmentos de mármol al Partenón de Atenas
La decisión de devolver estas piezas sigue la voluntad de Francisco de tejer buenas relaciones con la iglesia ortodoxa griega
La decisión de devolver estas piezas sigue la voluntad de Francisco de tejer buenas relaciones con la iglesia ortodoxa griega
El papa ha decidido devolver los fragmentos de mármol del Partenón de Atenas, una cabeza de caballo y dos humanas, custodiados en los Museos Vaticanos desde el siglo XIX, según anunció hoy la Santa Sede en un comunicado.
La decisión del pontífice argentino sigue su «sincero deseo de proseguir el camino ecuménico» (movimiento que busca la unidad de las ramas cristianas) con la iglesia ortodoxa griega, por lo que la «donación» irá en favor del arzobispo de Atenas y cabeza de la iglesia ortodoxa en Grecia, Jerónimo II.
Los Museos Vaticanos poseen tres fragmentos de mármol pentélico -una cabeza de caballo y dos humanas- desde el siglo XIX, procedentes de la decoración escultórica del Partenón ateniense, construido en el siglo V a.C y expoliado a lo largo de la historia.
«El Santo Padre Francisco, como señal concreta de sincero deseo de proseguir el camino ecuménico y de testimonio de la Verdad decidió donar a Su Beatitud, Jerónimo II, arzobispo de Atenas y de toda Grecia, los tres fragmentos del Partenón, desde hace siglos custodiados con cuidado en los Museos Vaticanos y expuestos a millones de visitantes llegados de todo el mundo», reza la nota.
El Vaticano en 2007, en tiempos de Benedicto XVI, negó la devolución de estos tres vestigios, llegados a sus fondos hace dos siglos tras una serie de operaciones de compraventa, pero uno fue prestado a las autoridades helénicas para una exposición en 2015.
Las tres piezas pertenecen a la decoración escultórica del principal templo de la acrópolis ateniense, erigida en el siglo V a.C, edad de oro de la cultura helénica, por voluntad de Pericles, y su autoría está atribuida a la mano del maestro Fidias. La cabeza de caballo procede del frontón occidental del edificio, en el que se representaba la disputa mitológica entre la diosa de la sabiduría Atenea y el de los océanos Poseidón por el dominio de la región griega del Ática. El animal, de hecho, formaba parte de la representación de la cuádriga de la diosa guerrera y protectora de la ciudad.
En cuanto a los otros dos mármoles, representan la cabeza de uno de los niños encargados de hacer las ofrendas en el templo y la de un hombre barbudo que formaba parte de la representación del mito de la Centauromaquia, relatado en las metopas meridionales del Partenón.
La devolución vaticana de estas piezas sigue la voluntad de Francisco de tejer buenas relaciones con la iglesia ortodoxa griega, con la que en el pasado Roma siempre mantuvo muchas desavenencias (entre otras, los ortodoxos culpan al Vaticano y a los cruzados de la caída de Constantinopla en 1453). Y se produce en un momento de debate sobre la descolonización de los museos europeos.
Por ejemplo, el Museo Británico de Londres posee desde comienzos del siglo XIX los conocidos como «Mármoles de Elgin», una enorme colección de piezas decorativas del templo ateniense, así como gran parte de su friso y de sus frontones.
Atenas reclama las piezas desde hace años y construyó expresamente en 2009 un nuevo Museo de la Acrópolis para demostrar que cuenta con un lugar adecuado para albergar ese tesoro arqueológico. En la actualidad, negocia la repatriación de los mármoles desde Londres.
Asimismo, Italia anunció el pasado enero la devolución a Atenas de un fragmento de mármol perteneciente a una parte del friso occidental del Partenón, guardado durante más de dos siglos en un museo de Palermo (sur).
Fuente: EFE