María Jesús Espinosa de los Monteros
Si Dios fuera de izquierdas
«El pecado más notable de ‘Los dos Papas’ es esa omisión acerca de los abusos cometidos por miembros de la Iglesia durante décadas»

María Jesús Espinosa de los Monteros
«El pecado más notable de ‘Los dos Papas’ es esa omisión acerca de los abusos cometidos por miembros de la Iglesia durante décadas»
La llegada del progresista papa Francisco creó las expectativas de que la visión de la Iglesia respecto a la homosexualidad cambiaría, pero ¿ha sido así?
Jordi Évole ha entrevistado a Francisco, cabeza de la Iglesia Católica. Évole le llama de “usted” y le habla con el mismo respeto y cariño que a Nicolás Maduro. Es una entrevista muy mundana, en la que el Santo Padre le pide al periodista que rece por él, o que al menos le mande “buena onda”. Un deseo muy New Age, por otro lado.
La nación mexicana no se liberó de la colonización española, sino que surgió de ella
«La extemporánea declaración del presidente mexicano López Obrador no es tan anecdótica ni irrelevante como puede parecer»
En los días pasados ha tenido lugar en Roma una cumbre de presidentes de conferencias episcopales, para abordar la lucha contra los abusos a menores. Al menos desde hace unos quince años, parte del diagnóstico y de las soluciones son evidentes. Otra cosa es que se actúe en consecuencia, y que cambie la cultura dentro de la Iglesia, especialmente en los países con menos recursos y de culturas menos favorables al rigor institucional.
Una luna teñida de sangre se cierne sobre la colina vaticana. De fondo, un fresco de intrigas palaciegas que reflejan una crisis mucho más honda. La carta escrita por el exnuncio vaticano en los Estados Unidos, Carlo Maria Viganò, –un J’accuse en toda regla contra el papa Francisco y algunos de sus colaboradores– supone un paso del Rubicón inaudito en la reciente historia de la Iglesia.
El Papa Francisco ha sugerido, en una intervención en un canal italiano de televisión, que sería conveniente un cambio en la versión inglesa de la oración del Padrenuestro; concretamente, en el versículo que en español dice “Y no nos dejes caer en la tentación”. En francés, la frase tiene el mismo sentido que en español, pero en las versiones más difundidas y rezadas en el mundo anglosajón dice “lead us not into temptation” (no nos conduzcas a la tentación).
Al ser elegido papa, Jorge Mario Bergoglio escogió el nombre de Francisco en honor a San Francisco de Asís, el santo italiano de los siglos XII y XIII caracterizado por su desapego de lo terrenal. El Pontifex Maximus, sin embargo, se ha destacado mucho menos como figura espiritual que como actor político dispuesto a colocar la Santa Sede entre los poderes rectores de la geopolítica mundial, una acción eminentemente terrenal. En lugar de puente espiritual de comunicación con la divinidad, el papa ha fungido como puente de diálogo entre las facciones que se disputan el poder en diversos lugares del mundo. Pero a pesar de sus recurrentes llamados “a la apertura y el diálogo sincero con los demás, a reconocer los derechos y las libertades fundamentales”, sus diálogos han mostrado un particular sesgo.