El futuro que predijeron nuestros antepasados
El servicio de ‘streaming’ gratuito de CaixaForum Plus ofrece la serie ‘Paleofuturo’, que trata sobre la ciencia que estudia la historia de las predicciones futuristas
Todavía no lo sabemos, pero nos vamos a equivocar. La pulsión humana por las predicciones corre paralela con el talento de la realidad para salir por peteneras. ¿Dónde están los coches voladores? ¿Por qué puñetas no hemos llegado a Marte? De repente, en vez de todo eso tenemos internet, algo que nadie se esperaba. ¿Nadie? Aunque, efectivamente, nadie acertó a dar una descripción exacta por adelantado, hubo quien se acercó bastante. Moraleja: si algunas profecías del pasado han resultado menos fallidas que otras, quizá se pueda aprender de la estructura última de todas ellas para afinar el tiro de las del presente. La ciencia del paleofuturo cree que sí, que se puede. Además, en todo caso, el futuro del pasado tiene aspectos fascinantes, a veces realmente cómicos y/o enternecedores, a veces inquietantes…
CaixaForum Plus, el servicio de streaming gratuito de la Fundación la Caixa ofrece una serie sencilla, más entretenida y divulgativa que ambiciosa, para introducirse en el concepto. Cinco capítulos de entre 15 y 20 minutos tratan otros tantos de los temas estelares del paleofuturo: los medios de transporte, los robots, la vida humana fuera de la Tierra, las nuevas ciudades y un resumen final de la pugna entre utopías y distopías.
Cada capítulo se abre con la misma declaración de intereses, que hace las veces de una definición –«El paleofuturo estudia el futuro imaginado en el pasado para compararlo con el presente»– y propone un enfoque práctico: «¿Queremos saber algo del futuro? Aprendamos de la historia».
Desde un punto de vista más académico, aunque no se trata de una ciencia muy trabajada por esos lares, podemos encontrar cosas como el análisis «The American futures studies movement (1965–1975); its roots, motivations, and influences» de Kaya Tolon, que explica que, «aunque las publicaciones futuristas a lo largo de las décadas de la Guerra Fría contenían abundantes reflexiones y proyecciones basadas en análisis históricos, no todas contenían análisis exhaustivos de sus contextos históricos. El estudio de los futuristas del pasado ha crecido hasta convertirse en un pequeño pero animado tema histórico, con incluso una revista en línea llamada Paleofuture, elaborada por Matt Novak».
Efectivamente, el australiano Matt Novak se ha convertido en algo así como el gran profeta del paleofuturo. Tras su paso por la BBC y la prestigiosa Smithsonian Magazine y Gizmodo, ha creado la citada revista como medio independiente. En ella, además de casos interesantes en sí mismos, Novak escoge los episodios de mayor resonancia en la actualidad. Es el caso, por ejemplo, del que recuerda que la Reserva Federal predijo en 1977 que un galón (3,785 litros) de leche costaría 12,50 dólares en la actualidad: «La inflación ha sido brutal últimamente, con una subida de precios del 7,1% respecto a hace un año. Y aunque la tasa de inflación se ha enfriado en los últimos cinco meses, sigue siendo difícil para mucha gente llegar a fin de mes. Pero al menos una predicción de la Reserva Federal sobre la inflación en la década de 1970 fue errónea», dice.
En otras ocasiones, Novak subraya acercamientos que en su momento pasaron desapercibidos, como el parecido más que razonable del nuevo concepto de avión de ala mixta de Airbus con un diseño futurista de los años 40: «A principios de este año, Airbus presentó un nuevo y elegante concepto de avión con un ala mixta de aspecto increíblemente futurista. Y aunque parece sacado de una película de ciencia ficción de la década de 2010, el concepto de avión también tiene muchos elementos de retrofuturismo. En concreto, el avión se parece a la propuesta de Northrop Flying Wing de la década de 1940».
En cualquier caso, siempre funciona el encanto de una estética que en su momento buscaba epatar por su sofisticación y hoy nos produce entre ternura y risa. Véase, por ejemplo, la entrada sobre una prefiguración de las videollamadas publicada en una revista de tecnología en 1918. Más glamurosa que Zoom, desde luego.
Novak aparece entrevistado en los episodios de la serie de Caixafórum, que también tira de talento nacional. Acude, por ejemplo, a las fecundas fuentes de la ciencia ficción con las aportaciones de Alejo Cuervo, director de Ediciones Gigamesh, entre las que destaca la predicción de Internet y sus dinámicas sociales en el libro El jinete en la onda de shick, de John Bruner, publicado en 1975.
Cuenta la serie también con las opiniones de Elisabet Roselló, historiadora y fundadora de Postfuturea, una agencia de innovación estratégica basada en sistemas, tendencias y ciencias sociales que crea «instrumentos, modelos, estrategias y planes para un mundo más sostenible y viable» para operar «tanto para empresas y clusters que desean detectar los nuevos escenarios emergentes para sus estrategias y organización» como «para el sector público». La base de su modelo de negocio consiste en utilizar el paleofuturo para facilitar «el entendimiento del entorno y contextos complejos, entrelazando conocimiento profundo, datos de fuentes científicas o contrastables, herramientas de diseño generativo y participativo, pensamiento y acción sistémica, prospectiva y diseño especulativo».
¿Por qué no podría surgir una floreciente industria de la búsqueda de claves para el funcionamiento del presente en el futuro del pasado? Stephen Hawking dijo que podemos viajar en el tiempo. Efectivamente.