'La ruta', la serie que desanda los pasos de la movida valenciana y que arrasó en los Feroz
Atresplayer presenta este ‘coming-of-age’ que retrata unos años en los que se hizo la revolución bailando y que fue la gran ganadora de los pasados premios Feroz
La temporada de premios se nos ha echado encima. Este fin de semana se celebran en Sevilla los premios Goya, el máximo exponente del cine español. Estos grandes premios de las academias todavía no reconocen a las series –tiempo al tiempo–, pero sí lo hacen otros galardones como los que entrega la prensa especializada. Por ejemplo, los Globos de Oro, en Estados Unidos, o los premios Feroz, en España. Estos últimos se entregaron hace unas semanas y hubo una triunfadora incontestable –junto con No me gusta conducir– en el apartado de ficción televisiva: La ruta, una serie original de Atresmedia que había pasado algo desapercibida hasta ese momento.
A través de su plataforma de streaming, Atresplayer, este gigante de la televisión en España lleva ya años descubriendo y brindando un espacio de libertad creativa a algunos de los jóvenes talentos del audiovisual patrio. Las series Veneno o Cardo son buena muestra de ello. Ahora es el turno de La ruta, que en los Feroz –en los que era la serie más nominada– arrasó con tres premios importantes: Mejor actriz protagonista de una serie para Claudia Salas; Mejor guion de una serie para Borja Soler, Roberto Martín Maiztegui, Clara Botas, Silvia Herreros de Tejada y Pablo Remón; y el Feroz a la Mejor serie dramática producida por Montse García, Eduardo Villanueva y Nacho Lavilla.
Esta ficción de ocho capítulos de unos 50 minutos de duración cada uno nos lleva de viaje. Concretamente, a la ruta del bakalao, o lo que es lo mismo: la movida valenciana. Año 1993, un grupo de amigos se despide de su ritual fiestero en una masificada Ruta Destroy. Este es el punto de partida de un periplo que nos lleva, año a año, discoteca a discoteca, desfase a desfase, hasta 1981, cuando visitan Barraca por primera vez. Un trayecto inverso por una década que nos va descubriendo, poco a poco, las vivencias de estos cinco personajes, un camino hacia la inocencia inicial.
«La ruta es un retrato social de un tiempo en el que Valencia se convirtió en el epicentro de la música electrónica mundial, unos años en los que bailar era la forma de rebelión de los hijos de la Transición»
La ruta es un retrato social de un tiempo en el que Valencia se convirtió en el epicentro de la música electrónica mundial, unos años en los que bailar era la forma de rebelión de los hijos de la Transición. Un homenaje desprejuiciado a aquel lema de haremos la revolución bailando y una muestra de que la movida no fue solo madrileña.
Una obra fresca y una oda a la juventud
No está en Netflix o HBO, tal vez por eso esta serie había pasado desapercibida antes de arrasar en los Feroz. Es una pena, porque logra recrear ese ambiente de fiesta desenfrenada, aunque sin florituras. No ensalza las drogas como hacen otras series juveniles de gran éxito como Élite, sino que las retrata con la crudeza justa, sin prejuicios pero sin obviar su significado y sus efectos en los personajes. Lo hace con una precisión propia de un cirujano que dibuja en esas líneas de guion un relato verosímil para entender qué fue eso de la ruta para todos aquellos que, por edad, no pudimos vivirlo en primera persona.
«No es exactamente una serie adolescente, pero sí es un coming-of-age en toda regla»
No es exactamente una serie adolescente, pero sí es un coming-of-age en toda regla: aunque a la inversa, sirviéndose de un flashback continuo, retrata la pérdida de la inocencia, la búsqueda de la identidad, las complicadas relaciones que surgen en un variopinto grupo de amigos que buscan su sitio. Desde un chaval de pueblo que se hace a sí mismo en una jauría, que pasa de no saber leer a dominar el mundo de la noche, hasta una estudiante de Bellas Artes de buena familia que trata de encajar en un mundo que no parece el suyo.
Gran parte de culpa de que La ruta sea lo que es –una obra fantástica– es la interpretación de los actores protagonistas. Àlex Monner, Ricardo Gómez, Elisabet Casanovas, Guillem Barbosa y Claudia Salas componen un elenco que funciona como un reloj suizo. Un engranaje perfecto para dar forma a una historia original y fresca. Especialmente la última, Claudia Salas, una joyita de la interpretación patria que viene de Vallecas pero que en La ruta parece valenciana de toda la vida. A Salas ya la hemos visto en otros sitios, como en Élite, aunque en La ruta saca todo su potencial. A partir de ahora, vamos a verla por todas partes, ya lo verán.
El éxito de La ruta se sustenta sobre varios pilares, pero todos se resumen en uno solo: el cuidado del talento incipiente, ese que es difícil de mostrar si no cuentas con un padrino o unos contactos que te brinden una oportunidad. Bien por Atresplayer por apostar por estos jóvenes talentos que sueñan con contar historias originales y que tienen, al fin, un hueco para hacerlo.