Losantos 'psicoanaliza' a Ayuso en su nuevo libro: «No fue la niña de los ojos de papá»
El comunicador define a la presidenta madrileña como una «huérfana del Vaticano» y con una relación difícil con su progenitor
Fotomontaje de Federico Jiménez Losantos e Isabel Díaz Ayuso. | TO
Pocos saben que el comunicador Federico Jiménez Losantos fue uno de los fundadores de la Biblioteca Freudiana de Barcelona y de la revista Diwan, que tenía entre sus temas centrales el psicoanálisis. Eso le confiere ahora cierta autoridad para deslizar en su nuevo libro, El retorno de la derecha (Espasa), un perfil psicológico de Isabel Díaz Ayuso. Su infancia, su adolescencia, su fase de madurez y la presidenta regional que ya todos conocemos.
El periodista ahonda en la niñez de la dirigente popular para explicarnos cómo era la relación con sus familiares: «No fue la niña de los ojos de papá». Y añade: «Su padre desarrolló hacia ella una serie de exigencias sociales que quizás tenían que ver con no ser el primogénito, cuatro años mayor, ni una muñeca, aunque con sus rizos rubios y sus grandes ojos pudiera parecerlo».
Avisa Losantos a los más crédulos señalando que lo que escribe «no es científico, ni indiscutible». La perspectiva del tiempo y los años pasados desde su abandono del marxismo le hacen ser prudente respecto a las teorías del psicoanálisis que muchos jóvenes antifranquistas como él abrazaron en su despertar intelectual. No ahorra, sin embargo, detalles en un retrato de Ayuso que arranca con la importancia que juega «la infancia» en «todos los líderes carismáticos».
El amor de sus abuelos
En la infancia de la presidenta de la Comunidad de Madrid tienen, según Losantos, un rol central sus abuelos: «Yo creo que la difícil relación del padre con la niña reflejaba en realidad la que tenía con la madre y pudo marcar de manera sombría la infancia de Isabel. Sin embargo, en esos primeros años la niña tuvo una familia de repuesto y de cuento, la de sus abuelos maternos, que siempre le adoraron».
«Ella veía en su abuela una mujer queridísima por su abuelo, que era lo que no veía en casa. También un continuo acicate para sus aficiones, desde el dibujo y la pintura hasta los deportes. Pero, por encima de los mimos típicos de los abuelos, frente a la exigencia forzosa y diaria de los padres, lo que la niña encontró con ellos, y marcó su carácter, fue la alegría de vivir», abunda.
«Una huérfana del Vaticano»
El libro también señala los culpables de la pérdida de la fe de Ayuso, como un Vaticano que siempre se ha posicionado a favor de los nacionalismos: «Al morir su abuelo, Isabel perdió la fe, algo que muestra hasta qué punto era él su referencia paterna, su dios particular. Pero ella es cultural y sentimentalmente muy católica, por españolismo, por tradición popular y porque, como muchos en la derecha, ve imposible separar lo católico de lo español en la historia universal».
Y sigue: «Por eso sigue de cerca los avatares de la Iglesia y rabia con los desdenes del papa Francisco a santa Teresa o el papel de España en el arte y el pensamiento católico, es decir, universal. Ayuso es una huérfana del Vaticano, que lamenta su deserción en la defensa de la historia de España y su rendición ante la izquierda y los separatismos. Quería a Juan Pablo II, veneraba a Ratzinger, y no puede ni ver a Francisco. Vamos, una liberal española absolutamente normal».
Según explica en el libro, el comunicador ha elaborado el perfil de Ayuso a través de conversaciones con ella y lo que se ha publicado en los medios de comunicación.
