Cien años de la llegada de Hemingway a Madrid: «No nací en España pero no es culpa mía»
Al escritor norteamericano le indignaba, recuerda, que le dijeran que venía por los toros, ya que antes prefería el Museo del Prado
«No nací en España pero eso no es culpa mía», aseguraba Ernest Hemingway, que estuvo una veintena de veces en suelo español, la primera de ellas hace cien años, los que se conmemoran ahora con diferentes actos en recuerdo de su labor como corresponsal de guerra y los lugares que inspiraron algunas de sus obras.
Entre ellos los organizados en Madrid por la asociación «Soy de la Cuesta» que se desarrollarán de junio a noviembre y que incluyen una ruta gastronómica por los lugares que frecuentó el Premio Nobel de Literatura norteamericano, como el Museo Chicote, la Cervecería Alemana o el hostal Aguilar, primer alojamiento donde se hospedó Hemingway en 1923 y en el que se inspiró para escribir su relato La capital del mundo.
De las andanzas de Hemingway por Madrid ha hablado este martes Ramón Buckley, experto en literatura moderna española y norteamericana e hijo del que fue su colega durante la Guerra Civil española, el corresponsal del Daily Telegraph Henry Buckley.
Hemingway (Illinois, Estados Unidos, 1899) decidió visitar España por consejo de la también escritora norteamericana Gertrude Stein, ya que decía que era un país que no estaba «machacado» tras la Primera Guerra Mundial, una tierra con gente «espontánea», lo que no se veía en el resto de Europa.
«Se enamoró de España, fue un flechazo», asegura Ramón Buckley, y regresó en numerosas ocasiones. A Hemingway le indignaba, recuerda, que le dijeran que venía por los toros, ya que antes prefería el Museo del Prado.
Hemingway y Buckley se conocieron en 1936 como corresponsales extranjeros en la Guerra Civil, alojados en el desaparecido hotel Florida de Madrid, aunque el norteamericano cobraba «diez veces más que cualquier otro» periodista extranjero pues sus crónicas se publicaban en unos 40 periódicos.
Del hotel Florida se trasladaban a diario al edificio de Telefónica para transmitir sus crónicas junto a otros muchos colegas aunque ambos tenían una ventaja sobre el resto, ya que conocían España de estancias anteriores, destaca el experto en Hemingway.
La Cervecería Alemana y Chicote eran otros de los lugares que frecuentaban en el Madrid en guerra, y en este último establecimiento ambientó su mejor cuento corto, La denuncia, asegura Ramón Buckley.
Como «bebedor, muy temperamental y con muy mala leche» recuerda el experto en Hemingway al escritor que, explica, también salvó la vida de su padre sacándole del río cuando cubrían la batalla del Ebro.
Cinco correponsales extranjeros se encontraban cruzando el río Ebro para conocer con Enrique Líster las posiciones de ejército republicano cuando aviones franquistas comenzaron a bombardear y la barca empezó a zozobrar sin que el barquero pudiera hacerse con el control.
«Hemingway apartó al barquero, cogió los remos y consiguió llevarles al otro lado del río», recuerda Ramón Buckley, que explica cómo el escritor le decía a su hermano mayor que existía gracias a que había sacado a su padre del Ebro.
Tras la guerra, Hemingway pudo regresar en 1956 y Buckley está convencido de que hubo alguna negociación con Franco para que pudiera regresar ya que a ambos «le venía bien», y el escritor norteamericano nunca hizo comentario alguno sobre el dictador.
El programa ‘100 años de Hemingway en España’ se desarrollará dentro del Festival Cultuletras organizado por la Asociación de Comerciantes del Barrio de las Letras de Madrid y contará con una ruta gastronómica de tapas, coctéles y raciones inspiradas en el escritor.
También se ha organizado, entre otras actividades, el encuentro ‘Toros y letras’ en el que escritores y periodistas hablarán de la cultura taurina en la literatura y la ruta literaria ‘¿Por quién doblan las campanas?’, que recorre los escenarios de la sierra del Guadarrama de esa novela ambientada en la Guerra Civil española.