Modiano añade una nueva pieza al territorio de su memoria
El premio Nobel vuelve a zambullirse en los recovecos del paso del tiempo en ‘Chevreuse’, su novela número veinticinco
Dice Enrique Vila-Matas que Patrick Modiano (Boulogne-Billancourt, 1945) hace como que escribe siempre el mismo libro. En su obra todo sucede en el pasado. Lo que nos dice, según Vila-Matas, que el pasado no está muerto, que ni siquiera es pasado, y que nunca termina de pasar. El presente es un punto de vista, un estilo, el estilo «modianesco».
El Premio Nobel de 2014, al que muchos comparan con Marcel Proust por su obsesión por la memoria y el paso del tiempo, saca una nueva novela: Chevreuse, que acaba de publicar Anagrama, transita el mismo camino de sus novelas anteriores y, sin embargo, no deja de hipnotizarnos, despejando, línea a línea, las brumas del pasado a través de una historia que tiene mucho de novela de iniciación con ramalazos de thriller policiaco.
Los lugares de la memoria
Una visita a Chevreuse provocará en el protagonista que se activen los mecanismos de la memoria, pues en esa zona pasó aquellos importantes años de la infancia que luego, mucho tiempo después, se le irán apareciendo con sus fantasmas y con referencias a sus novelas anteriores. Con una obra ampliamente autobiográfica, es la primera vez que el escritor francés se enfrenta a un periodo muy convulso de su infancia, cuando su madre lo manda vivir con un amigo a un piso de Jouy-en-Josas, un lugar por el que pasarán personajes de dudosa reputación y que se dedican a temas poco edificantes.
En un enorme ejercicio de metaliteratura, o por eso que decíamos al principio de este texto de que siempre escribe la misma obra infinita, en la historia hay personajes y lugares ya conocidos para el lector fiel de Modiano. La calle Docteur Kurzzene, donde ocurren estos hechos, ya salía en Reducción de condena, una de las novelas más destacadas de Modiano. Juan Bossman, narrador y protagonista del texto, ya aparecía también en El horizonte y no es otro que un alter ego de Modiano que recompone su niñez con esos lugares como eje principal, redescubriendo muchos años después las relaciones que unían a aquellas personas turbias que se cruzaron con él, como el estraperlista Guy Vincent, que le había regalado de niño una brújula con su nombre grabado.
Fue ese mismo individuo el que abrió un agujero en la pared para esconder unos supuestos objetos valiosos y luego cerró la pared, evitando que la policía encontrara aquello que escondió cuando se registró la vivienda. 15 años más tarde, el protagonista, que de niño fue testigo de aquello, será acosado por varios personajes para encontrar el ‘tesoro’: «No tienen los mismos motivos que tú para ir en busca del tiempo perdido», señala Modiano, en un guiño a Proust.
El contacto con estas personas, de las que acabará alejándose, permitirá a Bossman (Modiano) escribir su primer libro, una obra a través de la cual se venga de esos seres, que ahora quedan sometidos al poder creador del escritor, demiurgo de la nueva verdad creada a través de la Literatura.
El territorio modianesco se completa con la descripción de infinitud de detalles, con canciones, con conversaciones que afloran de improviso, y que poco a poco van configurando a través de la indagación una realidad recompuesta y, quizás, deformada, donde el tiempo determina todo y donde son más importantes las preguntas que las respuestas.
Tras Tinta simpática (Anagrama. 2022), Chevreuse constituye la obra número veinticinco del escritor francés, destacando entre ellas la ya clásica Trilogía de la Ocupación (El lugar de la estrella, La ronda nocturna y Los paseos de circunvalación) junto a otras como Calle de las Tiendas Oscuras (Premio Goncourt), Una juventud o Ropero de la infancia.
Por partida triple
Anagrama ha aprovechado el lanzamiento de Chevreuse para recuperar Muñequita rubia, una pequeña pieza teatral sobre el paso del tiempo y sus consecuencias escrita en los años ochenta. Un divertimento con forma de programa de mano del estreno de una obra de teatro ficticia, protagonizada por un grupo de música que triunfó años atrás con el éxito titulado Muñequita rubia. Sus páginas contienen el texto de la obra, una nota introductoria de la directora del Teatro de las Artes, el listado de personajes y actores, algunos bocetos del vestuario y algunos anuncios publicitarios. En esta obrita, que palidece ante las novelas del autor, destacan las ilustraciones de Pierre Le-Tan. El pintor, diseñador y pintor francés de origen vietnamita, fallecido en 2019, es también autor de París de mi juventud, un libro inédito hasta ahora en España que acaba de publicar el sello Cabaret Voltaire y que narra el regreso del pintor a la capital francesa 40 años después. Una mirada romántica, complementada con 50 dibujos del propio autor, y que se presenta con un prólogo escrito por Patrick Modiano, amigo del pintor durante décadas.