Enrique Ochoa, el pintor de las mujeres
El nieto del artista, José F. Estévez, presenta la segunda edición de su novela ‘Enrique Ochoa: el artista y la espía’
El escritor, licenciado en Filología Hispánica, abogado en ejercicio y presidente de la Fundación Enrique Ochoa, José F. Estévez ha reunido a amigos y profesionales en un coloquio en el auditorio de la sede del despacho Cremades & Calvo-Sotelo, del que es socio-director, para presentar la segunda edición de Enrique Ochoa: el artista y la espía (Ediciones Vitruvio, 2021), una novela con la que traza una historia cultural y personal de su abuelo Enrique Ochoa, también conocido como «el pintor de la mujer».
En este evento han intervenido Ángela Ena, catedrática de Literatura en la Universidad Complutense de Madrid, la periodista y escritora, Asunción Valdés; Javier Barraca, Doctor en Derecho y profesor titular de Filosofía en la Universidad Rey Juan Carlos y Pablo Méndez, editor de Ediciones Vitruvio. Los cuatro han destacado el valor literario del libro y la inmensa capacidad de Estévez para la investigación llevada a cabo durante la escritura del volumen.
«Veo en esta novela un trabajo muy laborioso, que demuestra la gran capacidad de documentación de su autor. Es capaz de construir la personalidad y la inquietud artística de Ochoa, a través de una constante experimentación. No es nada fácil recrear los ambientes bohemios madrileños, las tertulias de los años 20, con aquellos maravillosos artistas plásticos, escritores, músicos, etc. Aquel Madrid en el que se movía de joven Ochoa. Hace falta un gran conocimiento de aquella etapa y un gran esfuerzo de documentación para hablar de personajes como Gómez de la Serna, José Francés o Emilio Carrere. José Estévez lo consigue», dijo Ángela Ena.
El artista Enrique Ochoa
Enrique Ochoa (El Puerto de Santa María, 1891-Palma de Mallorca, 1978) fue uno de los grandes pintores e ilustradores del siglo XX. Su obra pictórica obtuvo reconocimiento rápidamente lo que le permitió vivir de forma plena e intensa y rodearse de personajes con un talento parecido al suyo. José F. Estévez contó que las obras completas de Rubén Darío, que se publicaron en 1917, están ilustradas por su abuelo y la obra completa de Blasco Ibáñez también.
Tuvo una intensa amistad con grandes personalidades como Gómez de la Serna, García Lorca o Picasso. «Todos los hechos en el libro son históricos y veraces, pero interpretados a mi manera. Los personajes que he tratado responden a la estructura casi ácrata del libro. Es una novela que formalmente es clásica, sin embargo, es muy vanguardista también. No quería escribir un libro sobre la vanguardia, pero me ha salido esta técnica. Uso mucho el flashback. No es un recorrido lineal con un desarrollo clásico. Tengo mucha influencia de Unamuno y de Baroja y yo salto mucho en diferentes tiempos. Los personajes menos significativos y más pequeñitos son los más importantes», explicó Estévez.
Las mujeres en Ochoa
Se ha hablado también de una de las facetas más relevantes de Ochoa: sus pinturas en las que retrataba a la burguesía madrileña y catalana de los años de entreguerras. De hecho, en su primera etapa, Ochoa destacó más bien como ilustrador de libros, como se ha mencionado anteriormente, y formaba parte con dibujos de sabor modernista de las principales revistas de la época como La Esfera, Blanco y Negro o Mundo Latino.
Sin embargo, es conocido por sus retratos de las mujeres de belle époque. El vestuario, el maquillaje y sus poses se abrían a una nueva sociedad que tenía su espejo en París. José Estévez comisarió la exposición «La mujer Ochoa. Modernismo y modernidad» en 2016 en la Casa-Museo Cerralbo. El coloquio de hoy empezaba con una pieza televisiva sobre esta muestra. Lo que manifiesta que el escritor, y también nieto del pintor, ha vivido toda su vida en el asombro y la admiración de su abuelo, tanto por la calidad de su obra como por su bohemia vida, contada en esta novela.