THE OBJECTIVE
Cultura

'The Morning Show' regresa a nuestras pantallas sin un propósito demasiado claro

La serie de Apple TV+ acaba de estrenar tercera temporada, con la que parece haberse estancado

The Morning Show es uno de los buques insignia de Apple TV+, el servicio de streaming del gigante tecnológico Cupertino. Esta serie, estrenada en 2019, creada por Jay Carson y desarrollada por Kerry Ehrin, nos traslada al mundo de la televisión matinal estadounidense, abordando temas como el sexismo en el lugar de trabajo, el acoso sexual y la lucha por el poder en la industria de los medios de comunicación.

Cuando apareció por primera vez en nuestras vidas, acababa de explotar en movimiento #MeToo, por lo que su trama inicial no podía estar más de actualidad: un famoso presentador de un matinal televisivo, Mitch Kessler (Steve Carell), es cancelado por la sociedad y despedido por su empresa por un escándalo de conducta sexual inapropiada. Tras el despido de su compañero en antena durante 15 años, Alex Levy (Jennifer Aniston) lucha por conservar su puesto como presentadora principal de las noticias. A su lado está su nueva compañera, Bradley Jackson (Reese Witherspoon), una reportera que llama la atención en una serie de vídeos virales. Aniston y Whitherspoon, además de protagonistas, son las productoras de la serie.

Una trama, en su momento, rica y muy conveniente, que abordaba temas de debate como la cultura de la cancelación, el racismo y el machismo en la América moderna. Sin embargo, con su recién estrenada tercera temporada, no encontramos un propósito demasiado claro. Es como si se hubiera estancado y no tuviera muy nítido a dónde quiere llegar.

Jon Hamm, un soplo de aire fresco

Una de las grandes novedades de la tercera temporada de The Morning Show es la incorporación al reparto de Jon Hamm. Quien interpretara al famoso Don Draper en Mad Men, regresa a la pequeña pantalla con su papel televisivo más relevante desde el final de su serie más conocida. En The Morning Show, Hamm interpreta a Paul Marks, un magnate de la tecnología que entra de lleno en la vida de estos periodistas y ejecutivos televisivos al interesarse por la compra de UBA, la cadena que emite The Morning Show. Una alianza inesperada, la empresarial, que se suma a otra todavía más inesperada, la personal.

A muchos, el personaje de Paul Marks les recuerda a Elon Musk, por eso de ser un magnate tecnológico con intereses en influir en los medios de comunicación. Musk lo hizo con la compra de Twitter –ahora X–, Marks lo hace con la compra de UBA, una cadena tradicional de noticias y entretenimiento. Lo cierto es que, aunque ambos personajes –el ficticio y el real– son complejos, por lo menos Paul Marks parece un hombre con más escrúpulos que Elon Musk. Por lo menos, en los primeros siete episodios de la temporada que hemos podido ver hasta el momento. La serie continúa en emisión, el noveno y último episodio se emitirá el próximo 1 de noviembre.

Jon Hamm en la tercera temporada de 'The Morning Show'. | Foto: Apple TV +
Jon Hamm en la tercera temporada de ‘The Morning Show’. | Foto: Apple TV +

La entrada de Jon Hamm en el elenco de The Morning Show, ya de por sí repleto de grandes figuras del ecosistema de Hollywood, es un soplo de aire fresco. El actor, admirado especialmente por sus seguidoras, representa a la perfección a este guapo magnate tecnológico. Uno de los puntos más positivos de esta tercera temporada de la serie. Los productores ejecutivos de The Morning Show Kristin Hahn, Lauren Neustadter y Michael Ellenberg hablaron sobre su incorporación con The Hollywood Reporter, y lo tuvieron claro: la elección de Jon Hamm no tuvo rival. «Era una lista de uno solo», aseguraron. Todo un acierto.

Pérdida del propósito

Como decíamos, al principio la serie abordaba temas actuales y relevantes, como el movimiento #MeToo, el sexismo en los medios y la cultura de la cancelación, lo que hizo que ganara rápidamente reconocimiento por su pertinencia social y su capacidad para estimular el debate. Además, la combinación de elementos de drama y suspense con un toque de comedia la hizo, enseguida, atractiva para una amplia audiencia. Una producción cara y un elenco de primera aseguraron el éxito de la serie desde sus comienzos.

No obstante, con el paso de los años parece que ha perdido algo de su propósito. El tema de la cultura de la cancelación sigue estando presente en alguna que otra subtrama, como cuando una de las ejecutivas de la cadena tiene que dejarlo por unos comentarios racistas del pasado. Sin embargo, ya no es un tema tan protagonista como lo era antes. En la primera temporada, aquella fue la trama principal. Durante la segunda, la pandemia del covid-19 cobró protagonismo. En la tercera, más allá de la compra o no por parte del magnate tecnológico, no hay nada demasiado claro.

La trama se diluye en medio de amores y desamores que no aportan demasiado, y pierde fuerza. A partir de la segunda mitad de la temporada, esa fuerza se recobra un poco, pero no demasiado. Sigue entreteniendo, pero no engancha como antes, y sus carencias son más visibles que nunca. Veremos qué nos depara el final de temporada y, sobre todo, la cuarta entrega, que ya ha sido confirmada por parte de Apple. Podría ser la última. Ya saben eso de más vale una retirada a tiempo que una batalla perdida.

Publicidad
MyTO

Crea tu cuenta en The Objective

Mostrar contraseña
Mostrar contraseña

Recupera tu contraseña

Ingresa el correo electrónico con el que te registraste en The Objective

L M M J V S D