Krista Papista: la fusión única de folklore y punk que desafía injusticias desde Chipre
La artista multidisciplinar actuará este viernes en Madrid en un espectáculo que promete ser muy diferente
La artista Krista Papista, en una imagen de su Instagram.
Livia, Elena, Maricar, Mary Rose, Sierra, Arian y Asmitta emigraron a Chipre desde diferentes países como Filipinas o Rumanía, en busca de un trabajo y un futuro mejor para los suyos. Sin embargo, allí solo les esperaba el horror y la muerte: Nicos Metaxas, un oficial del Ejército de 35 años, las asesinó a todas. Quedaba con ellas a través de aplicaciones de citas como Bumble o Badoo, las violaba y luego las mataba, llevándose por el camino incluso a dos de sus hijas. Después, las descuartizaba y arrojaba en maletas al lago Rojo de Mitsero, llamado así por el particular color que le daban los desechos tóxicos arrojados desde una mina cercana. El asesino en serie estuvo actuando durante casi tres años, entre 2016 y 2019, con total impunidad, a pesar de que las amigas de estas mujeres las reportaban como desaparecidas a la policía. Y es que la policía en Chipre nunca se molestó en realizar una investigación adecuada de sus casos, alegando que habrían cruzado la frontera y se habían ido al norte, ocupado por los turcos.
Esta tragedia, sumada a la actitud entre la dejadez y el racismo de las autoridades locales, provocaron una auténtica sacudida en esta pequeña isla del oeste del Mediterráneo y supone la principal inspiración del último trabajo de la artista Krista Papista, una figura única aunque todavía algo desconocida de la música contemporánea. «Existe un grave problema de racismo y feminicidio en Chipre, en el Mediterráneo en general. La forma en que se trata a los trabajadores migrantes y a las mujeres es altamente problemática e inhumana», asegura a THE OBJECTIVE. «Quería esculpir lo que sucedió en mi marco artístico», explica desde Berlín, ciudad en la que vive desde hace años.
De hecho, Krista —que actúa este viernes por primera vez en España en el Réplika Teatro de Madrid gracias a LAGRIMA collective— ha tirado siempre de crítica social y denuncia para componer su particular mundo universo musical y visual, que bebe tanto del folclore griego, balcánico y de Oriente Medio como del punk más visceral y las texturas que facilitan los instrumentos electrónicos. «Crecí en Chipre y la forma en que se me presentó la historia siempre me pareció muy sospechosa. Chipre fue invadida y afectada por todos, y todavía está políticamente dividida, pero las narrativas que se destacan, glorifican un pasado que no se identifica con lo que he vivido y me ha contado mi familia», explica.
«La historia verbal y no verbal de una isla que limita geográficamente con Turquía, el Medio Oriente y el norte de África es un collage de narrativas reinventadas, que se adaptan según tu postura política, origen, estado de ánimo y gusto; por eso me gusta cuestionar la oficialidad en mi trabajo», apunta.
Esta visión posmoderna de la Historia, que desnuda la pretensión científica del relato historiográfico para dejar en evidencia su condición subjetiva, es la base intelectual de toda la música de Krista, pero se manifiesta especialmente en su último trabajo, Fucklore, que parte de hechos reales como el mencionado asesinato en serie de mujeres inmigrantes para crear un universo propio en el que todo debe ser cuestionado. Por eso, a nivel musical, el trabajo parte de los estilos, sonidos y ceremonias tradicionales que sobreviven en el límite entre lo existencialmente agotado y lo ferozmente vivo. Krista los canaliza, mezcla y transforma, arriesgándose a encarnar las múltiples voces que hablan a través de ella, pero sin perder nunca del todo la inconfundible voz que le es propia.
«La poesía y la psicodelia del folclore mediterráneo, del Medio Oriente y de los Balcanes son parte de mí. Mi forma de ser y espíritu se han formado en estas regiones y culturas. Cuando crecía en Chipre, la mitad del tiempo estaba de fiesta en las ‘Boyzoukias’, donde se escuchaba música tradicional griega y del Medio Oriente a todo volumen», rememora Krista, que señala también el punk y la música EDM europea como influencias en su sonido y su puesta en escena. «Mi trabajo se encuentra en un espacio liminal entre el arte, la performance y la música», asevera.
Reinventar el folclore
En cualquier caso, parece que el objetivo sonoro último de Krista es canalizar y transformar estilos, sonidos y ceremonias tradicionales, equilibrando el respeto por la tradición con la necesidad de reinvención. «Mi último álbum, Fucklore, fue un experimento, un intento de crear mi propia versión del folclore de mi cultura en un LP», explica. Y es que, aunque tradicionalmente los proyectos folclóricos han tenido como objetivo retratar un nacionalismo romántico y homogéneo, la artista chipriota disfruta desmantelando, cuestionando y reinventando esa visión a través de su sonido y puesta en escena, reaprovechando para ello instrumentos tradicionales a veces olvidados.
«El invierno pasado estuve en Atenas y me encontré con estas campanas de pastor que se usaban en extrañas ceremonias de carnaval en varias islas del Egeo, por lo que decidí hacer trajes con ellas para mi gira. Estos trajes están hechos en colaboración con la estilista Charlotte Gindreau y son el instrumento más ruidoso que he usado en el escenario», explica sobre el show que traerá este viernes a Madrid. «Las campanas crean un espectáculo casi ceremonial con una polifonía de bronce: cada una hace sonar una nota diferente y estoy convencida de que tienen una energía curativa», asegura. Un enfoque desde luego diferente que los madrileños podrán degustar por primera vez este viernes.
