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Versiones imposibles y canciones falsas: la Inteligencia Artificial y el futuro de la música

El desarrollo de esta tecnología podría permitir crear canciones de forma automática desde cero o con la voz de artistas existentes, pero también impulsa estafas

Versiones imposibles y canciones falsas: la Inteligencia Artificial y el futuro de la música

Un robot toca el piano en una imagen elaborada con IA. | The Objective

El sueño de la IA produce monstruos. A pesar de que sus desarrolladores aseguran que el objetivo de la inteligencia artificial, que está todavía en una fase muy temprana en cuanto a capacidades y posibilidades, es el de ayudar a la humanidad, muchos sectores parecen aterrados ante la posibilidad de que, en un futuro no tan lejano, sus actuales empleos puedan ser ocupados por robots. Especialmente en el sector cultural, donde el auge de herramientas como Midjourney o el ubicuo ChatGPT ya preocupa a ilustradores y diseñadores gráficos, que ven cómo años de trabajo y esfuerzo pueden ser replicados por una IA en apenas unos segundos. Por el momento, los resultados son muy mejorables, pero la rápida evolución de esta tecnología hace presagiar que, dentro de muy poco, será casi imposible distinguir una ilustración humana de otra hecha por un ordenador.

En el mundo de la música, la situación es similar. En los últimos meses, en diferentes redes sociales han ido apareciendo de forma regular diferentes canciones que se aprovechan de la inteligencia artificial. La mayor parte del tiempo, lo hacen en clave humorística o como divertimento, ya que lo que hacen muchos usuarios es lanzar canciones ya conocidas «versionadas» por artistas famosos. Tenemos a Kanye West cantando el tema de Toy Story, a Freddie Mercury interpretando los grandes éxitos de Elton John o a Rihanna recuperando sus raíces caribeñas en una inexistente versión del «Is this love» de Bob Marley. Y también hay espacio para artistas españoles, como el canario Quevedo cantando «Ave María» de David Bisbal o incluso el himno del Real Madrid.

Pero el aprovechamiento que hace la IA de voces existentes no se utiliza solo para este tipo de versiones que caen más cerca de la parodia que de un intento serio de vender nada real. El pasado mes, un usuario llamado Ghostwriter977 subió a TikTok lo que parecía una nueva canción de Drake y The Weeknd, dos estrellas canadienses que ya han colaborado en el pasado con bastante éxito. Sin embargo, se trataba de un tema hecho de forma completamente sintética, que sin contar con ninguno de los dos artistas conseguía crear la ilusión de su presencia aprovechando diferentes herramientas de inteligencia artificial. Pero a sus fans no pareció importarle: en apenas unos días, «Heart on My Sleeve» había sido compartido miles de veces, con muchos usuarios creyendo que se trataba de verdad de un nuevo single del dúo de artistas.

Por supuesto, la industria musical no tardó en reaccionar: no es lo mismo que los fans se diviertan haciendo versiones imposibles de canciones, muchas veces en clave de humor, que que alguien intente pasar como original un tema de dos de sus artistas más cotizados. Una de las mayores discográficas del mundo, Universal Music Group (UMG), exigió rápidamente a plataformas de streaming y redes sociales que borraran la canción, además de pedirles que bloquearan a las empresas de IA para que no pudieran usar su música para entrenar a sus tecnologías. Según el Financial Times, la discográfica ha estado enviando peticiones de retirada de contenidos «por doquier», indicando que, a nivel legal, no va a dudar en «tomar medidas para proteger nuestros derechos y los de nuestros artistas».

Este movimiento contra la canción falsa de Drake y The Weeknd es solo una muestra de lo que puede estar por venir a nivel legal en el mundo discográfico. Por el momento, el motivo oficial de las peticiones de retirada de canciones es que estas usan voces de artistas sin su permiso, lo que vulnera los derechos de autor. Pero este es por el momento un argumento algo endeble, ya que ninguna ley dice nada en contra de las voces sintéticas y hablamos además de temas que no copian ni la música ni la letra de los artistas, por lo que no hay una propiedad intelectual clara. La voz, el estilo o el flow de un cantante no está protegido por las leyes del copyright, por lo que nada impide aprovecharla para crear contenido original. 

Sin embargo, hay otra opción: el derecho de imagen. Tal y como apunta la publicación especializada The Verge, algunos expertos legales creen que las canciones generadas por IA para parecerse a Drake dañan los ingresos del Drake verdadero. En concreto, el artista canandiense puede argumentar que este tipo de canciones falsas le quitan el control sobre su nombre, imagen y voz para generar dinero, generando una base legal más sólida para reclamar la retirada de ciertos contenidos o reclamar daños y perjuicios. Pero estamos ante una salida complicada también: el derecho a la imagen o a la publicidad depende de cada país, por lo que habría que ir reclamando tribunal por tribunal para demostrar que estas canciones están provocando una pérdida de ingresos o están dañando una reputación.

Ante este laberinto legal, los expertos consideran que la lucha contra las herramientas de IA en la música se desviará hacia un obligatorio remodelado de las leches de copyright e imagen en los próximos cinco o diez años. Y es que la rápida accesibilidad de cada vez un público mayor a poderosas herramientas de inteligencia artificial podría obligar al sistema legal a llenar los vacíos que ya existen respecto a productos tan novedosos como un software de clonación de voz.

En cualquier caso, y más allá de las discográficas y los bufetes de abogados, el mundo de la música parece en general y por el momento bastante en contra de las posibilidades de la IA. Hay excepciones, como la artista Grimes, expareja de Elon Musk y gran defensora de la tecnología como gran herramienta la hora de componer, que ha dado vía libre a sus seguidores para aprovechar su estilo y crear canciones sintéticas. Es más, ha afirmado que dividirá al 50% de los derechos de autor de cualquier canción exitosa generada por IA que utilice su voz, una misión para la ya ha incluso lanzado un software, Elf Tech, que permite a los usuarios cantar en el programa y convertir su grabación en la propia voz de Grimes. 

Pero la canadiense ha sido siempre una rara avis: la mayoría de gargantas están más bien temerosas de cómo la IA les puede quitar su mejor herramienta de trabajo. Incluso compositores legendarios como Sting han hablado, en declaraciones a la BBC, de que los artistas deben tener una «necesidad de lucha» para «defender el capital humano de la inteligencia artificial». Si no, muy pronto, podríamos pasarnos el día escuchando canciones que no han pasado por ningún tipo de proceso creativo humano y han sido íntegramente creadas por una máquina.

El peligro de la IA creando canciones falsas

El productor y director de vídeos musicales Adam Faze compartió recientemente algo curioso en sus redes sociales. Cuando ponía playlists aleatorias para trabajar, es decir, seleccionadas por el algoritmo, seguía escuchando la misma canción en Spotify una y otra vez. Alguna mente maliciosa podrá pensar que esto no es raro, que al fin y al cabo las canciones de éxito se parecen mucho unas a otras, pero este caso es diferente: cada tema tenía un título distinto, que parecía seleccionado al azar con un generador automático de frases, y sobre todo, autores y compositores diferentes en cada caso. Al final, Faze pudo confeccionar una lista de reproducción en la que aparecía 49 veces la misma canción, solo que cada vez con una iteración distinta en cuanto a nombre y compositores.

¿Qué estaba pasando? Analistas musicales como Ted Gioia ya han hablado en el pasado del problema de artistas falsos en Spotify, que suponía que músicos desconocidos estaban operando con múltiples nombres y obteniendo una gran tracción en la plataforma. Aunque la compañía sueca niega oficialmente estas acusaciones, publicaciones especializadas como Music Business Worldwide han hecho varias publicaciones sobre el tema, asegurando que está generalizado en las grandes plataformas. 

¿El motivo? Ahora mismo, ni Spotify ni ninguna otra es rentable, ya que el coste de las licencias de las canciones es superior a lo que pueden ganar con las suscripciones. De hecho, la compañía sueca nunca ha dado beneficios, y su condición de estrella en los mercados internacionales se debe más a lo que se supone que será que a lo que es actualmente. Sin embargo, si consiguieran sustituir una parte de las escuchas a temas sobre los que ellos tienen los derechos, sus costes de funcionamiento se reducirían drásticamente, ya que no tendrían que dar a las discográficas la parte del león del pastel del streaming. Algo que con la IA se vuelve extremadamente sencillo, ya que no es necesario ni contratar a negros para que escriban canciones con los derechos cedidos. 

El propio Faze llegó a la misma conclusión sobre su lista de canciones idénticas pero diferenciadas. «Spotify no es rentable debido a las altas tarifas de licencia de las canciones, por lo que podrían estar tratando de cambiar el tiempo de escucha de las principales a música generativa que les cueste menos licenciar o incluso producir, para ser rentables», escribió el productor en su Twitter. Es decir, ya estamos en un punto donde diversos actores están probando el potencial de la IA para sustituir a compositores y discográficas reales, y eso que muchos hablan de que esta tecnología está tan solo en su fase inicial. Pero crear canciones sintéticas con un solo click ya no es ciencia ficción, es una realidad cercana a la que aún no sabemos cómo podremos adaptarnos.

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