'El encargado', la serie argentina que camina a la perfección entre el 'thriller' y la comedia
Guillermo Francella brilla en el papel de un siniestro portero de una finca de clase alta en Buenos Aires
Esconderse tras la mirilla para ver qué hace el vecino es una costumbre tan antigua como la primera que fue instalada en una puerta. Dicen que fue allá por 1906 cuando se creó la primera para el hogar, aunque no fue hasta la década de 1960 cuando empezó a implantarse de forma masiva en las puertas de las viviendas. Sin embargo, cotillear lo que hace el vecino parece mucho más remoto que todo eso. De mirillas y de mucho más habla El encargado, una de las mejores series de 2022 y que, con su segunda temporada recién estrenada en Disney+, revalida título en este 2023 que está a punto de acabar.
Esta serie, una suerte de comedia negra creada por la gran dupla de oro argentina, Mariano Cohn y Gastón Duprat, nos presenta a Eliseo (Guillermo Francella), el encargado –lo que en España conocemos como el portero– de un edificio de clase alta en Buenos Aires. A espaldas de sus empleadores, Eliseo hace uso y abuso de su poder de vigilancia e intromisión. El edificio es un universo cuyo ecosistema tiene su dinámica y normas específicas y Eliseo conoce todas a la perfección. Allí vive, trabaja y absorbe hasta el último detalle de la vida de sus habitantes. También aprovecha para sacar tajada. Sin embargo, debajo de su apariencia servicial y obsecuente, oculta un talento para manipularlos.
Una bestia llamada Guillermo Francella
Eliseo es el absoluto protagonista de El encargado, una serie que más allá de este personaje es bastante coral. Sin embargo, toda la trama recae en el papel que interpreta magistralmente Guillermo Francella. Eliseo es el primero que se levanta y el último que se acuesta en el edificio, el que todo –o casi todo– lo sabe y el que siempre gana. Sin Eliseo no hay encargado, y sin encargado nada tiene sentido. Hasta cuando intentan deshacerse de él, que no son pocas las ocasiones en las que tratan de hacerlo, es indispensable. Eliseo siempre emerge, siempre renace, es el ave fénix vestido de portero de finca.
Esta historia de venganza y de supervivencia de un personaje totalmente trastornado –pero tan inteligente que engaña hasta al psiquiatra– no sería lo mismo sin la actuación de Francella. Este reconocido intérprete, un clásico de la comedia argentina, ha participado en producciones icónicas de la televisión del país como De carne somos (1988) y destacadas películas más recientes como El secreto de sus ojos (2009) o El robo del siglo (2020). No es la primera vez que trabaja con los creadores de El encargado. Por ejemplo, con Duprat ya colaboró en la película Mi obra maestra, y con ambos ha repetido en la miniserie Nada, disponible también en Disney+ y otra de las joyitas que nos ha dejado este 2023. Está en un momento especialmente dulce en su carrera, y Eliseo pasará sin duda a ser uno de sus personajes más queridos por el público. No es para menos, lo que ha hecho es titánico: a este psicópata de manual, al final, se le coge cariño.
El humor de las miserias humanas
El de Eliseo no deja de ser un personaje totalmente despreciable que, de encontrárnoslo en la vida real, condenaríamos sin paliativos. Sin embargo, la forma en la que está escrito este pequeño esclavo que siempre termina ganando nos obliga a quererle. Él es más listo, más rápido, está siempre un paso por delante. Es nuestro cómplice, o nosotros somos cómplices suyos. Incluso en esos cambios de gesto frente al espejo del ascensor, en los que pasa de la alegría a la sorpresa, del miedo a la risa desternillante. En esos momentos, el espectador llega a temerle, a sentir algo de grima, pero nunca deja de quererle. Es algo irremediable. Al final, es él (y nosotros) contra el mundo.
La risa está asegurada en El encargado porque al final es el humor de las miserias humanas, que combina a la perfección con el suspense de un thriller que provoca carcajadas. Los personajes que rodean a Eliseo, los vecinos de la finca y los empleados satélite y demás animales de la fauna del edificio, refuerzan una comedia redonda. No hay episodio malo en El encargado. Tal vez la segunda temporada dé un pequeño bajón, pero es que la primera es difícilmente igualable. No se la pierdan, es una de las series del año. Mención especial a la ¿última? escena de la serie. Pocas veces se ha roto la cuarta pared de una forma tan fina, tan exacta, en una serie de televisión.
