'Cristóbal Balenciaga': la exquisitez no lo es todo
Disney+ presenta un biopic sobre la figura del gran diseñador español del siglo XX, interpretado por Alberto San Juan
Cristóbal Balenciaga, que diseñó vestidos que estuvieron bajo los focos durante décadas, vivió sin embargo en la sombra. Esa fue una de las grandes disyuntivas de su vida. Si bien su influencia en la historia de la moda es mayúscula, su historia personal no es del todo conocida. En parte, por su propia decisión de mantener un perfil bajo. También porque el tiempo es cruel, y el olvido es un recurso muy fácil. Ahora, una miniserie original de Disney+ recupera la figura del gran diseñador español del siglo XX. Una producción de gran factura, dirigida por Aitor Arregi, Jon Garaño y José Mari Goenaga, conocidos como el «trío Moriarti», y que se ha convertido en el primer gran fenómeno televisivo de 2024.
El biopic, titulado directamente Cristóbal Balenciaga –importante lo del nombre de pila, de hecho el grafismo lo destaca– cuenta la historia de un hombre que se atreve a desafiar su estatus social como hijo de una costurera y un pescador. Gracias a su talento natural, su trabajo constante y su agudo olfato para los negocios, Balenciaga se convierte en uno de los diseñadores de moda más destacados de todos los tiempos. La serie se centra, concretamente, en los 30 años que pasa en París: desde que Coco Chanel le ayuda a dar los primeros pasos en la capital francesa hasta su muerte.
Una bestia interpretativa llamada Alberto San Juan
Lo primero a destacar de Cristóbal Balenciaga es al actor que se pone en la piel del diseñador. Ese es Alberto San Juan, un intérprete al que encontramos en el punto justo de madurez de su carrera. En este biopic, si me permiten el chascarrillo, sencillamente lo borda. El reto era mayúsculo: poder actuar en tres idiomas –español, francés y euskera– sin tener noción de dos de ellos, y sobre todo entrar en la figura del misterio. Porque si algo fue Balenciaga, además de un genio del diseño y de un maestro de la costura, es un misterio.
Prácticamente la totalidad del peso de la serie recae en el protagonista. Suele ser así en todo buen biopic que se precie, pero en esta ocasión la importancia del actor principal es aún más notoria. Un intérprete que no tenía ninguna experiencia no solo con la moda, sino con los tejidos en general, y que parece que lleva toda una vida con una tijera y un dedal entre las manos. Lo hace sencillamente orgánico. No cae en la caricatura –aunque Balenciaga, dado el hermetismo que siempre lo rodeó, nunca fue amigo de aparecer en los medios, no es precisamente un personaje caricaturizable– y es totalmente verosímil. El espectador ve a Cristóbal Balenciaga en pantalla, nunca a Alberto San Juan. Esa es, en todo caso, la cúspide de un actor. Que no lo vean.
Gran factura, poco relato
Aparte de la elección de su protagonista, los Moriarti –llamados así por el nombre de su productora– han tenido otros muchos aciertos. Por ejemplo, fichar al oscarizado Alberto Iglesias para una banda sonora que es una delicia. Los tres son cineastas –artífices, entre otras, de La trinchera infinita (2019)–, y en esta serie hay muchos detalles de cine. Se nota que esta es una producción de gran factura, nada tiene que envidiarle a producciones similares de mercados más grandes, como el anglosajón. El diseño de vestuario es una piedra angular del proyecto, por supuesto. Pepo Ruiz Dorado y Bina Daigeler han sido los responsables de recrear el trabajo del diseñador, de imitar piezas que hoy son de museo. Y el trabajo no puede ser mejor en ese sentido.
La factura también se nota en todo el trabajo de arte, la ambientación de época, las localizaciones, el reparto internacional –se agradece escuchar a actores que sí hablan el idioma extranjero, no como en otras series españolas recién estrenadas…– y en muchísimos elementos que hacen de esta una gran producción audiovisual. Sin embargo, la historia que se cuenta no casa con todo lo demás. El guion, por momentos, flaquea. Podría, perfectamente, acortarse la duración de los capítulos y hacer una buena película con ellos. No hay ese efecto de enganche que toda buena miniserie debe tener. Al espectador le engancha más la forma de lo que ve que su contenido. Tal vez habría sido buena idea profundizar más en la infancia y la juventud de Cristóbal Balenciaga, no solo en sus años de mayor éxito. El diseño del personaje es correcto, aborda bien sus contradicciones, sus condiciones de apolítico, católico y homosexual, pero se echa en falta algo más de profundidad. La exquisitez no lo es todo.
Más allá de Balenciaga
Parece que 2024 va a ser el año de la moda en la ficción. Por lo menos en los dos primeros meses del año. Al estreno de la española Cristóbal Balenciaga se le sumará en febrero The New Look, un drama histórico original de Apple TV+. En el centro de todo estarán los legendarios Christian Dior y Coco Chanel –fundamentales también en Cristóbal Balenciaga–, y también aparecerá por ahí el diseñador de Guetaria. Ben Mendelssohn será Dior y Juliette Binoche será Chanel, por lo que podemos esperar también grandes interpretaciones. Sin embargo, esta serie, lejos de centrarse especialmente en estos personajes, nos traerá su relevancia en medio de un conflicto tan dramático como la Segunda Guerra Mundial.
Aunque esta sea una producción internacional, las comparaciones con Cristóbal Balenciaga serán inevitables, también en España. De hecho, uno de los mejores capítulos de la serie española es el que tiene que ver con la ocupación nazi de París. En cualquier caso, y más allá de comparaciones, este parece ser un buen año para los amantes del audiovisual y de la moda.
