Antonio de Mendoza y otros cuatro españoles que construyeron México tras la conquista
Repasamos las aportaciones de algunos de los primeros castellanos llegados al territorio conquistado por Cortés
Retrato de Antonio de Mendoza. | Anónimo
El presidente saliente de México, Andrés Manuel López Obrador, y su sucesora, Claudia Sheinbaum, han tratado de reabrir en las últimas semanas el debate sobre el papel de España en la conquista del país centroamericano. Los dos dirigentes han interpelado directamente al rey Felipe VI para que este pida perdón por los abusos de los españoles en México, hasta el punto de que le negaron la invitación a la toma de posesión de Sheinbaum.
Mucho se ha escrito en las últimas semanas, y muy acertadamente, en contra del populismo que desprende la exigencia de López Obrador y su nueva secuaz. No vamos aquí a seguir alimentando esa conversación, pero sí a arrojar algo de luz —porque luces hubo y muchas— sobre la llegada de los españoles a México. Así pues, sin negar que la conquista tuvo sus sombras, hoy hablaremos de un puñado de personajes desconocidos que hicieron grandes aportaciones cuando llegaron al país azteca. En algunos casos, incluso puede decirse que sin su benéfica influencia, México no dispondría hoy de muchos de sus encantos.
Eso sí, antes de empezar con nuestra pequeña lista, cabe una aclaración. Como es podcast se llama Ilustres olvidados, no trataremos aquí los méritos de las figuras más conocidas de la conquista, como la del propio Hernán Cortés. A fin de cuentas, no se puede dejar de lado que el extremeño introdujo en México técnicas agrícolas y nuevos ganados, impulsó la construcción de caminos y de puentes, fundó ciudades, promovió ciertas leyes de protección hacia los indígenas y hasta se puede decir que, a través de sus amantes, participó en el gran elemento diferenciador de la presencia española en América en comparación con otras potencias europeas, el mestizaje. Pero, como decíamos, a continuación nos centraremos en figuras menos conocidas.
Antonio de Mendoza
La primera figura que comentamos es la de Antonio de Mendoza, primer virrey de Nueva España (1535-1550). Su gobierno se caracterizó por un equilibrio entre el desarrollo económico de la región y la preocupación por el bienestar de la población indígena. Para lo primero, destacó su impulso de la agricultura, de los oficios y del comercio en el virreinato, así como la introducción del papel moneda en la actual México.
En cuanto a su preocupación por los indios, Mendoza dejó clara su mentalidad de hombre del Renacimiento por su apertura a la diversidad de los pueblos conquistados. Luchó contra los abusos que se producían por parte de los encomenderos y ayudó en la fundación de hospitales.
Fray Bernardino de Sahagún
Antonio de Mendoza colaboró con otro de los bienhechores españoles en México, fray Bernardino de Sahagún. Este franciscano llegó al país como parte de la fuerza evangelizadora de la Corona y su gran contribución fue la de preservar y documentar la cultura indígena.
Para empezar, Fray Bernardino aprendió náhuatl para así poder comunicarse con los indígenas y conocer sus costumbres de primera mano. Fruto de su investigación, publicó la Historia General de las Cosas de la Nueva España, una enciclopedia de doce volúmenes que abordaba todos los aspectos de la vida de los indios, desde la religión hasta la botánica. Su obra es una de las publicaciones más exhaustivas sobre los pueblos precolombinos. Sin fray Bernardino, López Obrador apenas podría hablar de indigenismo porque sencillamente no lo conocería.
Fray Toribio de Benavente, Motolinía
Nuestro tercer personaje es otro franciscano, fray Toribio de Benavente. Tal fue su convivencia con los indígenas que asumió el nombre Motolinía, que en náhuatl significa «el pobre».
Fray Toribio se dedicó a la labor de evangelización, pero siempre tratando de respetar y apoyarse en la cultura de los pueblos precolombinos. Igual que fray Bernardino, Motolinía también escribió sobre las costumbres indígenas en su obra Historia de los indios de la Nueva España. En este libro documentó abusos hacia ellos.
Juan de Zumárraga
Este otro franciscano fue el primer obispo de México. Además de ser un firme defensor de los derechos de los indígenas, el gran papel de Juan de Zumárraga fue educativo y asistencial. Por ejemplo, suya fue la iniciativa de fundar el Colegio de la Santa Cruz de Tlatelolco, la primera institución de educación superior en América destinada a indígenas. Allí se enseñaban no solo saberes religiosos, sino también gramática, filosofía y ciencias. También levantó hospitales y orfanatos.
El obispo también destacó por ser el primero en traer la imprenta al Nuevo Mundo. Ello permitió difundir obras en náhuatl, español y latín, facilitando el acceso a la educación.
Alonso de la Veracruz
Este misionero agustino fue uno de los fundadores de la Universidad de México (hoy UNAM) en 1551, la segunda establecida en América, donde enseñó filosofía, teología y derecho. Hoy en día, esa universidad no sólo sigue en pie, con el nombre de Universidad Nacional Autónoma de México, sino que es la más importante del país y una de las más prestigiosas de todo el continente americano.
También defendió a indios ante las autoridades y abogó por sus derechos en múltiples escritos. Lo hizo con argumentos traídos de la ética cristiana y sosteniendo que los indios tenían la misma dignidad y la misma capacidad intelectual que los europeos.
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