Gutierre de Cárdenas, el hombre que rindió Granada para los Reyes Católicos
Este toledano fue uno de los más estrechos colaboradores de Isabel de Castilla durante todo su reinado
Es difícil exagerar la importancia que el reinado de los Reyes Católicos tuvo para la historia de España. Durante sus años en el trono, Castilla y Aragón unieron sus dinastías e hicieron la transición definitiva a la Edad Moderna, sobre todo por el fortalecimiento del poder real en detrimento de los nobles. Además, otros dos acontecimientos, ocurridos curiosamente en el mismo año, destacan con luz propia en el haber de Isabel y Fernando: uno relativamente accidental, el descubrimiento de América, y otro muy intencional, la culminación de la Reconquista con la toma de Granada, de la que este jueves se cumplió un nuevo aniversario.
El éxito de los Reyes Católicos fue posible en buena parte gracias a un grupo de estrechos colaboradores que hicieron cuajar el proyecto que Isabel y Fernando tenían para España. Algunas de estas figuras son bien conocidas, como el Gran Capitán, el cardenal Cisneros o el propio Cristóbal Colón. Otras, sin embargo, han pasado por debajo del radar de la historia, al menos para el gran público. En este mismo podcast, ya hablamos en su día de Beatriz Galindo, perteneciente al círculo íntimo de Isabel y preceptora de las infantas. Hoy, nos centraremos en otro funcionario clave en la administración de los Reyes Católicos, Gutierre de Cárdenas.
Gutierre de Cárdenas nació en Ocaña, Toledo, en torno al año 1440. Su tío era Gonzalo Chacón, mano derecha de Isabel, y fue él quien le introdujo en la Corte de la futura reina cuando esta era todavía Princesa de Asturias. Se convirtió desde entonces en uno de sus más estrechos colaboradores. La primera noticia que tenemos de Gutierre llega en 1468, en el momento en que acababan de firmarse los pactos de los Toros de Guisando, por los cuales el rey de Castilla, Enrique IV, nombraba a su hermanastra Isabel como su heredera.
Gutierre de Cárdenas: clave en la boda de Isabel y Fernando
Los acuerdos de Guisando, no obstante, pronto quedaron en papel mojado, en parte por la negativa de Isabel a aceptar un matrimonio concertado por el rey. De hecho, la futura reina de Castilla preparaba en secreto y por su cuenta una unión nupcial a su gusto. Aquí jugó un papel clave Cárdenas, que viajó a Aragón para cerrar la alianza con el príncipe Fernando. Suya fue la responsabilidad de que el también rey de Sicilia firmase las primeras capitulaciones matrimoniales y también de ayudarle a entrar de incógnito en Castilla, en un arriesgado viaje.
Durante esa travesía, tanto Fernando como Cárdenas se disfrazaron de criados para burlar a los espías de Enrique IV. En un momento dado, Gutierre se adelantó hasta Valladolid para anunciar la llegada del príncipe. Cuando Fernando llegó, la ciudad del Pisuerga fue testigo de la primera entrevista entre los futuros reyes, así como de su boda. En todos estos preparativos fue muy destacado el papel de Cárdenas.
Gutierre vuelve a aparecer en otro destacado acontecimiento de la vida de Isabel, su proclamación como reina en 1474, en Segovia, de la que se acaban de cumplir 500 años. Cárdenas fue uno de los principales organizadores de la ceremonia. Por sus servicios, la monarca le nombró contador mayor del reino y le honró con la custodia de su hija primogénita, la infanta Isabel.
Destacado militar que tomó la Alhambra
Pero Gutierre de Cárdenas no brilló sólo en el terreno diplomático, sino también en el militar. Muy destacada fue su actuación durante la Guerra Civil Castellana, por ejemplo en la decisiva batalla de Toro (1476) o en la campaña de Extremadura. Otro hecho relevante fue el cerco de Utrera, en el que asedió a un noble que se había rebelado contra Isabel, Fernandarias de Saavedra. Cárdenas tomó la plaza e impuso un severo castigo a la ciudad, símbolo de la nueva autoridad de la reina sobre la nobleza.
Aunque, si en una contienda fue Cárdenas determinante, esa fue la guerra de Granada. Podría decirse que apenas hubo acciones militares de importancia en las que no estuviera presente. Participó en el socorro a Alhama de 1482, en las tomas de Álora, Ronda, Casarabonela, Vélez Málaga y en el cerco de Baza.
Suya fue también la responsabilidad de capturar para los Reyes Católicos la joya de la corona. Fue él quien, en la noche del 1 al 2 de enero de 1492, se internó con una reducida tropa en la Alhambra de Granada y se hizo con la fortaleza. Además, tuvo el honor de recibir las llaves de la ciudad de manos del propio Boabdil.
Todavía prestó Gutierre de Cárdenas muchos servicios a los reyes después de aquello. Por ejemplo, concertó el matrimonio de la hija mayor de Isabel y Fernando con el príncipe Alfonso de Portugal. Asimismo, participó en las negociaciones con Portugal para la división territorial del tratado de Tordesillas y convenció a Cisneros para aceptar el arzobispado de Toledo. Finalmente, murió en Alcalá de Henares en 1503.