El heredero de Moctezuma: «México no tiene derecho a hablar de España para ensuciarla»
THE OBJECTIVE conversa con un descendiente del emperador mexica que trabó contacto con Hernán Cortés

Ituriel Moctezuma, descendiente del emperador mexica. | Cedida
Diecinueve generaciones separan a Ituriel Moctezuma de Moctezuma Xocoyotzin, el gran emperador de los mexicas al que le tocó en suerte el choque de dos mundos tras la llegada de los españoles liderados por Hernán Cortés. El tataratataranieto del monarca azteca lleva por bandera allá donde va la unión entre Hispanoamérica y España, con un acento muy marcado en los pueblos originarios, algo que él llamaría una «mancomunidad indohispana».
Esa lucha le ha llevado incluso a presentarse a las elecciones en México y, ahora, a recalar en Madrid para participar en la segunda edición de las jornadas ‘Un futuro compartido’, que se han celebrado en la capital este 20 y 21 de marzo. El congreso, centrado en celebrar y reivindicar la unión entre España y América, sirve también de antecedente al estreno de la próxima película del cineasta José Luis López-Linares, We, the hispanos, centrada en la conexión histórica entre nuestro país y Estados Unidos.
A continuación, la conversación que THE OBJECTIVE ha mantenido con Ituriel Moctezuma.
PREGUNTA.- La mayor parte de la gente sólo conoce a Moctezuma por haber sido el último emperador mexica. ¿Cuál fue su legado al completo?
RESPUESTA.- El emperador mexica Motecuhzoma Xocoyotzin no solo fue un gobernante benefactor, sino también un gran astrónomo y un excelente militar. Entre sus mayores logros están la realización en el año 1507 del cálculo y reforma mexica que dio origen al calendario astronómico solar más exacto de la historia antigua, mismo ajuste que se le adelantó casi un siglo a las famosas reformas del calendario gregoriano del Viejo Mundo en 1582.
Moctezuma II también nos legó el único templo monolítico existente en el continente americano y que es el templo de los Guerreros Águila en Malinalco. No obstante, la llegada de la guerra contra los conquistadores en 1520 truncó esta magna obra de ingeniería y arte. En lo social, Moctezuma promulgó grandes leyes, entre ellas la que dictó para que todos los niños, hombres y mujeres en la capital imperial Tenochtitlan gozaran del acceso universal a la educación sin importar su condición social. En lo político, prohibió durante su mandato que ocuparan puestos de gobierno los grandes comerciantes y personas ligadas al poder económico de los mercados para evitar así la corrupción, la especulación mercantil, los conflictos de interés y que el poder público fuera usado como instrumento para perpetuar los negocios de unos cuantos.
A Moctezuma II lo conocemos dentro de la tradición mexicanista como el «Renacentista de Anahuac» por la gran cantidad de logros obtenidos durante su reinado de 18 años y que se caracterizó por un avance gigantesco en lo social, cultural y económico para el imperio mexica, misma estructura política y riqueza mexica que sirvió de asiento y base sólida para la creación y ascenso afianzado del Virreinato de la Nueva España.
P.- ¿Por qué la de Moctezuma es también una historia mestiza?
R.- Moctezuma promovió los enlaces matrimoniales entre los mexicas y diferentes pueblos para sellar alianzas, él mismo tuvo esposas y concubinas provenientes de muy diversas etnias dentro de Mesoamérica. De haber sido otra la historia y de no haber muerto Moctezuma en 1520 ni invadida la capital, Tenochtitlan, sin duda, el propio emperador habría solicitado como gesto de amistad al reino de Castilla a la hija del rey hispano como esposa, para otorgar su perdón al acto de agresión que sufrió el imperio mexica por parte de Castilla, reino extranjero al cual jamás había ofendido los mexicas.
Ya en tiempos contemporáneos por todos es conocida la combinación de los linajes de los descendientes de Moctezuma con los de la nobleza española. Por ejemplo, un hijo de Moctezuma en el año 1532 se casó con una noble europea proveniente de las cortes de Carlos V a solicitud del propio monarca español. Por tanto, la historia mestiza de Moctezuma y su pueblo mexica propenso a mezclarse con los principales linajes de cada época de la historia es algo que inició mucho antes de la llegada de Hernán Cortes a Tenochtitlan, pero que ciertamente se acentuó tras el contacto con los hispanos.
«México y España deben disculparse y reconocer lo bueno en el otro»
P.- Ha participado usted en unas jornadas que promueven la unión entre España e Hispanoamérica. Hay quien podría sorprenderse de que un descendiente de Moctezuma apoye esa idea. ¿Por qué cree en ese futuro compartido?
R.- Los Moctezuma no somos una simple familia que como muchas otras vive en México y España a la vez. Los Moctezuma somos la historia viviente de España y México a la vez, pues somos de los pocos linajes antiguos sobrevivientes hispanoamericanos que podemos sentirnos orgullosos de nuestro legado, por tener en nuestra sangre lo mejor de la antigua Tenochtitlan e Hispania al mismo tiempo. Por tanto, a nadie debería sorprenderle ni molestarle que un Moctezuma mexicano acuda a España a estrechar la mano de un Moctezuma español (o viceversa), pues ambos somos mexicas e hispanos a la vez. Somos un mismo corazón, la sangre es el único vínculo que vale, no hay duda.
P.- ¿Qué opinión tiene sobre la narrativa histórica que se enseña en México sobre la conquista?
R.- Creo que cada país tiene derecho a contar, revisar y avalar su propia historia nacional a conveniencia del bien común de sus habitantes. A lo que no tiene derecho es a hablar de la historia de otros países para ensuciarla. Creo que México y España deben dejar atrás la insana dinámica de hablar unilateralmente de la historia del otro y enfocarse en la construcción de un relato común y coherente. Los Moctezuma sabemos, gracias a nuestra tradición preservada por la hija primogénita de Moctezuma, Francisca, y transmitida a las 18 generaciones de nuestro linaje contadas a partir de ella, cómo fue realmente la historia de la llamada conquista y somos conscientes de que lo que enseñan México o España en sus escuelas y universidades tiene cosas ciertas, sin embargo, no son la verdad absoluta.
Para conocer la historia real de un pueblo hay que escuchar en primer lugar y antes que cualquier otra versión, el testimonio de los descendientes directos de ese pueblo, es lo correcto y ético. Hablar por otros que no han pedido ser depuestos como portavoces de su propio pueblo es una forma de silenciarlos, es una infamia y es la causante de tanta leyenda negra. Yo no leo ni estudio la historia del Imperio mexica y mis antepasados utilizando lo que enseña México o España, la estudio desde los manuscritos antiguos y la tradición oral preservada por mi familia Moctezuma durante estos ya cinco siglos acumulados. La historia sigue, no hay razón para hacerla por separado, conjuntemos.
«Muchos políticos mexicanos tratan de utilizar el legado y la imaginería mexica en su propio beneficio»
P.- ¿Cree que los políticos mexicanos tratan de utilizar el legado y la imaginería mexica en su propio beneficio?
R.- Sin duda hay muchos, pero afortunadamente no son todos. Por eso trabajo incansablemente en México para que los políticos de todos los niveles conozcan el verdadero legado, historia y cosmogonía real del pueblo mexica a través de los descendientes directos de Moctezuma Xocoyotzin. Si es verdad y lícito que hoy hay que disculparse con alguien por la conquista en México, no es con los políticos mexicanos ni con sus votantes, sino con los mexicas sobrevivientes (los descendientes actuales), cuya ciudad Tenochtitlan fue destruida, sus tierras ocupadas y su cultura quedó al borde de la extinción por la mano de los castellanos y sus aliados nativos.
P.- Entonces, ¿cuál es la solución al conflicto?
R.- Nosotros estamos apoyando la unificación de Anahuac e Hispania en los foros políticos y culturales. Una unión que mi ancestro no logró y que, sin embargo, deseo tanto o más que muchos de los hispanoamericanos de hoy. Propongo esto: que los mexicanos y los españoles nos disculpemos entre nosotros, nos felicitemos y reconozcamos lo bueno en el otro.
Antes de mirar hacia otras latitudes, yo apuntaría a crear y apuntalar un fuerte bloque económico, industrial y militar con España y los países de Hispanoamérica, una mancomunidad indohispana.
P.- Usted tuvo intención de presentarse a las elecciones en México. ¿Cómo ve la deriva del país en los últimos años, con López Obrador y ahora con Sheinbaum?
R.- En lo económico, México ha logrado subir posiciones dentro de la lista de las mayores potencias mundiales. Pero, desafortunadamente, si hay algo que le duele al mexicano más que la pobreza es la inseguridad y la injusticia, dos cosas donde justo estamos muy mal desde ya hace muchos años. No es que sea algo de ahora, pero en lugar de ir mejorando parece agravarse.
P.- ¿Y cómo valora su utilización de la simbología indígena?
R.- No me gusta que se use la sagrada bandera de los pueblos indígenas para políticamente tratar de deslegitimar a los sectores conservadores mexicanos como sus «enemigos» y «opresores», pues, si somos honestos y serios, no hay algo mas conservador que las propias comunidades indígenas. Todo en ellos es conservar y preservar, ellos serían los últimos en abandonar sus tradiciones y costumbres por algo novedoso, la cultura indígena es contraria al aborto, a la ideología de género y a los sistemas populistas para asegurar elecciones.
Creo que a mi país y al Gobierno actual de la Dra. Sheinbaum le vendría muy bien quitarse del juego de «izquierdas y derechas». Una mujer presidenta que tomó protesta [posesión de su cargo] ante los pueblos indígenas mexicanos bien debe saber que en el antiguo Anahuac, de donde vienen esos indígenas que tanto ella respeta, no había izquierdas y derechas políticas, sino únicamente la obligación de gobernar para garantizar el bien común. En ello entramos ricos y pobres, mujeres y hombres, mestizos e indígenas por igual, sin distinción sin favoritismos, sin «primero unos y después otros». Priorizar un sector de la población por encima del resto en aras de una supuesta «deuda histórica», es reconocer inconscientemente que el gobierno es incapaz o no tiene voluntad de atender todos los sectores a la vez y eso me preocupa.
«Yo apuntaría a crear y apuntalar un fuerte bloque económico, industrial y militar con España y los países de Hispanoamérica, una mancomunidad indohispana»
P.- ¿Qué reformas más urgentes introduciría usted en México?
R.- Me niego a creer que un país como México, con tanta riqueza económica y espiritual, con tan envidiable posición geopolítica, con tantos recursos naturales y litorales, con tanta gente verdaderamente patriota dispuesta a doblar jornada con tal de que las cosas buenas resulten, con tanto talento en los jóvenes, con tanta sabiduría en sus ancianos, con tantos maestros, hombres y mujeres cultos en nuestras prestigiosas universidades y con tantas naciones que nos respetan y quieren hacer alianzas políticas y comerciales con nosotros, dependa de la llegada de «un buen presidente» para salir adelante.
Por lo anterior, creo que la primera reforma que yo haría como presidente de México seria devolverles a los municipios (a los pueblos) su real y autentica autonomía que es un derecho emanado del Pacto Federal. Las comunidades, entiéndase municipios, ya no deberán estar sujetos al sistema de partidos, sino al de sistemas normativos acordes a su identidad regional, es decir, los municipios podrán elegir a sus policías, a sus gobernantes, a sus funcionarios y representantes sin la intervención de los partidos políticos sino a través de la figura jurídica y legítima de las Asambleas comunitarias por usos y costumbres.
Así todos los mexicanos, desde sus municipios, podrán garantizarse una vida digna y de continua prosperidad sin necesidad de que esta venga del ejercicio del gobierno federal, pues este último quedara limitado a responsabilizarse únicamente de las tareas de gobernanza que sobrepasan las fuerzas y competencias de los municipios. Así los mexicanos ya no dependerán de un «Mesías» o presidente bueno para vivir bien, sino que el presupuesto y las decisiones finales acerca de los destinos de su comunidad quedarán depositadas en sus manos por ley.
P.- Habla de lo que no debería hacer el Gobierno. ¿Y sobre lo que sí?
R.- Otra reforma inmediata que yo propondría sería prohibir que el dinero destinado a los programas sociales salgan del erario público, obligando al Gobierno a que se pague de las utilidades de las empresas productivas del Estado. Usar el dinero de los impuestos de los mexicanos para beneficiar a solo un sector de la población, por más necesitado que este sea, es clientelismo electoral y populismo.
Si el gobierno federal en turno quiere apoyar a sus votantes con dinero, que lo haga, pero con el dinero propio del Gobierno, es decir, el generado a partir de la buena administración de las empresas del Estado, no con el dinero de los propios habitantes y contribuyentes que lo ceden en forma de impuestos. Los impuestos no deben ser tratados como un botín enajenable por el Estado, estos se deben utilizar para lo que fueron creados, o sea para hacer más escuelas, carreteras o tendido eléctrico nacional, no para lo que el Gobierno le plazca de acuerdo con su plan político.