Anagrama suspende la distribución de 'El odio', el libro sobre José Bretón

La editorial Anagrama ha anunciado la suspensión indefinida de la distribución de El odio, la última novela de Luisgé Martín, en la que José Bretón confiesa por primera vez el asesinato de sus dos hijos en 2011. La decisión, comunicada este jueves, se produce en medio del proceso judicial abierto tras la denuncia presentada por Ruth Ortiz, exmujer de Bretón y madre de los menores, y la apertura de diligencias por parte de la Fiscalía de Menores de Barcelona.

El Ministerio Público solicitó inicialmente medidas cautelares para paralizar la publicación, alegando el «grave e inminente riesgo de intromisión ilegítima en el derecho al honor» de Ortiz y el impacto que el libro podría causar tanto en ella como en la memoria de sus hijos. Sin embargo, el juzgado de instrucción de Barcelona desestimó la solicitud y reprendió a la Fiscalía por su escrito, calificando la petición como una «solicitud inaudita» que podría suponer una restricción al derecho fundamental a la libertad de expresión.

La Fiscalía respondió con dureza al auto del juez, subrayando que existía «documentación más que suficiente» para justificar el embargo de la publicación. Además, consideró «inadmisible» la afirmación del juez que vinculaba la posible suspensión del libro al género literario en que se encuadre, lo que, en opinión del Ministerio Público, no debería condicionar la protección de derechos fundamentales como el honor.

En este contexto, Anagrama ha optado hoy, a través de un comunicado, por mantener la suspensión indefinida de la distribución de El odio como medida voluntaria y de prudencia. En su comunicado, la editorial reitera que el único autor de la obra es el escritor y periodista Luisgé Martín, y desmiente que se haya realizado o se vaya a realizar ningún tipo de pago a José Bretón. También expresa su «respeto absoluto» hacia Ruth Ortiz y lamenta el dolor que la publicación del libro haya podido ocasionarle.

El caso ha reavivado el debate sobre los límites de la libertad de expresión en el ámbito editorial, especialmente en el género del true crime. En una información publicada en El Mundo, se expone cómo las librerías de todo el país han afirmado públicamente su rechazo a la obra, comprometiéndose a no ponerla a la venta.