Entre el azar y el talento: así nació el pianista Javier Perianes
El músico español interpretará ‘El Egipcio’ de Saint-Saëns junto a la Philharmonia Orchestra en el Auditorio Nacional de Madrid

El pianista Javier Perianes. | Marco Borggreve
El 2 de abril, Javier Perianes (Nerva, 1978), uno de los pianistas más destacados de la escena musical internacional, galardonado con el Premio Nacional de Música en 2012, interpretará el Concierto para piano núm. 5 de Camille Saint-Saëns, también conocido popularmente como El Egipcio, en el Auditorio Nacional de Madrid, dentro de Ibermúsica. La pieza será interpretada junto a la Philharmonia Orchestra, dirigida por el talentoso maestro finlandés Santtu-Matias Rouvali.
Lo que hace aún más especial este evento es que esta obra nunca antes se ha tocado en Ibermúsica. Perianes es reconocido por su capacidad para transmitir una profunda emocionalidad en cada una de sus interpretaciones. «Saint-Saëns era el compositor viajero. Creo que es un concierto muy descriptivo, está esa melodía muy francesa, muy fresca, muy elegante, ese virtuosismo también natural que tenía él. Y mezclado o aderezado con esa canción nubia del segundo movimiento, con esa imitación descriptiva de las hélices de los barcos en ese moto perpetuo que es el tercer movimiento, esa explosión, casi diría, de música española o árabe del segundo movimiento. Es un concierto muy divertido, tiene una gran cantidad de colores. Es curioso y llamativo que en 55 años de música no se haya hecho en Ibermúsica. Yo estoy encantado de romper el hielo y de ser el primero que lo haga», explica a THE OBJECTIVE en una entrevista telefónica.
El Concierto para piano núm. 5 es conocido por su exotismo, inspirado en las impresiones que Saint-Saëns tuvo durante sus viajes por Egipto. La obra, llena de imágenes evocadoras, alterna momentos de gran esplendor con pasajes de delicada introspección. Para Perianes este concierto no es un desafío: lleva años tocándolo. Lo disfruta, lo saborea. Lo exprime. «Hay momentos que son claramente líricos y expansivos y otros que son mucho más fieros y virtuosísticos. Mezclar ambos estados de ánimo es lo que demanda la apertura. Me lo paso muy bien tocándolo. Siempre me arranca una sonrisa».
Primeras andaduras: de Nerva al mundo
Javier Perianes es uno de los pianistas más destacados de su generación, con un repertorio impresionante que abarca desde los grandes clásicos hasta la música contemporánea. Sin embargo, su historia personal es tan fascinante como su carrera musical. Nacido en Nerva, un pequeño pueblo de la provincia de Huelva, Perianes comenzó su andadura musical de una forma muy peculiar, como él mismo explica: «Por lo visto, yo era un niño bastante travieso, según me cuentan mis padres, bastante difícil de manejar. Vino una señora y dijo que hacían falta niños para la banda del pueblo. Creo que mi madre, que en paz descanse, pobrecita, dijo “esta es la mía, lo empaqueto, y así me quito este dolor de muelas de todos los días, por lo menos que haga algo de actividad”».
Este primer encuentro con la música no fue inmediato, ya que inicialmente Perianes iba a tocar el clarinete, pero todo cambió cuando una tía suya, profesora de piano en Sevilla, le hizo sentarse al piano por primera vez en el Hotel Confortel de Islantilla, donde veraneaba con su familia. De allí surgió una revelación que cambió su vida: «Mi tía Isabelita pidió permiso para que fuéramos al hotel, y durante el tiempo en que los alemanes, ingleses, españoles, o gente de todas las nacionalidades, estaban desayunando, mi tía me hizo sentarme a su lado, y ella tocó el piano para mí. Claro, tenía 8 años, y la primera reacción –yo no me acuerdo, pero me la cuentan– que yo tuve fue “esto suena como una orquesta”». Mi tía lo tenía claro: «cuando volváis a Nerva, el niño que se olvide del clarinete».

Este momento fue el que marcó el inicio de su pasión por el piano. Él sostiene que nunca decidió tocar el piano, todavía no lo ha hecho. «Las cosas han ido surgiendo de la manera más natural posible. Una cosa te llevaba a la otra, un profesor te llevaba al siguiente, el siguiente te llevaba al siguiente, te recomendaban y aquí estoy». Aunque Perianes inicialmente no sabía que su vida cambiaría, pronto se dio cuenta de que la música sería su camino, y su primera profesora, Julita Hierro, tuvo un papel fundamental en su formación.
«Nos pusimos en manos de una señora de mi pueblo, que había sido alumna de Manuel Castillo, el compositor sevillano, que daba clases de piano». Ahora Julita tiene 94 años. Pero para Perianes no es solo su primera profesora, se ha convertido en su familia. «Le llamo una hora, hora y media antes de cada concierto, si el cambio de horario lo permite y no son horas muy intempestivas, y charlamos».
Peripecias francesas
Aunque proviene de tierras andaluzas, no está convencido de que esa procedencia le haya influido. «No he pertenecido a una familia que haya cultivado el flamenco o la cultura andaluza de manera profunda, musicalmente hablando. Mi padre era un técnico de electricidad de las minas del Riotinto; mi madre era ama de casa, una de esas mujeres con una capacidad intelectual y una cultura extraordinaria. Si hubiera podido desarrollar lo que ella hubiera querido, hubiera sido lo que ella quisiera. Eran otros tiempos, otra sociedad, otra cultura, era una mujer de una brillantez absoluta. Mi hermano era médico. Entonces, el desarrollo familiar era totalmente distinto».
Aunque no fue influido por una tradición musical familiar directa, Perianes siempre se ha sentido atraído por compositores como Chopin y Debussy o Ravel. Su afinidad por estos compositores franceses y su capacidad para comprender sus estilos se debe, en parte, a la influencia de sus profesores, como Ana Guijarro y Josep Colom, quienes habían sido formados en la misma escuela francesa
En sus grabaciones de compositores como Debussy y Ravel, Perianes demuestra una profunda comprensión del estilo y un gran cuidado del sonido. «Desde el principio me gustó mucho explorar ese sonido, que parece a veces un sonido como neutro, como que no tiene color, pero tiene todo el color y todo el armónico del mundo. Me interesó mucho todo el mundo de Debussy, Chopin, Ravel, Satie desde muy joven. Debussy es un revolucionario: cambia para siempre la historia de la música. Es uno de aquellos que se atrevió a romper con la gran tradición centroeuropea, alemana, como mucho más seria, más formal».
Los desafíos de Barenboim
Javier Perianes ha trabajado con los más grandes, entre ellos, el célebre maestro Daniel Barenboim. «Hablamos de uno de los músicos más influyentes y más importantes de la historia. Para mí es una de las personalidades más extraordinarias, una de esas personas con una capacidad que, cuando estás delante de él, piensas que estás delante de un gigante, de un titán absoluto», recuerda el pianista. Su camino hasta él fue a través de Alfonso Aijón, el legendario promotor de Ibermúsica, quien ha sido una figura clave en la carrera de generaciones de músicos españoles. «Le dije que me encantaría tocar para Barenboim y me advirtió: “Prepárate, porque Daniel es muy exigente”». La oportunidad llegó en Sevilla, donde Barenboim le ofreció quedarse unos días junto a los artistas de su orquesta, la West-Eastern Divan.
«Y luego vinieron curvas», bromea Perianes. «Me pidió que preparara el Quinteto Op. 16 de Beethoven de un día para otro. A las ocho de la tarde me dijo que lo necesitaba a la mañana siguiente. Pasé la noche en vela y, al final, solo tocamos el primer movimiento», cuenta entre risas. También tuvo que acompañar a una cantante sin saber qué iba a interpretar, en una audición a primera vista que puso a prueba sus reflejos musicales. «“Javier, ¿tú cómo lees a primera vista?”, me dijo». «Mal», le contestó Perianes porque ya sabía por dónde iban a ir las cosas.
Barenboim le dijo que tenía que acompañar a la cantante. «“¿Y qué va a cantar, maestro?” “Pues no lo sé, cuando llegue mañana, lo averiguaremos. Por eso te he dicho que es a primera vista”». El pianista recuerda el trabajo con Barenboim como una experiencia inolvidable. «Tuve la fortuna de trabajar con él en muchos repertorios y de seguir en contacto». También aceptó sus invitaciones a tocar en la Boulez Saal de Berlín. «Es un privilegio conocer a alguien de su calibre». Perianes recuerda una frase de Aijón que resume su trayectoria: «Lo que sucede, conviene».
Casualidades de aeropuerto
Algunos de los proyectos más importantes surgen por pura casualidad, y eso fue exactamente lo que le ocurrió a Javier Perianes con su grabación de Scarlatti y Albéniz. «Llevaba tiempo dándole vueltas con mi mujer a la idea de vincular compositores, y la unión de Scarlatti y Albéniz nos pareció natural», explica. Albéniz había expresado públicamente su admiración por Scarlatti, e incluso hay documentos que confirman que interpretó sus sonatas en conciertos. Para elegir el repertorio adecuado, recurrieron a su gran amigo y musicólogo Luis Gago, quien hizo la titánica tarea de escuchar las más de 550 sonatas de Scarlatti para hacer una primera selección. «Entre él y nosotros, fuimos eligiendo las que mejor funcionaban desde el punto de vista tonal, ambiental y rítmico con Iberia», cuenta Perianes. El plan era llevar este programa a los escenarios en 2027.

Pero entonces llegó el giro inesperado. En una escala en el aeropuerto de Múnich, una mujer se le acercó: «Perdona, ¿tú eres Perianes, el pianista?». Era Isabel Iturriagagoitia, productora de EuroArts. En esa charla improvisada, Perianes le habló del proyecto y mencionó que soñaba con grabarlo en el Alcázar de Sevilla. «Scarlatti vivió en el Alcázar durante varios años antes de trasladarse a Madrid. Se recorrió Andalucía, empapándose de sus ritmos y colores, y eso está presente en su música», le explicó. A Isabel le pareció una idea fascinante.
Lo que empezó como una conversación casual en un aeropuerto se convirtió en un gran proyecto audiovisual. EuroArts lo impulsó, la ZDF alemana y Televisión Española lo compraron, y ahora se emite en NHK Japón, en abril en Arte, Mezzo, y cadenas de Alemania y Francia. «Isabel siempre dice: “Hay que ver la que estamos liando por habernos encontrado en un aeropuerto”», ríe Perianes. «Como cuando empecé a tocar el piano de pequeño. Las casualidades de la vida».
Uno de los aspectos que define a Perianes es su enfoque siempre curioso y entusiasta hacia cada proyecto. Esto se refleja también en su enfoque hacia su repertorio y sus futuros proyectos. Entre ellos se encuentra su gira de siete semanas por Australia, además de un disco con Harmonia Mundi que saldrá en septiembre dedicado a Scarlatti, y su interpretación por primera vez del Concierto para piano n.º 17 de Mozart en Glasgow.
Después de tantos años sobre el escenario, Perianes sigue encontrando motivación en cada interpretación, lo que le permite seguir creciendo como músico y compartir su amor por la música con el público. «La música, cada vez que la tocamos, es como volver a darle vida. Hay que evitar a toda costa caer en la rutina desde todos los puntos de vista, ya no solo desde el punto de vista musical, también desde el punto de vista vital».