Ayelo de Malferit, el pueblo de Valencia que 'inventó' la fórmula de la Coca-Cola
Una destilería de esta localidad desarrolló una bebida con los mismos ingredientes que el popular refresco

Una botella de Nuez de Kola-Coca, la bebida en la que se inspiró la Coca-Cola. | Destilería Ayelo
Uno de los secretos mejor guardados de la historia comercial es sin duda la llamada fórmula secreta de la Coca-Cola. La popularísima bebida carbonatada nació a finales del siglo XIX en Estados Unidos, consistiendo en un preparado a base de hoja de coca y nuez de cola. Su inventor fue un tal John Stith Pemberton, un farmacéutico que vivía en la ciudad de Atlanta.
Aunque en un principio la ideó como un jarabe medicinal, pronto se vería su potencial como bebida. Apenas tres años después de patentar su fórmula, Pemberton la vendió por 2.300 dólares de la época, que hoy valdrían casi 80.000. Poco dinero para el rédito que la Coca-Cola dio después, desde luego.
Lo curioso del caso es que de dónde le vino a Pemberton la inspiración para desarrollar la famosa bebida. Es aquí donde nuestro país entra en escena, porque, lo crean o no, el origen tiene que ver con Ayelo de Malferit, un pequeño pueblo de la provincia de Valencia, que hoy cuenta apenas con 4.600 habitantes. Concretamente, la historia se relaciona con la Destilería Ayelo, conocida como la ‘Botellería’, establecida en 1880.
Los fundadores fueron Enric Ortiz Garrigós, Ricard Sanz y Bautista Aparici Belda. Sanz y Ortiz se ocupaban de la fabricación y administración, mientras que Aparici se dedicaba a viajar por todo el mundo comerciando con los productos de la destilería. El caso es que la ‘Botellería’ comenzó a producir licores con gran éxito de ventas y también de prestigio internacional, ya que ganó multitud de medallas en ferias celebradas en varios países.
La primera coca-cola fue valenciana
Precisamente en una de esas ferias internacionales, celebrada en Philadelphia en 1885, Aparici presenta un producto que se estaba vendiendo muy bien en la destilería. Se trataba de la Nuez de Kola-Coca, un jarabe sin alcohol elaborado el fruto del árbol de la cola, la llamada nuez de cola, y hojas de coca peruana. El representante de la ‘Botellería’ repartió entre los asistentes a la feria varias muestras de su bebida estrella.
Curiosamente —o no tanto—, un año después, Pemberton lanzaba en Atlanta su ahora famosa coca-cola, con los mismos ingredientes que la bebida valenciana, con la única diferencia de que el brebaje español se sustentaba en agua fresca y el americano, en agua carbonatada.
A partir de entonces, cada una de las bebidas tomó su propio camino. Mientras que Coca-Cola fue creciendo a un ritmo vertiginoso hasta convertirse en el refresco más importante del mundo. Por su parte, la ‘Botellería’ de Ayelo de Malferit siguió gozando de buena salud y desarrollando otros licores y refrescos de distinto tipo. Llegó incluso a convertirse en proveedor oficial de la Casa Real durante la regencia de María Cristina. La tradición de la ‘Botellería’ ha llegado hasta nuestros días, si bien su impacto se reduce al de una empresa mediana.
Compra de la patente
Pero este no sería el último contacto entre la destilería valenciana y la empresa norteamericana. En 1953, Coca-Cola aterrizó en España y sus ejecutivos se encontraron con la dificultad de que existía una bebida, la ya comentada Nuez de Kola-Coca, con un nombre similar, lo que suponía dificultades legales y de branding. Así pues, una delegación de representantes de la compañía estadounidense se presentó en Ayelo de Malferit para llegar a un acuerdo. Según la propia empresa valenciana, Coca-Cola pagó 30.000 pesetas por la patente.
Hoy en día, The Coca-Cola Company es una de las 50 empresas más importantes del mundo. En 2024, obtuvo un beneficio de 10.631 millones de dólares. Algunas estimaciones hablan de que cada día se venden 1.900 millones de coca-colas. Da cierto vértigo pensar que todo empezó en un pequeño pueblo valenciano.
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