Las cinco peores actuaciones españolas de la historia de Eurovisión
Espectáculos como el de Rodolfo Chikilicuatre, Manel Navarro o Daniel Diges han quedado en la memoria colectiva

La actuación de Rodolfo Chikilikuatre en el Festival de Eurovisión. | (RTVE)
El Festival de Eurovisión ha sido, desde su primera edición en el año 1956, un escaparate musical para los cantantes donde los países europeos compiten por destacar con sus mejores propuestas artísticas. España, que debutó en el festival que se celebró en 1961, ha vivido momentos de gloria con victorias como las de Massiel, en 1968, o Salomé, en 1969. Sin embargo, también ha protagonizado actuaciones que, por diversos motivos, han quedado en la memoria colectiva como auténticos desastres y han sido calificadas como: las peores actuaciones españolas de Eurovisión.
España, con más de seis décadas de participación, ha vivido esta experiencia con altibajos, desde momentos icónicos hasta presentaciones que han generado vergüenza ajena o desconcierto entre el público. Este contraste ha convertido al festival en una especie de termómetro emocional para los seguidores españoles, que cada año depositan esperanzas en que «esta vez sí» se logre un buen resultado.

Las cinco peores actuaciones españolas del Festival de Eurovisión
A continuación, describimos las cinco peores actuaciones españolas en la historia de Eurovisión, analizando las razones detrás de su fracaso y cómo fueron recibidas tanto por el jurado como por el público:
1. Remedios Amaya
¿Quién maneja mi barca?, fue la propuesta con la que España se presentó al festival en el año 1983. La candidatura española apostó por el flamenco con la artista Remedios Amaya. Pero su actuación, descalza y con un vestido que contrastaba con el escenario, no convenció al jurado europeo. Así que, no la dieron ni un solo punto, lo que la llevó a España a compartir la última posición con Turquía. La elección de un estilo musical poco habitual en el festival y la falta de comprensión cultural por parte del público europeo fueron factores determinantes en el resultado.
2. Lydia
No quiero escuchar, el título de la canción con la que Lydia actuó en el Festival de Eurovisión de 1999. La balada que interpretó la cantante fue criticada por su vestuario, diseñado por Ágatha Ruiz de la Prada, que consistía en un traje largo de vivos colores que simulaban un arcoíris. Puesto que contrastaba con la imagen promocional previa. Así que, España solo recibió un punto, el cual nos dio Croacia, y finalizó en la última posición.
3. Las Ketchup
Conocidas por su éxito Aserejé, el trío de hermanas andaluzas «Las Ketchup» intentaron replicar su fórmula en Eurovisión. Por eso, en el año 2006 se presentaron al festival con el tema musical: Un Blodymary. Sin embargo, la canción no logró conectar con el público ni con el jurado, obteniendo solo 18 puntos y quedando en la 21ª posición. A la propuesta le faltaba el carisma que las había llevado al éxito anteriormente.
4. Lucía Pérez
Lucía Pérez representó a España en 2011 con una canción de corte festivo y optimista: Que me quiten lo bailao. Aunque el público la posicionó en el 16º lugar según el televoto, el jurado fue menos favorable, otorgándole solo 38 puntos. Lo que resultó en una posición final de 23ª. La diferencia entre la percepción del público y del jurado evidenció la falta de consenso sobre la calidad de la actuación.
5. El Sueño de Morfeo – “Contigo hasta el final” (2013)
El grupo asturiano «El Sueño de Morfeo» llevó a Eurovisión en 2013, Contigo hasta el final, una balada con toques celtas y una granintroducción instrumental. A pesar de las expectativas, la actuación no logró impactar, obteniendo solo ocho puntos y quedando en la 25ª posición. La propuesta fue considerada poco competitiva en un festival donde la espectacularidad y la originalidad son clave.
Otras actuaciones polémicas y de baja puntuación
El gallo de Manel Navarro
Manel Navarro protagonizó una de las actuaciones más recordadas por su desafortunado gallo durante la interpretación de su canción: Do It for Your Lover en 2017. La actuación fue recibida con abucheos y críticas. Y España finalizó en la última posición (26ª) con solo cinco puntos. La elección del representante ya había sido polémica debido a irregularidades en el proceso de selección.
La broma de Rodolfo Chikilicuatre
El personaje humorístico Rodolfo Chikilicuatre, interpretado por el cómico David Fernández, llevó una parodia al escenario de Eurovisión en 2008: con el tema Baila el Chiki Chiki. Aunque la actuación fue vista como una burla al festival, logró una 16ª posición con 55 puntos, mejorando los resultados de años anteriores. La propuesta dividió a la opinión pública entre quienes la consideraron una crítica ingeniosa y quienes la vieron como una falta de seriedad.
El espontáneo de Daniel Diges
Daniel Diges vivió una situación insólita cuando un espontáneo subió al escenario durante su interpretación de Algo pequeñito, durante la edición de 2020. A pesar de repetir su interpretación al final del evento, España obtuvo una 15ª posición con 68 puntos. El incidente generó un gran debate sobre la seguridad en el festival y la igualdad entre los participantes durante el concurso.
A lo largo de los años, España ha experimentado altibajos en Eurovisión. Aunque algunas actuaciones han quedado en la historia por sus resultados negativos, también han servido como lecciones para futuras participaciones. El festival sigue siendo una plataforma importante para mostrar la diversidad musical del país y conectar con la audiencia internacional.