El dúo de rap SFDK recibe la Orden Civil de Alfonso X de manos de Pedro Sánchez
Con más de 30 años de recorrido, su carrera es una consecución de hitos pocas veces vista en el rap español

El dúo de rap SFDK.
Cuando Adrián Sánchez y Saturnino Rey se conocieron en un instituto de la barriada de Pino Montano de Sevilla no imaginaban que se convertirían en un referente de la música en España. Aquellos dos jóvenes crearon una marca con cuatro letras que está marcando historia: SFDK.
Este miércoles, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, les ha entregado la encomienda con placa de la Orden Civil de Alfonso X el Sabio a Zatu y Acción Sánchez, sus nombres de guerra por separado, dando un nuevo paso en su carrera, que tiene hitos incontables, como llenar para su 30 aniversario cumpleaños el Estadio Olímpico de la Cartuja sevillana.
Adrián y Saturnino han sabido hacer que su música evolucione, una evolución que han tenido hasta en su propio nombre, ya que SFDK significaba inicialmente «Straight From Da Kranny» (Directamente desde el rincón), con lo que se referían al sitio donde se reunían en el instituto, pero cambiaron a «Siempre Fuertes De Konciencia» según iban cantando en escenarios de todo el país.
Tenían 16 años cuando se conocieron. Zatu estudiaba junto a sus amigos Raulione y El Negro. Para empezar, grabaron y distribuyeron su primera maqueta: Outta Kranny (1993), pero en 1996 se unió al grupo Adrián y grabaron Tras mil vueltas (1995), con la que protagonizaron varios conciertos en Sevilla y sus pueblos cercanos.
1996: ‘Esto va en serio’
Su primer récord llegó en 1996 con Esto va en serio. No solo consiguieron vender casi 1.000 copias, sino que salieron de Andalucía y actuaron en Alicante, Barcelona o Albacete. Aquellos chicos de 19 años de un barrio de trabajadores de Sevilla ya habían decidido que la música sería su modo de vida, y el paso definitivo lo dieron en 1997, cuando nace Zeroporsiento, la primera discográfica especialista en música urbana de la ciudad.
Contar con ese sello supuso para SFDK meterse por primera vez en un estudio profesional, y sirvió para que naciera Llámalo como lo quieras, editado en formato maxisingle, el vinilo de 45 revoluciones por minuto que, con un surco más ancho que los de 33, daba a las radios FM en las que se emitía una calidad cercana al CD.
A sus 23 años ya eran una banda consagrada. Sus discos se vendían en España, Francia y Portugal, se vendieron 15.000 copias de Odisea en el lodo, y son reclamados al otro lado del Atlántico, con lo que inician una gira que les lleva por México, Chile, y Los Ángeles.
Aunque no todo fueron éxitos. Su tienda temática de hip-hop en el barrio sevillano de La Alfalfa, no funcionó, pero de la crisis salió una oportunidad. Tras discrepancias con su casa de discos crearon su propio sello, SFDK Records, y llegó su primer disco de oro. Su álbum Los veteranos, en 2007, vendió casi 40.000 copias en menos de un año.
Desde el rap a Pocoyó
Beret, Kaze, Rubio de Prun, Manuel Martínez (Medina Azahara) o Movimiento Original son algunos de los artistas que han colaborado con SDFK, que ha trabajado hasta con Pocoyó, al editar junto a la rapera NG Muchoyó, que le puso música a la serie de dibujos animados, con el objetivo de concienciar a la sociedad sobre la importancia de que se cumplan los derechos de la infancia.
De hecho, nunca han dejado de lado su perfil solidario, como con Me queo en mi casa, con el que mostraban su apoyo a la lucha contra el cáncer infantil, de la que cedieron todos los derechos, y que ha recaudado hasta 2024 unos nueve millones de euros. Su fiesta de cumpleaños ha quedado para la historia, con 60.000 personas en el estadio de La Cartuja el 22 de junio de 2024.
Puestos a innovar, en junio pasado lanzaron Zona Premium, una plataforma digital de contenido exclusivo para conmemorar sus 30 años de trayectoria, con canciones inéditas y remixes exclusivos, videoclips, documentales, making-of, audiolibros, vídeorreacciones o emisiones en directo.
Su fama recorre medio mundo, pero en su barrio siguen siendo Adrián y Saturnino. Cuando comenzaban a emerger fue realizado un grafiti en la Plaza Ascensoristas, que se convirtió en lugar de culto para fans de todo el país, pero fue borrado en agosto de 2024 por error por operarios del Ayuntamiento de Sevilla. En septiembre pasado el mural volvió a su ubicación, y ahí sigue como testimonio de la vinculación de Pino Montano con sus vecinos más ilustres.
