Este es el motivo por el que tu gato pide comida y sigue teniendo en el comedero
Este extraño comportamiento en los felinos se debe a la sensibilidad de las vibrisas
Gatos comiendo. | Mario Guti Unsplash
Normalmente los gatos tienen una costumbre que llama la atención entre los humanos. Y es que si tienes un gato, probablemente hayas observado en más de una ocasión, que cuando llega la hora de comida y le pones delante su comedero, a pesar de que éste esté lleno tu mascota no come y te mira cómo si te quisiera decir: «tengo hambre, me sirves más comida, por favor».
Este hecho suele causar una gran frustración entre las personas que tienen en casa un felino como mascota. Pero, este comportamiento, aunque sea desconcertante para los dueños de los gatos, tiene una serie de explicaciones lógicas basadas en las necesidades biológicas y del bienestar de estos animales.
Y es que, entender las necesidades y comportamientos de los gatos es esencial para proporcionarles una mejor calidad de vida. Por ejemplo, la elección del comedero adecuado puede parecer un detalle menor, pero tiene un impacto significativo en el bienestar de tu gato.
La causa, las vibrisas
Una de las principales causas que los veterinarios atribuyen a este extraño comportamiento en los felinos es la sensibilidad de las vibrisas. Estamos, ante lo que coloquialmente llamamos los bigotes. Las vibrisas son algo más que simples pelos largos; se trata de estructuras sensoriales extremadamente sensibles, las cuales los gatos utilizan para olfatear y percibir mejor el entorno en el que viven. Gracias a ellas, tu mascota puede detectar cambios mínimos en el ambiente, como las corrientes de aire o la proximidad de los objetos. Pero a su vez, esta hipersensibilidad de las vibrisas, también puede ser la responsable de que se sientan muy incómodos cuando los gatos sienten como sus bigotes chocan repetidamente los bordes de su comedero.
Y es que varios estudios avalan la demostración de que los comederos para gatos hondos, demasiado profundos y con bordes altos pueden causar lo que se conoce entre los veterinarios como «el estrés de las vibrisas». Se trata de un síndrome que produce a los gatos un gran estrés, este estrés empieza a manifestarse en los animales cuando las vibrisas o bigotes rozan constantemente con las paredes del comedero, provocando tal molestia en los gatos, que éstos evitan comer de los bordes del plato. De ahí que, aunque todavía quede comida en el plato, tu gato evite comer de los bordes del mismo. Por eso, aunque el plato pueda parecer lleno, tu felino podría ser tan reacio a comer del mismo.
Aunque, es importante tener en cuenta que no todos los comportamientos alimenticios de los gatos están relacionados con el estrés de las vibrisas. Algunos gatos pueden pedir que se les sirva más comida por razones médicas, como trastornos digestivos, diabetes o hipertiroidismo. Otros pueden tener problemas de comportamiento o estar respondiendo a cambios en su entorno, como la llegada de una nueva mascota o cambios en la rutina del hogar.
Observar a tu gato y estar atento a cualquier cambio en su comportamiento alimenticio es crucial. Si notas que tu gato sigue pidiendo comida a pesar de tener un plato adecuado y lleno, una visita al veterinario podría ser necesaria para descartar cualquier problema de salud subyacente.
Agotamiento facial felino
Esta incomodidad puede desencadenar en otro síndrome aún más perjudicial para la salud de tu gato. Este agotamiento facial a parte de generar una situación de estrés y ansiedad, también puede desmotivar al gato a comer adecuadamente. Los gatos afectados pueden mostrar un comportamiento de rechazo hacia su comida, prefiriendo pedir más comida fresca en lugar de consumir la que está en su plato. Este comportamiento es una respuesta directa al malestar físico causado por un entorno de alimentación inadecuado, más que una simple muestra de capricho.
Para abordar este problema, la solución es bastante sencilla: cambiar el tipo de comedero. Los expertos recomiendan utilizar platos bajos y amplios que permitan a los gatos comer sin que sus vibrisas rocen los bordes. Estos comederos no solo eliminan la fricción incómoda, sino que también permiten a los gatos comer de una forma más relajada. Además, facilitan la higiene y previenen que la comida se esparza fuera del plato, lo que puede atraer plagas y causar otros problemas de limpieza en el hogar.
