¿Por qué los perros de Dinamarca llevan un lazo amarillo?
Para algunas mascotas el contacto con personas desconocidas puede ser estresante y perjudicial para su bienestar
Perro con lazo amarillo. | Europa Press
Los perros son conocidos como el «mejor amigo del hombre», y aunque este vínculo es indiscutible, no todos los perros se sienten cómodos con las interacciones sociales. Para muchos canes, el contacto con personas o animales desconocidos puede ser estresante o incluso perjudicial para su bienestar.
Por esto, la costumbre de poner un lazo amarillo en el cuello de las mascotas es una iniciativa que está ganando popularidad en Dinamarca y otros países europeos. Esto permite una convivencia más respetuosa entre humanos y perros. Al respetar los códigos de colores y comprender las necesidades de cada animal, podemos garantizar que tanto las mascotas como sus dueños se sientan más cómodos y seguros.
Origen de la iniciativa
En Dinamarca, algunos perros han comenzado a llevar lazos amarillos, lo cual forma parte de una campaña impulsada por la fundación «Yellow Dog Project». Esta iniciativa, nacida en Suecia en 2012, tiene como objetivo señalar que ciertos perros necesitan espacio. El lazo amarillo no indica que el perro sea peligroso, sino que requiere evitar interacciones no deseadas. Además, otros colores como el rojo, azul o verde tienen significados distintos relacionados con las necesidades de las mascotas.
Esta iniciativa se ha expandido a más de 40 países, entre ellos Dinamarca y el Reino Unido. La misión principal de esta fundación es facilitar una convivencia armoniosa entre los perros y su entorno, mediante la creación de un código visual que indique que un perro necesita espacio. El objetivo es claro: evitar acercamientos no deseados y promover un mayor respeto hacia las mascotas.
De esta forma, «Yellow Dog Project» no solo busca proteger a los perros, sino también educar a las personas, especialmente a los niños, sobre los pasos a seguir para relacionarse con estos animales sin molestarlos. Así, se intenta prevenir situaciones incómodas o potencialmente peligrosas para los perros, sus dueños y quienes los rodean.
El lazo amarillo
El lazo amarillo no es solo un adorno; es un símbolo que transmite un mensaje importante. Cuando un perro lleva un lazo amarillo, significa que no está preparado para interactuar con otras personas o animales en ese momento. Esto puede deberse a que los perros estén enfermos o se estén recuperando de una cirugía y no puedan soportar el estrés de una interacción.
También hay perros que se sienten incómodos o ansiosos cuando otros animales o personas se acercan. Los perros que han pasado por situaciones difíciles, como el maltrato o el abandono suelen ser reservados en el trato con las personas. Así como los perros mayores, que ya están cansados y prefieren mantener la distancia. Además, algunos perros están en proceso de entrenamiento o se encuentran en celo son más susceptibles al estrés.
Lo más importante es comprender que el lazo amarillo no indica que un perro sea peligroso, sino más bien que necesita espacio para sentirse cómodo. Además, este lazo generalmente es temporal y puede usarse solo en momentos en los que el perro lo necesite.
Códigos para la convivencia canina
Aunque el lazo amarillo es el más conocido gracias a la iniciativa «Yellow Dog Project», no es el único color que se utiliza para señalar las necesidades especiales de los perros. En algunos países, se ha añadido otros colores con significados específicos que también contribuyen a una convivencia respetuosa entre humanos y animales. Como el naranja, que indica que el perro debe evitar contacto con otros perros.
O el blanco que señala que el perro tiene alguna discapacidad. El morado que avisa que el perro no debe ser alimentado por personas ajenas. El rojo que indica que se debe tener precaución al acercarse. El azul que suele utilizarse para perros guía. Y el verde que indica que el perro es sociable y puede interactuar con otros.
Estos códigos de colores buscan estandarizar la comunicación entre los dueños de perros y la sociedad en general. Así, se puede garantizar un mayor respeto y comprensión hacia las mascotas, lo que resulta especialmente relevante en Europa, donde se estima que hay más de 340 millones de mascotas.
Respetar el espacio de los perros
El lazo amarillo y los otros códigos de colores no solo sirven para proteger a los perros, sino también para evitar situaciones que podrían resultar incómodas o peligrosas para los humanos. Muchos dueños de perros han experimentado momentos en los que personas desconocidas se acercan a acariciar a sus mascotas sin preguntar antes si es apropiado hacerlo. Este tipo de acciones, aunque bien intencionadas, pueden generar ansiedad en los perros, lo que puede derivar en reacciones inesperadas.
