Cómo hacer un sombrero de bruja con tan solo dos materiales para Halloween
La imagen de la bruja moderna, con su sombrero y escoba, surge en el siglo XIX gracias a la literatura, la pintura y el teatro
Halloween es una fiesta mágica que invita a la creatividad, y uno de los disfraces más icónicos es el de bruja. Un elemento clave de este disfraz es el sombrero puntiagudo, el cual puedes hacer fácilmente en casa utilizando solo dos materiales básicos: cartulina negra y pegamento.
Siguiendo los pasos descritos, puedes crear un accesorio personalizado para tu disfraz que seguramente llamará la atención en cualquier fiesta de Halloween. Además, al hacer tu propio sombrero sigues con la tradición de vestir uno de los disfraces más icónicos de Halloween. Y, lo más pequeños de la casa podrán disfrutar de una manualidad y decorar su propio sombrero para llevar un diseño original.
El sombrero de bruja
Materiales necesarios
Para hacer tu sombrero de bruja necesitarás solo te harán falta dos materiales: una cartulina negra y purpurina. Además, tendrás que usar unas tijeras, pegamento de barra (así podrán utilizarlo los más pequeños), un compás, un lápiz y un hilo para unir el cono y el ala de tu sombrero. Todos estos materiales los podrás encontrar fácilmente en cualquier papelería.
Cómo montar el sombrero
En primer lugar hay que crear la estructura principal del sombrero. Comenzaremos dibujando un semicírculo que simulará el cono del sombrero. Para ello, hay que hacer un semicírculo grande en el centro de la cartulina negra. Te recomendamos que hagas un semicírculo lo más grande posible, ya que de esto dependerá la altura que tenga tu sombrero.
Si no tienes un compás, puedes usar un hilo atado a un lápiz. A continuación, recorta y enrolla el semicírculo hasta formar un cono. Y asegúrate de que el tamaño del cono es el adecuado para tu cabeza. Una vez que esté a tu medida, pega los bordes con pegamento para mantener la forma del cono.
Hacer las alas del sombrero es sencillo. Utiliza la medida que ha dejado el semicírculo en el borde de la cartulina que hemos recortado, para dibujarlo en otra cartulina negra. Este círculo será el ala del sombrero. Después, dentro de este círculo, dibuja otro más pequeño que coincida con el tamaño de la base del cono. Recorta ambos círculos, de modo que obtengas una especie de anillo.
Para unir la base del cono y las alas, haz pequeños cortes en la parte inferior del cono (aproximadamente de dos centímetros de largo) para crear pestañas. Estas pestañas ayudarán a que el cono se adhiera firmemente al ala. Aplica pegamento en las pestañas y fija el ala. Asegúrate de que esté bien alineado y presiona hasta que se seque. Una vez que el sombrero esté completamente ensamblado, puedes decorarlo a tu gusto. Usa purpurina, tela o pintura para añadir un toque especial y único a tu sombrero de bruja.
Origen de la tradición del disfraz de bruja
La imagen de la bruja moderna, con su característico sombrero y escoba, surge principalmente en el siglo XIX gracias a la literatura, las ilustraciones y el teatro. El sombrero puntiagudo, en particular, se cree que tiene varias fuentes de inspiración. Una teoría es que deriva de los sombreros que usaban las curanderas, quienes llevaban prendas distintivas en los mercados medievales. También podría estar relacionado con los sombreros cónicos que usaban ciertos grupos religiosos perseguidos en Europa.
Con la llegada de Halloween a Estados Unidos en el siglo XIX, la figura de la bruja se popularizó como uno de los disfraces favoritos. Halloween, que tiene sus raíces en el Samhain celta, fue transformándose en una festividad centrada en el disfraz y la diversión, y la bruja se convirtió en un símbolo central de esta celebración. El sombrero puntiagudo, la escoba y el gato negro fueron integrados como los atributos clásicos de este personaje, difundidos a través de libros, ilustraciones y, más tarde, películas de Hollywood.