¿A qué edad envejecen los perros?
Consultar al veterinario ante cualquier cambio en la salud del perro es fundamental para garantizar su bienestar
La vejez en los perros es una etapa inevitable que requiere atención y cuidados específicos para garantizar su bienestar. Determinar cuándo un perro entra en la vejez es esencial para adaptar su estilo de vida y darle la atención médica necesaria. Sin embargo, esta edad varía significativamente según la raza, el tamaño y las condiciones de vida del animal.
Por eso, es responsabilidad de los dueños estar atentos a las señales de envejecimiento y proporcionar los cuidados necesarios para asegurar una calidad de vida óptima en esta etapa. La atención veterinaria regular y una dieta adecuada son pilares fundamentales para lograrlo.
Edad de entrada en la vejez
Un estudio reciente de la Universidad de Liverpool, publicado en el Journal of Small Animal Practice, analizó registros médicos veterinarios para establecer la edad promedio en la que los perros son considerados como mayores. Los hallazgos indican que, en general, los perros entran en la vejez alrededor de los 12,5 años. No obstante, esta cifra varía según la raza y el tamaño del animal.
Por ejemplo, las razas pequeñas, como el Jack Russell Terrier, suelen envejecer más lentamente, siendo consideradas mayores cerca de los 14 años. En contraste, las razas más grandes, como el Labrador Retriever, que alcanzan la vejez alrededor de los 12 años. Estas diferencias se atribuyen a la longevidad y al ritmo de envejecimiento propio de cada raza.
Problemas de salud en perros mayores
El envejecimiento en los perros conlleva una serie de cambios fisiológicos que pueden predisponerlos a diversas afecciones de salud. El estudio mencionado identificó los cinco problemas de salud más comunes en perros mayores: problemas de peso (35%), como el sobrepeso o la pérdida de peso; problemas musculoesqueléticos (33%), como rigidez y dificultades de movilidad, a menudo relacionadas con la artritis o la degeneración articular.
También las afecciones dentales (31%), desde la acumulación de sarro hasta enfermedades periodontales, que pueden afectar la alimentación y el bienestar del animal; los problemas de piel (28%), como la aparición de bultos, infecciones o pérdida de pelo, que pueden indicar alergias o enfermedades subyacentes.
Además, problemas digestivos (22%) con síntomas como vómitos o diarrea, pueden reflejar intolerancias alimentarias o enfermedades gastrointestinales. Por todo ello, la detección temprana es fundamental para mejorar la calidad de vida de los perros durante la vejez.
Cómo cuidar a un perro mayor
Para garantizar una vida saludable y plena a los perros en su etapa de vejez, se aconseja a los propietarios: comprender las necesidades específicas de envejecimiento de sus perros, así como conocer las particularidades de la raza y el tamaño del perro, ya que permite anticipar y prevenir posibles problemas de salud.
Por eso, abordar los problemas de forma temprana puede marcar una gran diferencia en la salud del animal. De ahí, la importancia de realizar visitas regulares al veterinario, lo que permite la detección temprana de problemas y la implementación de tratamientos adecuados.
Además, es importante adaptar la dieta del perro a sus necesidades. Las mascotas mayores requieren alimentos que faciliten la digestión y contribuyan al mantenimiento de la salud dental y articular. Por eso son recomendables, los piensos especialmente formulados para perros senior, ricos en proteínas y sin cereales, que se ajustan a estas necesidades.
Señales de envejecimiento
Reconocer las señales de envejecimiento en los perros es esencial para proporcionarles el cuidado adecuado. Algunos signos comunes en perros mayores son el letargo como consecuencia de la disminución de la energía y la necesidad de un mayor tiempo de descanso. Dificultades para caminar o rigidez o cojera al moverse. Los perros mayores también suelen presentar inquietud o desorientación nocturna, tropiezos o caídas frecuentes.Estar atento a estos síntomas y consultar al veterinario ante cualquier cambio notable en el comportamiento o la salud del perro es fundamental para garantizar su bienestar en la etapa de vejez.