Este experto revela cuándo debes cambiar las sábanas realmente
Ajustar la frecuencia de lavado a tu estilo de vida y clima, junto con un cuidado adecuado, asegura un entorno limpio y saludable

Sábanas | Canva
Dormir bien es un pilar fundamental para el bienestar físico y mental, y uno de los aspectos que suele pasarse por alto es la higiene de la ropa de cama. Mantener las sábanas limpias no solo mejora la sensación de confort, sino que tiene un impacto directo en nuestra salud. Por ello, comprender con qué frecuencia y cómo lavarlas es esencial para garantizar un descanso reparador y prevenir problemas.
¿Por qué es importante lavar las sábanas regularmente?
Las sábanas están en contacto directo con nuestra piel durante varias horas cada noche. Durante ese tiempo, acumulan sudor, células muertas, polvo, restos de cosméticos, cremas y otros contaminantes. Este ambiente puede convertirse en un terreno fértil para bacterias, ácaros y hongos, microorganismos que pueden afectar la salud, especialmente de quienes sufren alergias, asma o problemas respiratorios. Además, los ácaros del polvo son una causa común de alergias y su proliferación en la ropa de cama puede exacerbar los síntomas. Por eso, mantener las sábanas limpias ayuda a reducir la presencia de estos agentes y mejora la calidad del aire en el dormitorio.
¿Con qué frecuencia debemos cambiar las sábanas?
Luis Domenech, experto en descanso y fundador de Dormitorum, establece que la frecuencia ideal para lavar las sábanas es una vez por semana. Sin embargo, esta recomendación puede variar en función de distintos factores:
- Enfermedad: si estás enfermo, lo recomendable es cambiar las sábanas cada dos o tres días. Esto ayuda a eliminar virus y bacterias que podrían prolongar la infección o afectar a otros convivientes.
- Clima caluroso o húmedo: en zonas con altas temperaturas o mucha humedad, el sudor se acumula más rápidamente, por lo que es aconsejable lavar las sábanas cada tres o cuatro días.
- Mascotas en la cama: quienes comparten la cama con perros o gatos deberían lavar la ropa de cama cada cinco o siete días debido a la presencia de pelo, suciedad y posibles alérgenos.
- Alergias o asma: las personas con estas condiciones deberían lavar sus sábanas al menos dos veces por semana para minimizar la exposición a ácaros y otros alérgenos.
- Camas de uso ocasional: para colchones de invitados o camas que se usan esporádicamente, lavar una vez al mes puede ser suficiente, siempre que no haya factores especiales.

Consejos para lavar las sábanas de forma efectiva
No basta con lavar las sábanas con frecuencia; la forma en que se realiza el lavado es crucial para mantener la higiene y prolongar la vida útil de las telas.
- Separar por color y tipo de tejido: esto evita que las sábanas se destiñan o deterioren prematuramente. Las fibras naturales, como el algodón o el lino, requieren un tratamiento diferente que las sintéticas o las mezclas.
- Elegir el ciclo adecuado: para tejidos delicados, es mejor usar ciclos de lavado suaves para evitar daños.
- Temperatura del agua: para eliminar bacterias, virus y ácaros, especialmente si alguien está enfermo, se recomienda usar agua caliente (al menos 60 °C). En el caso de sábanas de colores o tejidos delicados, es preferible agua templada (entre 40 y 50 °C) para proteger las fibras. El agua fría debería reservarse para materiales como seda o bambú, donde el calor puede dañarlos.
- Secado: lo ideal es secar a temperatura baja o media para evitar que las sábanas encojan o pierdan suavidad. Además, es importante guardarlas en un lugar seco y bien ventilado para impedir la proliferación de humedad y moho.
- Rotación de juegos de sábanas: alternar diferentes juegos permite que cada uno se mantenga en mejor estado por más tiempo, además de facilitar el mantenimiento regular.
El impacto de una cama limpia en la calidad del sueño
Dormir en sábanas limpias no solo se traduce en una experiencia más agradable y cómoda, sino que tiene beneficios directos sobre la salud. Reduce la exposición a agentes irritantes y alérgenos, lo que mejora los síntomas en personas con problemas respiratorios y alérgicos. Además, un entorno higiénico contribuye a un descanso más profundo y reparador, clave para el bienestar físico y mental. Aunque pueda parecer un detalle menor, la limpieza y el cuidado de la ropa de cama son fundamentales para evitar molestias, infecciones o alergias que afecten la calidad de vida. Por eso, lavar las sábanas con regularidad y de manera adecuada debería considerarse un hábito esencial dentro de la rutina de autocuidado.