La clave para aparcar sin dañar tu coche: consejos de Juan José Vicente
Aparcar no es solo cuestión de ocupar poco espacio lo que haces al dejar el coche parado repercute en las averías

Un mecánico arreglando un coche. | Canva
Aparcar bien el coche no es solo cuestión de hacerlo siguiendo las normas para evitar que nos multen. Sino que, la posición de las ruedas y el volante, puede afectar seriamente al estado del vehículo a largo plazo. Muchas veces ignoramos pequeños detalles al aparcar nuestro coche que con el paso del tiempo terminan provocando el desgaste de las ruedas, y nos obligan a hacer una visita al taller.
Lo que parece un gesto inofensivo como girar las ruedas al máximo, puede someter a tensión innecesaria a componentes fundamentales como las rótulas y los amortiguadores. Juan José Vicente Pizarro, mecánico de Sevilla, advierte que dejar las ruedas giradas durante largos periodos especialmente si el coche está aparcado en pendiente puede causar daños.

El consejo del mecánico
El consejo clave que da Vicente Pizarro es simple pero muy importante. Si vas a dejar el coche aparcado durante bastante tiempo, asegúrate de aparcarlo con las ruedas rectas y en una calle llana. Y es que, cuando dejas las ruedas giradas, se cambia la inclinación de la suspensión y la distribución del peso sobre las ruedas, lo que puede generar deformaciones en el neumático.
Las rótulas y algunos componentes de la dirección o suspensión pueden quedar con tensión prolongada. Esa tensión acumulada puede generar además del desgaste de los neumáticos, que el coche haga ruidos extraños. Y si además está aparcado en pendiente, ese efecto se acentúa.
Otros trucos para cuidar mejor tu coche
Además de lo que dice el mecánico sobre la posición de las ruedas, hay otras prácticas muy útiles para aparcar sin causar daños ni aumentar el riesgo de averías: al acercarte al bordillo, evita hacer toques repetidos. Un roce fuerte puede dañar la llanta, deformar el neumático o provocar cortes en los flancos. Y cuando aparques en garajes estrechos deja un margen de seguridad, así evitarás golpes al maniobrar.
Aunque aparques bien, si un vehículo permanece semanas o meses sin usarse, los neumáticos pueden perder uniformidad en el contacto con el suelo. También la suspensión se mantiene más rígida y otros elementos pueden oxidarse. Así que, siempre que puedas, mueve el coche.
Al aparcar, evita movimientos bruscos del volante con las ruedas giradas si el vehículo está detenido. Girar mucho con el coche parado, especialmente sobre bordillos o superficies duras, transmite mucho esfuerzo a la dirección y los rodamientos. Por eso, tener la presión correcta en el neumático ayuda a que el neumático soporte mejor los pesos y las tensiones.
Seguir consejos como los de Juan José Vicente Pizarro y poner en práctica otros trucos para evitar golpes, maniobras bruscas o daños en los bordillos, puede ahorrarte mucho dinero y visitas al taller.