Condenan a 15 días de prisión a la miembro de Pussy Riot que saltó al estadio en la final del Mundial

La miembro del grupo opositor ruso Pussy Riot, Veronika Nikúlshina, ha sido condenada a quince días de arresto tras interrumpir, el pasado domingo, el partido de la final del Mundial de fútbol disputado entre Francia y Croacia. Los otros tres que junto a Nikúlshina saltaron al campo vestidos de policía, están a la espera de una decisión. Todos fueron reducidos rápidamente, incluso con ayuda de algunos de los jugadores, como fue el caso del futbolista croata Dejan Lovren, quien recriminó a uno de los espontáneos su acción.

En un comunicado compartido en Facebook explicaron que ese domingo se cumplían 11 años de la muerte del poeta ruso Dimitri Prigov, por lo que escogieron esa fecha para reivindicar la autoría del poeta del concepto del «policía celeste», “portador del patriotismo celeste en la cultura rusa y que supone un ejemplo para la nación” en oposición al “policía terrestre, dedicado a dispersar manifestaciones, a herir a todo el mundo (…) y perseguir a presos políticos”. Pussy Riot incluye entre sus reivindicaciones «liberar a todos los presos políticos, no meter en la cárcel por «me gustas», parar los arrestos ilegales en manifestaciones, permitir la competición política en el país, no fabricar acusaciones criminales y no mantener a la gente en la cárcel sin motivo», apuntaban en la publicación.

Pussy Riot es un colectivo que se formó en 2011 y que organiza acciones de protesta contra el gobierno del Kremlin. Fue al año siguiente cuando los medios internacionales comenzaron a hablar del grupo opositor, cuando dos de sus integrantes fueron condenadas a dos años de prisión por interpretar una canción punk contra el presidente ruso, Vladímir Putin, en la catedral de Cristo Salvador de Moscú, el principal templo religioso del país.