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¿Quién veta un fútbol femenino profesionalizado?

El fútbol femenino español sigue sin dar el paso definitivo hacia la profesionalización ante la falta de acuerdo sobre los Estatutos

¿Quién veta un fútbol femenino profesionalizado?

Alexia Putellas recoge su Balón de Oro en París. | Benoit Tessier (Reuters)

Qué lejos queda ya el acto del pasado 23 de marzo de este año donde la entonces vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, junto a la entonces Secretaria de Estado para el Deporte, Irene Lozano, anunciaban el nacimiento de una liga profesional femenina que iba a llamarse «Liga Ellas». Acto que contó con numerosas jugadoras e importantes representantes del fútbol masculino. Acto que además después supimos se organizó de forma exprés ante la salida (¿voluntaria o involuntaria?) de Irene Lozano de la Secretaría de Estado para el Deporte. Y no quería hacerlo sin dejar atada su gran apuesta, un fútbol femenino profesional.

Dos meses más tarde, en concreto el 15 de junio, la Comisión Directiva del CSD ya presidido por el actual regente del deporte, José Manuel Franco, aprobaba la profesionalización del fútbol femenino. Empezaba la cuenta atrás para una Liga femenina profesional en nuestro país. Otro salto capital después de la firma en febrero del 2020 del primer convenio colectivo del fútbol femenino vigente desde el 15 de agosto de ese mismo año.

Entonces todo era ilusión y alegría por un proyecto sin precedentes en nuestro país. Cinco meses y medio después esa ilusión ha pasado a convertirse en hartazgo y cansancio. Porque el fútbol femenino sigue en el mismo punto que entonces. No ha avanzado nada.

Y la culpa de esta situación radica en la falta de acuerdo existente entre las dos grandes «facciones» que existen ahora mismo en el fútbol femenino. Por un lado está la Asociación de Clubes, que representa a 12 de los 16 clubes de la Primera División. Asociación que lleva años trabajando en favor del fútbol femenino y que resultó clave en la firma junto a AFE del convenio colectivo que regula las relaciones entre las jugadoras y los clubes. Por otro lado, están cuatro clubes encabezados por los dos grandes de nuestro fútbol: Real Madrid y Barcelona junto al Athletic Club y el Madrid Club de Fútbol. Clubes más próximos a la Real Federación Española de Fútbol, con quien tienen un acuerdo audiovisual. 

Claudia Zornoza, del Real Madrid, durante el partido contra el Rayo Vallecano. | Foto: Oscar J. Barroso (Zuma Press)

Tres meses para debatir unos Estatutos 

El punto de conflicto radica en la redacción de los Estatutos que deben regir esta futura competición profesional femenina. Es un trámite imprescindible sin el cual no pueden convocarse elecciones a la presidencia y la constitución definitiva de la Liga.

El 15 de agosto concluía el plazo para presentar esta propuesta de Estatutos que debe ser ratificada por la Comisión Directiva del CSD. Organismo que decidió conceder un mes de prórroga ante la falta entonces de un texto. Plazo que concluyó también con dos textos distintos de Estatutos presentados por cada una de las partes. Algo que se negó a admitir el CSD en su condición de líder de este proyecto, otorgando seis meses más de prórroga para lograr un solo texto.

Desde entonces, llevan meses negociando para intentar un cierto consenso en unos solos Estatutos. Primero fue el derecho de veto, después la explotación comercial de los derechos comerciales al margen del colectivo (una postura que defiende especialmente el Real Madrid) y ahora ya no sabemos qué sucede. Cuando parecía que el acuerdo era inminente se ha vuelto a bloquear. Y eso obliga a preguntar: ¿quién veta el fútbol femenino profesionalizado?

Sin «televisión» desde esta temporada

Esta división existente entre ambas partes ya ha tenido una consecuencia de enorme calado. Es la falta de un operador audiovisual que retransmita el fútbol femenino después de que el pasado mes de agosto se rompiera el acuerdo existente desde el 2019 entre la Asociación y la operadora Mediapro para la retransmisión durante tres temporadas de los partidos de Liga y Copa del Rey. La imposibilidad de poder explotar estos derechos de forma pacífica (sin el conflicto existente entre las dos partes) le ha llevado al operador a rescindirlo.

Presentación del proyecto sobre la profesionalización de la Liga Femenina de Fútbol. | Foto: Jesús Hellín (Europa Press)

Un acuerdo que reportaba más de tres millones de euros por temporada a los 12 clubes mencionados y que ahora mismo deja en una tesitura muy difícil a los dos equipos que no cuentan con el respaldo de una sección masculina como son el Granadilla Tenerife y el Sporting de Huelva. El resto puede sobrevivir en tanto son secciones de los clubes masculinos de la liga profesional. Los otros cuatro han llegado a un acuerdo con la Federación Española de Fútbol para poder explotar sus derechos. Si bien dos de ellos, Real Madrid y Barcelona, cuentan con canales propios de televisión.

De ahí también la urgencia por este reconocimiento total de la Liga profesional femenina. Desde ese momento, la Liga obliga a tener que explotar conjuntamente todos los derechos de los 16 clubes de Primera división, como sucede en el fútbol masculino. 

Un futuro incierto en el nuevo convenio colectivo

Un estancamiento que afecta también a la relación laboral con las jugadoras. En los próximos meses el sindicato mayoritario debe sentarse con los clubes para renegociar un convenio colectivo que caduca a finales de la presente temporada 2021-2022. Y la realidad ahora mismo es desoladora. No sabe con quién se sentará, si lo hará bajo la condición actual de una competición en aras a la profesionalización o ya totalmente profesional. En juego están muchos derechos que las jugadoras reclaman como una mejora del salario actual (16.000 euros al 75% de parcialidad y 12.000 a contrato parcial), plus de antigüedad, maternidad etc.

Y eso explica la preocupación que ya han mostrado públicamente en varias ocasiones y que han dejado patentes con parones antes de los partidos. De continuar esta situación tienen claro que acudirán a la huelga como medida de presión para que se logre un acuerdo.

El papel del Gobierno a través del CSD

Y en medio de todo esto está el papel del Gobierno, a través del Consejo Superior de Deportes. La exsecretaria de Estado lideró este proyecto. Luego recogió el testigo su sucesor, José Manuel Franco, que ha dejado el asunto en manos de su director general, Albert Soler. El veterano político catalán y exmiembro del Fútbol Club Barcelona está encabezando las negociaciones entre las partes intentando lograr este consenso que ahora mismo vuelve a parecer una quimera. 

El CSD lidera este proceso de transformación. De hecho, la previsión es invertir 31 millones de euros en este fútbol femenino. Una parte de este dinero se destinará a la creación de la estructura de esta liga y alrededor de 16 a la mejora de las infraestructuras y los terrenos de juego. Dinero que se repartirá en los próximos tres años.

La mejor jugadora del fútbol es española

Este escenario contrasta con el hecho de que esta misma semana el fútbol español femenino ha recibido el mayor galardón individual que puede recibir un futbolista. La jugadora del FC Barcelona, Alexia Putellas, ha sido galardonada con el Balón de Oro. Nunca antes una jugadora española había recibido este reconocimiento. Solo el gallego Luis Suárez lo recogió en el apartado del fútbol masculino. Un premio que contrasta con el escenario en el que se encuentra el fútbol femenino español.

Alexia Putellas recoge el primer Balón de Oro del fútbol femenino español. | Foto: Henri Szwarc (Europa Press)
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