Un eurodiputado de la Liga Norte se alinea con Tebas contra el PSG tras renovar a Mbappé
Matteo Adinolfi pide a las autoridades comunitarias que actúen. La Liga demandará al equipo francés ante la UEFA la próxima semana
Los partidos de fútbol no acaban en el césped. Los fichajes son una parte importante de un negocio que, según la consultora Deloitte, mueve medio billón de euros cada año. Para evitar desmanes, la UEFA impuso en 2009 el fair play financiero, de modo que los clubes no pueden gastar más dinero del que ingresan. Sin embargo, no todos lo acatan. La Liga de Fútbol Profesional (LFP) está ultimando una denuncia contra el Paris Saint-Germain (PSG) al considerar que la renovación de Kylian Mbappé incumple los parámetros establecidos. Un eurodiputado de la Liga Norte ha llevado el caso hasta el Parlamento Europeo.
La intención de la LFP es presentar la demanda la próxima semana ante la UEFA, máximo rector del fútbol europeo. No es la primera vez que La Liga da la batalla judicial.Su presidente, Javier Tebas, ya anunció a finales de mayo que acudiría a los tribunales indignado por la multimillonaria renovación de Mbappé. Tras la espantada al Real Madrid, el futbolista francés de 23 años cobrará más de 100 millones de euros netos por cada una de las tres temporadas que ha firmado. Se convierte así en el deportista mejor pagado del planeta.
Mbappé se queda en París
La denuncia no es contra Mbappé, sino contra el club, que la temporada pasada perdió más de 220 millones de euros y lleva acumuladas perdidas de 700 millones en las últimas temporadas. «Incluso declarando ingresos por patrocinios de muy dudosa cuantía», según La Liga. En la temporada que acaba de finalizar, el coste en salarios de la plantilla que ha conquistado el campeonato en el país galo alcanzó los 650 millones.
«Es imposible que el PSG pueda cumplir con el fair play financiero», aseguró Tebas hace unos días, durante un acto organizado por la Ponferradina para celebrar su centenario. La denuncia está lista a falta de unos flecos. «Estamos recopilando información. Tiene que ir muy bien armada. Cuantos menos resquicios dejemos, mejor», explica a THE OBJECTIVE un portavoz de la LFP. Las acciones legales podría extenderse a otros estamentos, como la justicia francesa o la UE. El propio Tebas avanzó que estaban trabajando con un despacho francés.
El PSG pertenece a Qatar Investment Authority (QIA), un fondo soberano de inversión fundado en 2005 por el anterior emir de Qatar, Hamad bin Khalifa Al-Thani, que se ocupa de gestionar e invertir los beneficios que genera el petróleo y el gas natural tanto dentro como fuera de su país. Otro club al que años atrás denunció la LFP por incumplir las reglas del fair play financiero es el Manchester City, propiedad de Mansour bin Zayed, viceprimer ministro de los Emiratos Árabes, ministro de asuntos presidenciales y miembro de la Familia Real de Abu Dhabi.
«Llevamos años luchando contra los clubes-Estado. Ya denunciamos a Manchester City y PSG hace varias temporadas y fueron sancionados por la UEFA, pero el Tribunal Arbitral del Deporte (TAS) les levantó la sanción. Espero que esta vez no tenga que resolver», insistió Tebas hace unas semanas. La LFP elevó la queja contra estos equipos en 2017 por «engordar sus ingresos con doping de Estado». Aquel verano, la entidad francesa se hizo con los servicios de Neymar y Mbappé, por cuyos fichajes pagó más de 400 millones de euros. La renovación de Mbappé es un nuevo capítulo en esta guerra.
«Socavar la integridad deportiva»
El asunto ha llegado hasta el Parlamento Europeo, donde el italiano Matteo Adinolfi ha registrado una pregunta basándose en la reclamación de Tebas. Denuncia «el riesgo de la integridad deportiva y la estabilidad financiera en el fútbol europeo». El diputado, que forma parte del grupo Identidad y Democracia, advierte de las desorbitadas cifras que va a cobrar Mbappé tras su renovación, «además de un bono por fichaje de al menos 120 millones de euros». Considera que esta ampliación, «además de ser perjudicial, socavará la integridad deportiva y la estabilidad financiera del fútbol europeo, poniendo en riesgo la uniformidad en las competiciones». Pide a las autoridades comunitarias que actúen para salvaguardar las competiciones y el fútbol base.
El fair play financiero se aplica a los clubes que participan en las competiciones europeas. Hace referencia al gasto máximo que pueden realizar los equipos, entre salarios y fichajes. El límite se calcula en función de sus ingresos anuales. Durante los cinco primeros años, las pérdidas y las deudas vencidas de los equipos europeos disminuyeron a menos del 20%, según un informe publicado en junio de 2019. Ese curso, la UEFA estableció que los clubes no podían tener un saldo negativo superior a 100 millones de euros respecto a sus ingresos. Hasta entonces ese margen se reducía a 30 millones.
El incumplimiento del fair play financiero conlleva desde sanciones económicas a pérdida de puntos en la competición. Los clubes reincidentes y los casos más graves se enfrentan al descenso administrativo de categoría, quedar apeado de los torneos continentales y a la prohibición de fichar jugadores en varias ventanas, como les sucedió a PSG y Manchester City, hasta que el TAS les levantó el castigo, aunque mantuvo una multa económica. La UEFA ya sancionó al Málaga en 2012 por sus problemas financieros. Le privaron participar en las competiciones europeas, para las que estaba clasificado.
Las sanciones más fuertes las padecieron Galatasaray en 2016 y el Milán dos años después. Ambos equipos quedaron excluidos de las competiciones europeas. La nueva normativa de la UEFA entró en vigor el pasado 1 de junio. Tendrá una implementación gradual durante tres años para permitir que los clubes tengan el tiempo necesario para adaptarse. El máximo rector europeo limita el gasto en salarios, transferencias y honorarios de agentes al 70% de los ingresos de la entidad.