La primera victoria de Carlos Sainz está a la vuelta de la esquina
Hizo todo lo que estuvo en su mano, y aunque pilotó con escuadra y cartabón y no cometió ni un solo error, no pudo dar caza a Verstappen
Fue por menos de un segundo. 0,993 milésimas para ser exactos. Esta fue la diferencia de tiempo que separó al vencedor del Gran Premio de Canadá, Max Verstappen, del segundo clasificado, Carlos Sainz. El madrileño tuvo su primera victoria a tiro, pero las manos del vigente campeón sumado a la capacidad de tracción y la mejor entrega de potencia de su propulsor Honda, hicieron sudar de lo lindo a Sainz durante los últimos giros. No fue una lucha de pilotos sino de mecánicas. El Ferrari F1-75 y el Red Bull RB18 están muy parejos a la hora de las prestaciones, son dos coches excelentes, muy por delante del resto. A pesar de ello, no queda claro cuál de los dos lleva el mejor. Si bien es cierto que el de la bebida energética se ha embolsado siete victorias tras nueve carreras, el monoplaza italiano lleva acumuladas seis pole position. Dependiendo del circuito, de los neumáticos usados, las temperaturas, y otras variables, la balanza puede caer a uno u otro lado.
Lo que no es discutible es que está llegando el ecuador de la temporada y los que lideran las tablas son los Red Bull, gracias a una fiabilidad y constancia que los italianos no parecen haber encontrado a pesar de que iniciaron su temporada en situaciones inversas. En Montreal la enorme velocidad punta del Red Bull en las rectas hizo inútil todas las estratagemas de Sainz. Cambió los puntos de frenada para aprovechar las trayectorias y poder lanzar mejores ataques, modificó el ciclo de carga de su batería para disponer de más potencia en rectas, reajustó el mapa de su motor, y forzó su maquinaria hasta el punto de poner al límite sus posibilidades, pero nada, fue infructuoso. Carlos hizo todo lo que estuvo en su mano, y aunque pilotó con escuadra y cartabón, y no cometió ni un solo error, no pudo dar caza al neerlandés.
A pesar de todo, la carrera dibuja un nuevo horizonte, nada sorprendente para el que sigue su trayectoria. El hijo de El Matador no es un piloto espectacular, de enormes machadas, sino un trabajador del volante que ha creado su carrera a pico y pala. Ha pasado por cuatro escuderías y de todas ellas ha salido en mejor situación que entró; ha ido creciendo poco a poco. Carlos es un piloto que se ha hecho, se está haciendo a sí mismo, y en su proceso de maduración parece estar ocurriendo algo… esperado. El año pasado llegó a Ferrari y dejó muy buen sabor de boca, pero el comportamiento de los monoplazas con efecto suelo le estaba haciendo sufrir. Los inicios de temporada no eran los esperados, y tal y como lleva haciendo desde que llegó, parece haber elevado el listón una vez más. La tarjeta de presentación de su mejora la deja la vuelta rápida marcada en pista.
El mensaje de Mercedes a Carlos Sainz
Durante la quincena de vueltas en las que Sainz puso en su punto de mira a Verstappen, no solo acortó distancias con el a la postre vencedor, sino que marcó el mejor registro absoluto de toda prueba, fue el más rápido de todos los participantes. Eso indica una cosa: si no se entendía bien con su coche, ya lo tiene dominado, y eso denota que el escalón que necesitaba subir este año ya ha sido dejado atrás. En Italia, un lugar donde suelen mirar con lupa a los pilotos de Ferrari y tienden a ser algo más indulgentes con el equipo, se congratulan del concurso de Carlos y le aplauden en los titulares de sus medios. Reconocen su esfuerzo y reseñan que «luchó como un piloto top», que «nunca desfalleció», o que «no arrojó la toalla en ningún momento».
Con su trabajo, Carlos Sainz se está labrando el reconocimiento de la siempre rocosa crítica italiana… y también de su jefe de filas, Mattia Binotto. El directivo transalpino dejó caer un «ha sido una carrera fantástica de Carlos, solo le ha faltado esa victoria», sabedor que más pronto que tarde, llegará. Muchos críticos de sofá castigan a Sainz con una cifra mutante: el número de carreras en las que ha tomado la salida sin llevarse una victoria a casa, a día de hoy 149. Como ha hecho en toda su carrera deportiva, la cifra será superada. A todos ellos, los críticos, deberían observar que en la lucha con su compañero de equipo y al menos los dos Red Bull, este año lleva acumuladas dos terceras posiciones, y tres segundas. Tras el tres, y el dos, solo puede llegar el uno, y todos en el paddock saben que acabará ocurriendo. Pronto. Por eso desde la cuenta de Twitter de Mercedes le obsequian con un mensaje con el que no solo premian a sus contrincantes más respetados: «Tu día llegará, Carlos». En Mercedes lo saben, en Ferrari también; en Red Bull miran de reojo, arquean las cejas, y resoplan.