Ray Zapata: «Cuando me enteré de que iba a ser padre no tenía un euro en la cuenta»

Ray Zapata, el gimnasta español que en agosto del año pasado logró una plata olímpica en suelo en los Juegos de Tokio, cuenta a THE OBJECTIVE cómo ha sido su vida, nada fácil desde que llegó a España de la República Dominicana. Su plata en Tokio, que debió ser oro, fue su mejor momento.

PREGUNTA: Un año se va a cumplir de su medalla olímpica, ¿qué sientes cuando te lo recuerdan?

RESPUESTA: Siento que mi sueño está realizado con creces. Es una sensación de felicidad plena.

P: ¿Y qué recuerdos tienes de tu ejercicio de suelo que te dio la medalla de plata?

R:  Recuerdo la última serie, pensando en clavarla sí o sí para posicionarme entre las medallas. Una vez que conseguí clavar, sabía que era medalla pero no de qué color podía ser. 

«Tendría que haber estado en lo más alto del podio» 

P: ¿Crees que merecías el oro, te lo «quitaron» porque el ejercicio del israelí tenía una mayor dificultad?

R:  Creo que tendría que estar en lo más alto del pódium, decir lo contrario sería hipócrita de mi parte.

P: ¿Cuántas veces miras al día la medalla, si es que la sigues mirando?

R:  Ya no miro la medalla, ha pasado casi un año y tengo otros objetivos a superar.

P: ¿Esa medalla fue una liberación o un peso más por la responsabilidad?

R:  Conseguir la medalla en los Juegos fue toda una sensación de superación.

P: ¿Cómo llegaste a España?

R:  Mi madre partió a Lanzarote unos años antes que el resto de la familia, quería una mejora en nuestra calidad de vida a futuro.

«Empecé hacer gimnasia porque me gustaron las volteretas» 

P: ¿Cómo acaba un niño de la República Dominicana haciendo gimnasia rítmica y no jugando al fútbol o al baloncesto?

R:  Empecé a practicar gimnasia artística porque mis hermanas lo hacían. Fui a ver una exhibición y me gustó cómo los chicos hacían volteretas

P: ¿Cuándo te diste cuenta de que querías dedicar tu vida a la gimnasia y qué te ha dado?

R:  La gimnasia me ha dado todo, muchísimos valores como responsabilidad, confianza en uno mismo, superación, compañerismo… un sinfín de valores de los cuales me siento muy agradecido de haber adquirido por medio de las vivencias deportivas.

«Sabía que en Tokio podía conseguir medalla» 

P: Has comentado en alguna ocasión que los Juegos de Río te pillaron muy joven. ¿Por qué?

R:  Cuando llegué a Río apenas llevaba compitiendo internacionalmente tres años, era un gimnasta con poca experiencia a mi modo de ver. Cumplí mi sueño de ser olímpico y la satisfacción de tener a mi familia en las gradas viéndolo.

P: Ibas a Tokio convencido de que podías morder metal…

R:  Sabía que en Tokio podía conseguir la medalla, había trabajado duro para ello y estaba seguro de que lo conseguiría.

P: ¿No sientes que los deportistas olímpicos solo importáis cada cuatro años? Luego, ostracismo total.

R:  A los deportistas olímpicos, por desgracia, se nos reconoce mucho solo durante el año olímpico. Me encantaría que durante el resto del ciclo se le diera mayor difusión a todos, ya que el esfuerzo que hacemos es increíble y eso se debería poner en valor y mostrarlo al mundo.

P: Ahora imagino que estás mirando a París, ¿o hay algún objetivo más cercano?

R:  Como objetivo a corto plazo quiero estar en el pódium en el campeonato de Europa. Trabajaré duro para estar en lo más alto.

P: ¿Has sentido racismo alguna vez en tu carrera?

R:  El tema del racismo… prefiero dejarlo de lado, ya que me centro en fomentar todos los valores del deporte y siempre con positividad.

«Realmente he llorado poco haciendo gimnasia. Siempre estoy sonriendo» 

P: ¿Qué importancia tiene en tu vida Gervasio Deferr?

R:  Gervasio, junto a Victor Cano, me dieron la oportunidad de ser lo que soy a día de hoy. Había otras personas que consideraban que era mayor y tenía carencias técnicas para hacer gimnasia.

P: ¿Has leído su libro, donde cuenta sus adiciones? ¿Qué te parece?

R:  Lo he leído y me ha gustado, ya que me parece muy valiente por su parte poder compartir esta etapa de su vida con el mundo. Además puede servir de referencia para las personas que pasan por lo mismo a modo de que se puedan superar situaciones similares.

P: ¿Cuántas veces has llorado por la gimnasia?

R:  Realmente he llorado poco, casi nada, haciendo gimnasia. Al contrario, siempre estoy sonriendo y pasándomelo bien, el día que no disfrute de mi deporte será el momento de retirarme.

«Antes de Río mi familia estaba en kms situación económica crítica» 

P: He leído que tu beca ADO después de Río llegó caída del cielo porque a tus padres les acababan de amenazar con un desahucio.

R:  Antes de los Juegos de Río, mi familia estaba en una situación económica crítica. Justo entonces fui uno de los seleccionados para la beca pódium de Telefónica, con esa ayuda pude centrarme en hacer mi deporte al 100% y además ayudar a mi familia a salir de ese bache, el cual no se lo deseo a nadie.

P: Tu caso es el mejor ejemplo de que los niños traen un pan debajo del brazo. Tu niña Olympia te trajo una medalla.

R:  Dicen que los niños traen un pan debajo del brazo, creo que lo he comprobado en primera persona. Cuando me enteré de que iba a ser padre, tenía cero euros en mi cuenta. A partir de ahí todo fue a mejor.

«Me he apuntado a las oposiciones de bombero» 

P: ¿Y cuando acabe tu carrera en activo qué quieres ser, Ray?

R:  ¡Ahora mismo me he apuntado para prepararme las oposiciones de bombero! Es una profesión que siempre me ha  gustado, ya que me encanta ayudar a las personas y creo que esta es una de las mejores formas de hacerlo.

P: ¿Qué le puede decir Ray a los futuros gimnastas?

R:  A los futuros deportistas en general, les deseo mucha suerte, que hagan lo que realmente les gusta y que sueñen a lo grande. Sobre todo, que disfruten haciendo lo que más les gusta.